October 06, 2006

 
Seguridad Pública Nihilista

Por: Ricardo Soto, de la Fundación Libertad de Panamá

Durante una reciente sesión de adoctrinamiento pro desarme y consulta del anteproyecto de control de armas, patrocinado por nuestro Ministerio de Gobierno y Justicia, pude percatarme de la nefasta influencia que las ideas de Rosseau han tenido en el pensamiento de las ciencias sociales. Lo más lamentable es que parece que las mismas fundamentan nuestra actual política de seguridad pública. Los efectos para la sociedad panameña van a ser lamentables.

Cuando Occidente creía en el Dios judeo-cristiano, se sostenía que el ser humano, por estar contaminado por el pecado original, no era ni bueno ni malo, ni ángel ni demonio, y tenía el libre albedrío para decidir si podía hacer el bien o hacer el mal; por esas decisiones era individualmente responsable ante Dios y sus congéneres.Rosseau vino a cambiar todo esto, al afirmar que el ser humano nace bueno y la sociedad lo corrompe.

Nunca se resolvió la falacia de composición implícita en esta proposición. Si los humanos nacen buenos, pero la sociedad los corrompe, y la sociedad no es más que un conjunto de seres humanos, entonces éstos o no son buenos o no son responsables por la corrupción. Los efectos prácticos de la teoría del Buen Salvaje de Rosseau han sido funestos.

Se elimina el libre albedrío y la responsabilidad individual, ahora todos somos responsables y todos somos víctimas al mismo tiempo. Los Estados son ahora reflejo de la voluntad general de la sociedad y no de unos pocos políticos y burócratas. Las consecuencias prácticas de estas ideas son el totalitarismo, la guerra total y el terrorismo moderno. Estos son los resultados de adjudicar responsabilidades a la "sociedad" y no a personas concretas.

En el aspecto de seguridad pública se refleja en la tendencia de muchos políticos de izquierda, políticamente correcta, "cristiana" o marxista, y auspiciados por supuesto por la ONU, de reemplazar la simpatía a las víctimas de los delincuentes por la simpatía hacia los delincuentes los cuales ahora son "víctimas de la sociedad".Culpable es ahora quien tiene miedo porque es racista o clasista, quien defiende sus derechos con armas porque no confía en el Santo Estado para su protección, quien exige aumento de penas porque significa exigir responsabilidades a los individuos y no a la "sociedad", culpables son las víctimas que exigen justicia porque son ellas quienes crearon a los delincuentes.

Nietzsche predijo que con la transvaloración de todos los valores que seguiría a la muerte de Dios, la simpatía por las víctimas se convertiría en simpatía por los victimarios. Y la izquierda, para la cual Dios murió primero, inclusive en el caso de las "izquierdas cristianas", tiene una larga tradición desde Rosseau y Condorcet de justificación de los victimarios y de predicar la no resistencia contra el mal.

Los efectos prácticos lo vemos en nuestra actual política de (in) seguridad pública. Las mismas personas que se oponen a que se aumenten las penas a los delitos violentos, pese a que existe una creciente evidencia científica de que alrededor del 20% de los delincuentes violentos no son rehabilitables, que se oponen a exigir responsabilidades a los menores de edad pese a que se han convertido en los reclutas ideales de las bandas criminales, que se oponen a una política de mano dura, pese a que existe una creciente evidencia global de que el índice de detenciones y arrestos sí incide en la delincuencia violenta, que omiten de plano mencionar todos los males surgidos de la actual política estatal sobre las drogas, son las que organizan conferencias para "demostrar" que defenderse es inútil, que tener las armas para defenderse es malo y que quienes las tienen legalmente deben pagar, en la mejor encarnación de la creencia de las izquierdas en las responsabilidades colectivas, por los desmanes cometidos por quienes las tienen ilegalmente.

