November 05, 2007
Comentario : Los hechos son tercos
Hace algunas semanas comenté la brillante idea de un diputado que, lleno de santa indignación, anunciaba que iba a proponer aumentar el impuesto a la cajetilla de cigarrillos en 1.50 dólares. El precio típico de una cajetilla es de $1.50 y el impuesto representa casi $0.50. Ya entonces advertí que el contrabando aumentaría dramáticamente.
Pues bien, en un resumen de prensa que recibo diariamente en mi correo electrónico, encuentro lo siguiente :
“El contrabando de cigarrillos ha vuelto a tomar auge en Panamá. Entre enero y septiembre de este año, la Dirección General de Aduanas logró decomisar 791 pacas de cigarrillos, valoradas en 500 mil dólares en el mercado negro. El 95% del contrabando procede de la Zona Libre de Colón y se comercializa al detal en los barrios de Calidonia, San Felipe y Juan Díaz.
Algunos comerciantes aseguran que el contrabando es incentivado por los altos impuestos. Hoy el cigarrillo paga un 32% en Impuesto Selectivo al Consumo y un 15% del Impuesto de Transferencia de Bienes Muebles y Servicios. Aduanas reconoce que es difícil frenar este contrabando”.
Los impuestos actuales no incluyen el dólar y medio adicional que propone el diputado. Así que no hace falta mucha imaginación para saber lo que va a pasar si se aprueba su proyecto. Por cierto, hace unos días un avispado reportero – rara avis en estas tierras – le preguntó al diputado de marras si no creía que el impuesto adicional incentivaría el contrabando. Respuesta del diputado : “En absoluto. Todo lo que se necesita es que Aduanas haga su trabajo”. Es decir, sólo se necesita un milagro. Y como todos sabemos, los milagros suceden todos los días. ¿De qué otra manera puede explicarse que nuestro diputado hubiera sido elegido para el puesto?
Hace algunas semanas comenté la brillante idea de un diputado que, lleno de santa indignación, anunciaba que iba a proponer aumentar el impuesto a la cajetilla de cigarrillos en 1.50 dólares. El precio típico de una cajetilla es de $1.50 y el impuesto representa casi $0.50. Ya entonces advertí que el contrabando aumentaría dramáticamente.
Pues bien, en un resumen de prensa que recibo diariamente en mi correo electrónico, encuentro lo siguiente :
“El contrabando de cigarrillos ha vuelto a tomar auge en Panamá. Entre enero y septiembre de este año, la Dirección General de Aduanas logró decomisar 791 pacas de cigarrillos, valoradas en 500 mil dólares en el mercado negro. El 95% del contrabando procede de la Zona Libre de Colón y se comercializa al detal en los barrios de Calidonia, San Felipe y Juan Díaz.
Algunos comerciantes aseguran que el contrabando es incentivado por los altos impuestos. Hoy el cigarrillo paga un 32% en Impuesto Selectivo al Consumo y un 15% del Impuesto de Transferencia de Bienes Muebles y Servicios. Aduanas reconoce que es difícil frenar este contrabando”.
Los impuestos actuales no incluyen el dólar y medio adicional que propone el diputado. Así que no hace falta mucha imaginación para saber lo que va a pasar si se aprueba su proyecto. Por cierto, hace unos días un avispado reportero – rara avis en estas tierras – le preguntó al diputado de marras si no creía que el impuesto adicional incentivaría el contrabando. Respuesta del diputado : “En absoluto. Todo lo que se necesita es que Aduanas haga su trabajo”. Es decir, sólo se necesita un milagro. Y como todos sabemos, los milagros suceden todos los días. ¿De qué otra manera puede explicarse que nuestro diputado hubiera sido elegido para el puesto?