July 06, 2006
Noticia / Crítica : A La Hoguera con el Hereje
El hereje es Paul Belien, editor del diario digital liberal The Brussels Journal, que he citado en varias ocasiones. Belien es liberal, por lo tanto un pecador irredento. Pero esto no es todo. Además, no envía a sus hijos a la escuela, y los educa en casa. Es, horror de horrores, un “homeschooler”.
Paul Belien, y su esposa Alexandra Colen han educado en casa a sus cinco hijos. Cuatro ya están en la universidad. El quinto está terminando la secundaria, y sólo le falta terminar los exámenes. La Constitución belga permite la educación en casa.
¿Cuál es el problema con Belien?. Que las autoridades educativas belgas consideran que no ha educado adecuadamente a sus hijos, y no ha cumplido con sus obligaciones como padre, lo que es un delito.
¿Por qué?. Porque no ha querido firmar una “declaration of homeschooling” que obliga a educar a sus hijos “respecting the respect (sic) for the fundamental human rights and the cultural values of the child itself and of others”. La declaración no especifica qué significa esta frase, así que significa lo que los inspectores quieran.
Además, la Convención de las Naciones Unidas sobre Derechos del Niño prohíbe a los padres impedir a sus hijos interactuar con materiales que ellos juzguen inaceptables. Reconoce a los niños libertad de pensamiento, conciencia, y religión. Adicionalmente, el derecho de asociación.
Un caso más para la santa inquisición europea. Qué triste que un continente que produjo una pléyade de grandes pensadores se haya convertido en una ciénaga de burócratas liberticidas y plebes embrutecidas con el lema de “comamos y bebamos, que mañana moriremos”. Para echarse a llorar.
El hereje es Paul Belien, editor del diario digital liberal The Brussels Journal, que he citado en varias ocasiones. Belien es liberal, por lo tanto un pecador irredento. Pero esto no es todo. Además, no envía a sus hijos a la escuela, y los educa en casa. Es, horror de horrores, un “homeschooler”.
Paul Belien, y su esposa Alexandra Colen han educado en casa a sus cinco hijos. Cuatro ya están en la universidad. El quinto está terminando la secundaria, y sólo le falta terminar los exámenes. La Constitución belga permite la educación en casa.
¿Cuál es el problema con Belien?. Que las autoridades educativas belgas consideran que no ha educado adecuadamente a sus hijos, y no ha cumplido con sus obligaciones como padre, lo que es un delito.
¿Por qué?. Porque no ha querido firmar una “declaration of homeschooling” que obliga a educar a sus hijos “respecting the respect (sic) for the fundamental human rights and the cultural values of the child itself and of others”. La declaración no especifica qué significa esta frase, así que significa lo que los inspectores quieran.
Además, la Convención de las Naciones Unidas sobre Derechos del Niño prohíbe a los padres impedir a sus hijos interactuar con materiales que ellos juzguen inaceptables. Reconoce a los niños libertad de pensamiento, conciencia, y religión. Adicionalmente, el derecho de asociación.
Un caso más para la santa inquisición europea. Qué triste que un continente que produjo una pléyade de grandes pensadores se haya convertido en una ciénaga de burócratas liberticidas y plebes embrutecidas con el lema de “comamos y bebamos, que mañana moriremos”. Para echarse a llorar.