Lo que nos ofrecen es una receta para la inseguridad, al bajar el costo de cometer delitos ya que se disminuye el temor a ser castigado por el Estado y se evita que sus potenciales víctimas se resistan. Cuando se nos solicita que en estos temas no hagamos caso al sentido común y en su lugar escuchemos las ideas de los "expertos", debemos recordar que en las ciencias sociales, fuertemente ideologizadas, la "verdad" es una función del poder. Y poder significa aquí, hacer a las personas más dependientes y dóciles, con la delincuencia actuando como instrumento.

"La seguridad ciudadana es una responsabilidad exclusiva del Estado, las personas no deben tratar de defenderse sino confiar en la policía y el sistema judicial", son las frases que más repiten. La creencia en las responsabilidades colectivas va de la mano de la fe de un Estado omnipotente, omnipresente, omnisciente. El nuevo anteproyecto de la ley de control de armas, es producto de esta mentalidad, fue hecho a espaldas de las personas interesadas y es un reflejo de esta mentalidad nihilista.

Comments:
Hola Francisco:
Este comentario, por lo menos, me clarifica algunas conductas de la izquierda. Dices: "Se elimina el libre albedrío y la responsabilidad individual, ahora todos somos responsables y todos somos víctimas al mismo tiempo. " Aplicado en política significa como tú dices que nadie es responsable. Y eso yo lo veo cuando discutó sobre el derrumbe de la democracia chilena. La izquierda dice: "Todos somos culpables" por el quiebre. Además, los socialistas nunca asumen su responsabilidad, ya que siempre es el otro.Por eso, preguntan cómo surgió Pinochet y otros. Para ellos sus acciones no tienen repercusiones en los demás. Más ahora, en que quieren mostrar que a los militares les movió la ambición y que nunca hubo una cuasi guerra civil. Me cito lo que escribí en el blog "Verdad y Libertad":
ideologismo
(Aquí hay un cuadro sobre la violencia entre 1967 -1973)
"A raíz del 11 de septiembre nuestro, le envié por e-mail un compañero de universidad y militante del Partido por la Democracia (PPD), unos cuadros que la Caldera de la Hechizada había colocado sobre la violencia de la izquierda entre 1967 y 1973. Él me respondió:
"Si los datos que me has mandado son sobre Chile, te quiero decir que también compartes con el Tata la patología de Locura… La historia reciente de Chile a medida que se ha ido conociendo es terrible. Creo sinceramente, sin caer en ningún ideologismo, que estuvimos gobernados por una cartel de delincuentes, ladrones y criminales…Me quedo con las enseñanzas de Orwell. Por eso lo cito tanto en el libro que estoy escribiendo…"

Por lo que se desprende de sus palabras, yo estaría haciendo ideología, esto es, estaría inventando esos datos. Por tanto, la izquierda entre 1967 y 1973 actuó de manera repúblicana. Sin embargo, la izquierda para justicar su fracaso político, económico, ideológico y militar de la Unidad Popular, le culpa de todo a los cientos de militares encerrados. El efecto es responsable de la causa. Típica lógica del mundo ‘progresista’.

Mi compañero de estudio es Mario Lagomarsino.

De hecho, la última vez que fui a su casa, me preguntó asombrado por qué surgió el movimiento ‘Patria y Libertad’, Manuel Contreras, la DINA y la CNI. Yo le respondí tranquilamente que fue el Partido Socialista con su congreso en Chillán, el Mir y la violencia revolucionaria. Él me respondió con la típica de la izquierda: "Todo era retórica". Para él, por tanto, el Mir no era un grupo terrorista. Dijo que Manuel Contreras era el terrorista. Así los que vencieron a los terroristas de la izquierda guevarista en América Latina son convertidos en 'terroristas'. Los auténticos terrorista son los héroes. Además, le cité lo que dijeron los señores Adolfo Tannenbuan y Alejandro Rojas. No dimensionó el hecho de imponer una dictadura comunista en una sociedad democrática liberal. Además, le nombré algunas políticas de la Unidad Popular, como ENU y las JAP. Para Mario Lagomarsino: "todo fue retórica".

