August 06, 2006
Bloc de Notas : Diario de Fin de Siglo, Por Jean-Francois Revel (3)
En esta ocasión, presentaré entradas de temas económicos.
· ¿Acaso el capitalismo es el responsable de la explosión de la central nuclear de Chernobil, o de que la URSS enterrara en el mar de Barens miles de toneladas de desechos radioactivos?.
· Jean-Francois Kahn considera milagroso que la compañía estatal Electricité de France se digne poner en condiciones su propio material, después de más de 54 años de monopolio, y considera escandaloso que no lo hagan en su lugar las empresas privadas. Parece ignorar además que EDF ha subcontratado la mayoría de las reparaciones urgentes precisamente a compañías privadas.
· Choque frontal de dos trenes en Noruega. El año pasado hubo otro similar en Inglaterra. Según la prensa francesa, el de Inglaterra se debía a la privatización y el espíritu de lucro del capitalismo. Como en Noruega los ferrocarriles son estatales, en buena lógica ésta debía ser la causa del accidente. Pero de esto, ni una sola palabra.
· Escucho que en Gran Bretaña no se ha podido hacer frente a una epidemia de gripe por la insuficiencia de médicos y plazas de hospital. El cronista atribuye el problema a las políticas del thatcherismo. En la TV escucho que el personal hospitalario de Paris está en huelga por no poder atender las urgencias, y que en los hospitales de Estrasburgo ya no caben más enfermos de gripe. ¿Será culpa de la señora Thatcher?.
· La bestia negra del Estado, su enemigo ancestral, es el ciudadano independiente que se gana la vida por sus propios medios. A ese hay que castigarlo por su arrogancia, someterlo a la exterminación fiscal, pero cuidando que no desaparezca por completo, puesto que ello agotaría el manantial del dinero que el Estado redistribuye a la parte de la nación que mantiene, fastuosa o modestamente según el caso.
· En los Países Bajos el paro se ha reducido hasta el 2.7%. Consecuentemente, el Instituto de Empleo reduce su plantilla. Un sindicalista francés denuncia que la reducción del paro destruye puestos de trabajo.
· La presión fiscal en Francia alcanza el 46% del PIB, pero los hospitales, escuelas, universidades, y justicia, languidecen en la penuria y la decadencia. Max Gallo compara la Francia actual con el Antiguo Régimen agonizante. Los impuestos son aplastantes, pero falta el dinero en todas partes.
· Curiosa mentalidad de los franceses, que se indignan porque un empresario, que da de comer a cientos de miles de empleados, gane varios millones al año, pero que se prosternan de admiración ante un jugador de fútbol, un piloto de fórmula uno, o un cantante de variedades, que ganan 10 ó 15 veces más, y que establecen su domicilio en el extranjero para escapar del ogro fiscal francés.
· Lo que me asombra de las discusiones sobre la deuda es que los países deudores parecen olvidar que el dinero que se les reclama lo recibieron efectivamente en su día. Razonan como si se tratara de un impuesto, de una sustracción arbitraria, o una extorsión.
· Ayer se celebraron en varias capitales de Europa manifestaciones contra el capitalismo y la globalización. Confieso no comprender cómo el incendiar vehículos en Zurich contribuye a “regular el mercado”. Sin duda, los pensadores que consuman estos actos heroicos tienen una inteligencia superior a la media , y en todo caso superior a la mía.
· El 22 de abril se reunió en La Habana un grupo de dirigentes de 133 países “pobres”, es decir, empobrecidos por esos dirigentes. Ellos reclaman, en palabras de Castro, “otro Nuremberg para juzgar el nuevo orden económico mundial”. Que todavía haya jefes de Estado o Gobierno que vayan donde Castro a impregnarse de los secretos de su sabiduría política y económica lleva a preguntarse si la especie humana no debería desaparecer bajo los efectos de su propia necedad.
· En Francia, la mitad creadora de la población debe pelearse con los gobiernos para que le dejen producir con qué alimentar las “ventajas” adquiridas de la otra mitad.
· Corea del Norte ha registrado en dos años tres millones de muertos por hambre. La población ha pasado de 24.5 millones en 1997 a 21.4 millones en 1999.
· Acepto pagar impuestos con dos condiciones:
1. Que no sean dilapidados por un Estado derrochador.
2. Que no sean confiscatorios para unos y leves o inexistentes para otros.
En Francia, según el economista René Maury, el 50% de los contribuyentes sólo aporta el 4% de la recaudación, mientras que el 20% aporta el 80% de la misma.
