September 06, 2006
Galería de Hipócritas : Conclusión
¿Cómo puede explicarse que tantos individuos prominentes no actúen de acuerdo a sus creencias?
Al Franken, Michael Moore, Barbra Streisand no son racistas porque contratan pocos negros, o ninguno. Simplemente contratan a los más calificados. Nancy Pelosi no desprecia los sindicatos porque no los permite en el negocio familiar. Simplemente trata de administrar el negocio eficiente y efectivamente. Ted Kennedy no deja de preocuparse por el ambiente a pesar de estar en el negocio del petróleo. Simplemente aprovecha una oportunidad rentable. Hillary Clinton, Kennedy, Streisand, y los otros no son avaros o egoístas por tratar de pagar pocos impuestos. Simplemente trabajaron duro por su dinero y quieren conservarlo.
La pregunta no es por qué viven como viven, sino por qué mantienen ideas que contradicen totalmente su comportamiento. ¿Por qué ponen etiquetas, como racista, avaro, y otras, a gente que hacen lo mismo que ellos, pero sin hipocresía?.
Me temo que la respuesta es más bien siniestra. La experiencia les ha enseñado que sus ideas no funcionan. Por ello, han concluido que son destructivas e impracticables para ellos.
Pero entonces, ¿por qué las mantienen?. Porque son un arma contra sus enemigos. Las acusaciones de racismo y avaricia, por ejemplo, pueden tener consecuencias. En el peor de los casos, los acusados tienen que dedicar tiempo a defenderse. Y esto proporciona una interesante ventaja en la lucha política.
La verdadera tragedia es que mucha gente considera estas ideas más que armas de conveniencia. Chomsky pone su dinero en fideicomisos para evitar los impuestos, pero muchos de sus alumnos que creen en su palabra toman decisiones que les impedirán llevar una vida confortable en el futuro. Michael Moore invierte en bolsa como un profesional, pero quienes siguen sus consejos acumularán pocos fondos para su jubilación. Cornel West explota económicamente sus oportunidades, pero muchos de sus alumnos rechazan una carrera en los negocios para no contaminarse.
Estos izquierdistas viven en un mundo perfecto. Por un lado se consideran moralmente superiores, porque combaten el racismo, la avaricia, la opresión, la desigualdad. Pero por otro lado, esto no les cuesta nada, porque viven como auténticos potentados.
Hay que terminar con el juego. La próxima vez que escuche los sermones de alguno de ellos, pregúntele : “Todo lo que dice está muy bien, pero... ¿practica usted lo que predica?”.
( Peter Schweizer, Do As I Say, Doubleday, 2005, Pag. 215-219 )
¿Cómo puede explicarse que tantos individuos prominentes no actúen de acuerdo a sus creencias?
Al Franken, Michael Moore, Barbra Streisand no son racistas porque contratan pocos negros, o ninguno. Simplemente contratan a los más calificados. Nancy Pelosi no desprecia los sindicatos porque no los permite en el negocio familiar. Simplemente trata de administrar el negocio eficiente y efectivamente. Ted Kennedy no deja de preocuparse por el ambiente a pesar de estar en el negocio del petróleo. Simplemente aprovecha una oportunidad rentable. Hillary Clinton, Kennedy, Streisand, y los otros no son avaros o egoístas por tratar de pagar pocos impuestos. Simplemente trabajaron duro por su dinero y quieren conservarlo.
La pregunta no es por qué viven como viven, sino por qué mantienen ideas que contradicen totalmente su comportamiento. ¿Por qué ponen etiquetas, como racista, avaro, y otras, a gente que hacen lo mismo que ellos, pero sin hipocresía?.
Me temo que la respuesta es más bien siniestra. La experiencia les ha enseñado que sus ideas no funcionan. Por ello, han concluido que son destructivas e impracticables para ellos.
Pero entonces, ¿por qué las mantienen?. Porque son un arma contra sus enemigos. Las acusaciones de racismo y avaricia, por ejemplo, pueden tener consecuencias. En el peor de los casos, los acusados tienen que dedicar tiempo a defenderse. Y esto proporciona una interesante ventaja en la lucha política.
La verdadera tragedia es que mucha gente considera estas ideas más que armas de conveniencia. Chomsky pone su dinero en fideicomisos para evitar los impuestos, pero muchos de sus alumnos que creen en su palabra toman decisiones que les impedirán llevar una vida confortable en el futuro. Michael Moore invierte en bolsa como un profesional, pero quienes siguen sus consejos acumularán pocos fondos para su jubilación. Cornel West explota económicamente sus oportunidades, pero muchos de sus alumnos rechazan una carrera en los negocios para no contaminarse.
Estos izquierdistas viven en un mundo perfecto. Por un lado se consideran moralmente superiores, porque combaten el racismo, la avaricia, la opresión, la desigualdad. Pero por otro lado, esto no les cuesta nada, porque viven como auténticos potentados.
Hay que terminar con el juego. La próxima vez que escuche los sermones de alguno de ellos, pregúntele : “Todo lo que dice está muy bien, pero... ¿practica usted lo que predica?”.
( Peter Schweizer, Do As I Say, Doubleday, 2005, Pag. 215-219 )
Comments:
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La conclusión me ha gustado incluso más que los capítulos personales.Indudablemente,estos izquierdistas consiguen lo mejor de los dos mundos.Por eso Schweizer ha hecho una buena labor al poner de manifiesto sus contradicciones.
# posted by 
: 2:47 PM
: 2:47 PM
Cierto.Una de dos,o cambian sus ideas o cambian su vida.Aunque sospecho que van a seguir como hasta ahora.Hoy día basta con recitar la vulgata progresista para que ya no tengas que explicar nada.Bueno,que lo disfruten mientras dure.
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