Mi mismo compañero escuchó la confesión de los dos militantes (Adolfo Tannenbuan y Alejandro Rojas) del Mapu. Me cito:"Hace como un año y medio para las elecciones de consejales y alcandes, dos personas del Partido Por la Democracia (PPD) y en la época de la Unidad Popular eran del Movimiento de Acción Popular Unitaria (MAPU), que se declaró marxista-leninista, me dijeron cosas que yo se lo había escuchado al dictador. El primero es el señor Adolfo Tannenbaun, ingeniero comercial y contador auditor, y primer seremi de Transporte de la V Región, durante el primer gobierno de la Concertación. Tannenbaun me dijo: "La caída de Allende se adelantó a la de la Unión Soviética". Estaba asombrado. No lo podía creer. Digno de Rypley. El otro señor, que es un funcionario de la municipalidad de Viña del Mar, Alejandro Rojas, me dijo: "Queríamos instalar una dictadura cubana. Perdimos. Ahora seríamos pobres". Cabe señalar que ambas confidencias fueron realizadas en dos reuniones, en la que no estaba ni el uno ni el otro a la vez."

Las palabras de mi compañero muestran que la estrategia de cambiar la historia ha tenido un éxito relativo. Han ganado una batalla, más no la guerra. Quieren mostrar que a los militares les movió un deseo egoísta y que el país no estaba al borde de una guerra civil. Con todo, la izquierda se contradice a sí misma. Bastaría leer la prensa de izquierda de la UP para darse cuenta que eran unos brutos o cabezas de músculos.

¡Qué más ideologismo que decir que ‘todo era retórica’ y echarle la culpa a otro! Ese el comportamiento típico de la izquierda. La culpa de sus fracasos es siempre del otro: antes era el imperialismo norteamericano y la CIA, y ahora es el FMI. Ello supone que las acciones de la izquierda no tienen repercusiones en los demás y que los eventos no tienen ninguna explicación. Siempre es el otro.

Mi compañero de estudio se equivoca cuando dice: "Todo es retórica". Esa frase la comenzaron a decir después del 11, no antes. Esa frase equivale al refrán, después de la batalla, todos son generales. Por tanto, Mario Lagomarsino una vez más desprecia la lógica. En un tiempo x1 decía: "la dictadura comunista cubana" y luego en otro tiempo x2, dicen: "Todo es retórica".

Lagomarsino está equivocado, pues la historiadora Patricia Arancibia Clavel escribió un libro o un estudio de investigación en que registra los hechos violentos de la izquierda entre 1967 y 1973.

A los blogueros de espíritu libre que no aceptamos las verdades oficiales (Rettig y Valech), sino que confiamos en nuestra propia razón o libre exámen para sopesar teorías y hechos, tenemos una gran tarea por delante: no aceptar que se cambie la historia. Basta ver el libro de José Piñera "Una Casa Dividida" para contrarrestarlo con las mentiras del Contexto del Informe Valech.

Cuando salga el libro de Mario Lagomarsino, hay criticarlo y citarle a Orwell, para probarle que la Concertación ha puesto en práctica la frase de Orwell: "el que controla el presente contralará el pasado". Y que ellos cuando nombran a Contreras u otro tienen su minuto de odio."
Fuente: http://revindicacion.blogspot.com/
Por eso creo que los deje a ellos, porque nunca asumen su responsabilidad.
 
Javier:Poco puedo añadir a tu comentario.Desde luego,hay que insistir continuamente en mostrar la historia como fue.La izquierda en general es maestra en repetir consignas sin pruebas que poco a poco van calando en la mente de la gente.Hay que contradecirlas.También tratan de intimidar a través de insultos,de los que uno tiene que reirse con buen humor.Por supuesto,hay que usar con ellos el mayor sarcasmo posible.Y hay que ser decentes con los que son decentes.Mi consejo es nunca rehuir la pelea sea en el campo que sea.
 
Gracias por tu consejo.
 
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