En esta ocasión, presentaré entradas de temas económicos.
· ¿Acaso el capitalismo es el responsable de la explosión de la central nuclear de Chernobil, o de que la URSS enterrara en el mar de Barens miles de toneladas de desechos radioactivos?.
· Jean-Francois Kahn considera milagroso que la compañía estatal Electricité de France se digne poner en condiciones su propio material, después de más de 54 años de monopolio, y considera escandaloso que no lo hagan en su lugar las empresas privadas. Parece ignorar además que EDF ha subcontratado la mayoría de las reparaciones urgentes precisamente a compañías privadas.
· Choque frontal de dos trenes en Noruega. El año pasado hubo otro similar en Inglaterra. Según la prensa francesa, el de Inglaterra se debía a la privatización y el espíritu de lucro del capitalismo. Como en Noruega los ferrocarriles son estatales, en buena lógica ésta debía ser la causa del accidente. Pero de esto, ni una sola palabra.
· Escucho que en Gran Bretaña no se ha podido hacer frente a una epidemia de gripe por la insuficiencia de médicos y plazas de hospital. El cronista atribuye el problema a las políticas del thatcherismo. En la TV escucho que el personal hospitalario de Paris está en huelga por no poder atender las urgencias, y que en los hospitales de Estrasburgo ya no caben más enfermos de gripe. ¿Será culpa de la señora Thatcher?.
· La bestia negra del Estado, su enemigo ancestral, es el ciudadano independiente que se gana la vida por sus propios medios. A ese hay que castigarlo por su arrogancia, someterlo a la exterminación fiscal, pero cuidando que no desaparezca por completo, puesto que ello agotaría el manantial del dinero que el Estado redistribuye a la parte de la nación que mantiene, fastuosa o modestamente según el caso.
· En los Países Bajos el paro se ha reducido hasta el 2.7%. Consecuentemente, el Instituto de Empleo reduce su plantilla. Un sindicalista francés denuncia que la reducción del paro destruye puestos de trabajo.
· La presión fiscal en Francia alcanza el 46% del PIB, pero los hospitales, escuelas, universidades, y justicia, languidecen en la penuria y la decadencia. Max Gallo compara la Francia actual con el Antiguo Régimen agonizante. Los impuestos son aplastantes, pero falta el dinero en todas partes.
· Curiosa mentalidad de los franceses, que se indignan porque un empresario, que da de comer a cientos de miles de empleados, gane varios millones al año, pero que se prosternan de admiración ante un jugador de fútbol, un piloto de fórmula uno, o un cantante de variedades, que ganan 10 ó 15 veces más, y que establecen su domicilio en el extranjero para escapar del ogro fiscal francés.
· Lo que me asombra de las discusiones sobre la deuda es que los países deudores parecen olvidar que el dinero que se les reclama lo recibieron efectivamente en su día. Razonan como si se tratara de un impuesto, de una sustracción arbitraria, o una extorsión.
· Ayer se celebraron en varias capitales de Europa manifestaciones contra el capitalismo y la globalización. Confieso no comprender cómo el incendiar vehículos en Zurich contribuye a “regular el mercado”. Sin duda, los pensadores que consuman estos actos heroicos tienen una inteligencia superior a la media , y en todo caso superior a la mía.
· El 22 de abril se reunió en La Habana un grupo de dirigentes de 133 países “pobres”, es decir, empobrecidos por esos dirigentes. Ellos reclaman, en palabras de Castro, “otro Nuremberg para juzgar el nuevo orden económico mundial”. Que todavía haya jefes de Estado o Gobierno que vayan donde Castro a impregnarse de los secretos de su sabiduría política y económica lleva a preguntarse si la especie humana no debería desaparecer bajo los efectos de su propia necedad.
· En Francia, la mitad creadora de la población debe pelearse con los gobiernos para que le dejen producir con qué alimentar las “ventajas” adquiridas de la otra mitad.
· Corea del Norte ha registrado en dos años tres millones de muertos por hambre. La población ha pasado de 24.5 millones en 1997 a 21.4 millones en 1999.
· Acepto pagar impuestos con dos condiciones:
1. Que no sean dilapidados por un Estado derrochador.
2. Que no sean confiscatorios para unos y leves o inexistentes para otros.
En Francia, según el economista René Maury, el 50% de los contribuyentes sólo aporta el 4% de la recaudación, mientras que el 20% aporta el 80% de la misma.
