April 03, 2006

 
Reflexiones : Sobre la Dicotomía Progresista – Conservador

Si se examina a fondo, uno se da cuenta de que no es una verdadera dicotomía, porque esconde varias trampas semánticas y lógicas. Para mí, es un episodio más de lo que denomino la guerra de los adjetivos. Lo interesante de esta guerra es que, si la ganas, ya no tienes que preocuparte por la guerra de las ideas.

Hay que reconocer que los autodenominados “progresistas” han logrado que el vocablo tenga una connotación positiva, mientras que el de “conservador” la tenga negativa, lo que revela un notable nivel de astucia.

Pero vayamos a las trampas. Primero, lo contrario del progreso es el retroceso, no la conservación, y lo contrario de la conservación es la destrucción o el cambio, pero no el progreso. Así que progreso y conservación se sitúan en planos lógicos diferentes, y no son extremos del mismo plano.

Segundo, el progreso es el resultado de determinadas acciones y no puede ser determinado a priori. No tiene ningún sentido, fuera de la propaganda, el decir que, como yo soy progresista, todo lo que haga traerá progreso. La prueba es al revés. Si mis acciones y políticas han generado progreso, entonces son progresistas, y entonces a mí me toca algo del calificativo, que en cualquier caso será puramente provisional.

Tercero, todo el mundo es en algún sentido conservador, porque todos quieren conservar ideas, instituciones, leyes, bienes, y demás. La única diferencia es que unos quieren conservar unas cosas y otros otras.

Examinemos primero a los progresistas. Frecuentemente, suelen ser socialistas vergonzantes que usan el otro adjetivo para lograr ventaja y evitar ataques. Claro, en principio nadie ataca el progreso, pero muchos atacarían el socialismo. Así que la jugarreta no deja de ser inteligente. Por ejemplo, Rubalcaba, Blanco, y demás logópatas del PSOE en España, nos informan con frecuencia de que “son gente de progreso”, o de que “hay que formar una mayoría de progreso”.

Veamos algunos ejemplos de lo que proponen nuestros progresistas. Primero, un gasto público alto. El progreso para políticos y paniaguados es indudable, así como el desastre para todos los demás. Después, que el gobierno maneje directamente la educación y la atención sanitaria.

Sin embargo, los tercos ciudadanos insisten en que reciben una pésima calidad en ambos casos. Luego dirán que van a aumentar los impuestos a los ricos. El progreso consiste en que acaban recaudando menos que antes.

Y qué decir de los programas contra la pobreza?. El resultado predecible es que, a causa de los incentivos equivocados, los pobres quedan atrapados en el círculo vicioso de la dependencia.

Vayamos ahora al tema de la conservación. Los llamados conservadores quieren conservar ideas, prácticas, instituciones, y tradiciones que han pasado la prueba del tiempo. No rechazan totalmente el cambio, y prefieren un cambio gradual, cuyos efectos puedan ser monitoreados y evaluados.

Los conservadores asignan un valor especial a la tradición. Los progresistas tienden a despreciarla. Lo que ellos quieren conservar son ideas, prácticas, e instituciones, más bien recientes, y cuyos resultados son más que discutibles.

Son firmes creyentes en la bondad innata de las personas, y fervientes partidarios de la ingeniería social. Todo es posible : el hombre nuevo, la nueva sociedad, la patria nueva.

El problema de los conservadores es entender que instituciones valiosas en el pasado pueden dejar de serlo. El de los progresistas es comprender que las instituciones no se crean de la noche a la mañana, y no pueden ser impuestas por minorías supuestamente ilustradas.

A pesar de todo, para un liberal, progresistas y conservadores son primos, por muy lejanos y enemistados que parezcan estar. Ambos descansan demasiado en el poder del Estado, aunque los objetivos a lograr sean diferentes. El liberal siempre desconfiará del Estado, y tratará de reducirlo a su mínima expresión.

Comments:
Concuerdo contigo en que hay que tener sumo cuidado con los adjetivos. Fíjate en "liberal", que originalmente significaba una cosa y hoy significa (al menos en USA) precisamente lo opuesto.

Pero ojo, que lo mismo ha ocurrido con "conservador", que el de hoy, queriendo que el Estado meta la mano en todo desde moralidad, religión hasta para fortalecer el corporativismo y al Big Business en desmedro de la libertad económica. Ése "conservador", decía, está en la antípoda ideológica de lo que antes se entendía por ello, y que era precisamente alguien opuesto a que el Estado se metiera en asuntos de la persona humana.

Fijaos que los planes de gobierno y la ejecución de tales, en ambos partidos en EUA, no se diferencian demasiado.
 
Post a Comment

<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?