Panafreedom

Entrevista : Alberto Benegas Lynch

Para mi, el principal intelectual liberal de América Latina. Me gusta por la amplitud de sus conocimientos, su defensa de los principios liberales, su apertura intelectual, y su capacidad de disección.

A continuación, algunos extractos de una entrevista efectuada por Luis Balcarce.

· Si no se comprende que producción y distribución son procesos simultáneos e indivisibles, y que la redistribución daña especialmente a los que se pretende proteger, llegamos a la gran paradoja de nuestro tiempo : se perjudica a los más necesitados con la mayor buena voluntad.

· Las estrategias de planificación económica seducen a la burocracia porque le da más poder para decidir qué actividades privilegiar y cuáles no. Luego, a pseudoempresarios que van a tener mercados cautivos y privilegios. Finalmente, a los comités de sabios, que destacen por su soberbia y arrogancia. La planificación enfrenta la información dispersa con la ignorancia concentrada. Pretender dirigir la producción es una característica propiamente fascista.

· Hay liberales que se ponen la etiqueta, pero no tienen nada de liberales. Conozco gente que ha sido socialista y tengo más confianza en ellos porque demuestran un mayor conocimiento de lo que significa la libertad.

· El problema del “neoliberalismo” no lo planteó inicialmente la izquierda sino muchos pseudoliberales. A principio de los 80 se notaba una influencia de las ideas liberales, pero luego aparecieron los tilingos de siempre.

· Eric Fromm tiene reflexiones muy interesantes sobre el poder, y muestra paradójicamente que el poderoso es una persona débil, débil mental, débil moral, que necesita dominar a otros para completar su yo, igual que los sadomasoquistas.

· Después de la revolución marginalista Marx no escribió nada más. La columna vertebral de la teoría de la explotación es la teoría del valor-trabajo. El primer tomo de El Capital data de 1867. Pero Marx tenía escritos los dos últimos tomos antes de publicar el primero. Pero no quiso que se publicaran en vida.

· Ropke dice que la diferencia entre una sociedad abierta y una totalitaria no es que en la primera haya más heladeras y hamburguesas, sino que hay sistemas institucionales y éticos opuestos. Si se pierde la brújula en esta área, además nos vamos a quedar sin heladeras y hamburguesas.

Hay muchas más cosas interesantes. No se la pierdan.