November 01, 2007
Comentario : ¿Qué diablos significa “especular”?
En Panamá se da un curioso fenómeno. Cuando suben los precios del petróleo, periodistas, comentaristas y economistas nos anuncian, con ceño fruncido y rostro compungido, que como consecuencia subirán prácticamente los precios de todos los productos.
Pero cuando las subidas anunciadas se materializan, entonces dicen que todo es producto de la “especulación”.
¿Qué es especular? Para mí, comprar algo que uno espera que suba de precio con cierta rapidez para así obtener una bonita ganancia. Por ejemplo, si creo que ciertos terrenos se van a revalorizar rápidamente por alguna razón, compro. Si tenía razón en mis predicciones gano, y si no, puede que no gane o incluso pierda.
El Diccionario de la Real Academia define especular así : “Efectuar operaciones comerciales o financieras, con la esperanza de obtener beneficios basados en las variaciones de los precios o de los cambios”.
En los últimos dos meses, se discute mucho en Panamá sobre el aumento de los precios del arroz. Es obvio que no existe especulación en sentido estricto. Quienes hablan de especulación, lo que quieren decir es que los precios son demasiado altos, que es algo muy distinto.
Yo he tratado de reconstruir el movimiento de los precios del arroz especial, que es el más caro, en las diferentes etapas de la cadena de producción y comercialización, leyendo y escuchando a unos y otros.
Los productores venden en promedio a los molineros la libra de arroz a 17.50 centavos. Ganan 3.50 centavos por libra, o un 20% sobre el precio de venta. En el proceso de secar y moler, el arroz pierde el 43% del peso, lo que lleva el precio a 30.70 centavos. Los costos de moler, secar, empacar y transportar suben el precio a 38.75 centavos. Los molineros venden a los supermercados a 42 centavos, con una ganancia de 3.25 por libra, o un 7.7% sobre el precio de venta. El costo de manejo de los supermercados es de 2 centavos. El precio de venta está ente 44 y 53 centavos, con un promedio de 47. Así que el promedio de ganancia es de 3 centavos, un 6.4% sobre el precio de venta.
Visto lo anterior, me interesa comentar algunas declaraciones de ciertos personajes relacionados con el arroz.
Un diputado dice que promoverá una ley para sancionar a los agentes económicos que especulen con los precios del arroz y otros productos de la canasta básica de alimentos. Yo tengo una enorme curiosidad por saber cómo diablos van a establecer en qué consiste la especulación. Para saber si un precio es “excesivo” hay que saber por anticipado cuál es el precio “correcto”.Sospecho que la dichosa ley va a morir en su cuna.
En Panamá se da un curioso fenómeno. Cuando suben los precios del petróleo, periodistas, comentaristas y economistas nos anuncian, con ceño fruncido y rostro compungido, que como consecuencia subirán prácticamente los precios de todos los productos.
Pero cuando las subidas anunciadas se materializan, entonces dicen que todo es producto de la “especulación”.
¿Qué es especular? Para mí, comprar algo que uno espera que suba de precio con cierta rapidez para así obtener una bonita ganancia. Por ejemplo, si creo que ciertos terrenos se van a revalorizar rápidamente por alguna razón, compro. Si tenía razón en mis predicciones gano, y si no, puede que no gane o incluso pierda.
El Diccionario de la Real Academia define especular así : “Efectuar operaciones comerciales o financieras, con la esperanza de obtener beneficios basados en las variaciones de los precios o de los cambios”.
En los últimos dos meses, se discute mucho en Panamá sobre el aumento de los precios del arroz. Es obvio que no existe especulación en sentido estricto. Quienes hablan de especulación, lo que quieren decir es que los precios son demasiado altos, que es algo muy distinto.
Yo he tratado de reconstruir el movimiento de los precios del arroz especial, que es el más caro, en las diferentes etapas de la cadena de producción y comercialización, leyendo y escuchando a unos y otros.
Los productores venden en promedio a los molineros la libra de arroz a 17.50 centavos. Ganan 3.50 centavos por libra, o un 20% sobre el precio de venta. En el proceso de secar y moler, el arroz pierde el 43% del peso, lo que lleva el precio a 30.70 centavos. Los costos de moler, secar, empacar y transportar suben el precio a 38.75 centavos. Los molineros venden a los supermercados a 42 centavos, con una ganancia de 3.25 por libra, o un 7.7% sobre el precio de venta. El costo de manejo de los supermercados es de 2 centavos. El precio de venta está ente 44 y 53 centavos, con un promedio de 47. Así que el promedio de ganancia es de 3 centavos, un 6.4% sobre el precio de venta.
Visto lo anterior, me interesa comentar algunas declaraciones de ciertos personajes relacionados con el arroz.
Un diputado dice que promoverá una ley para sancionar a los agentes económicos que especulen con los precios del arroz y otros productos de la canasta básica de alimentos. Yo tengo una enorme curiosidad por saber cómo diablos van a establecer en qué consiste la especulación. Para saber si un precio es “excesivo” hay que saber por anticipado cuál es el precio “correcto”.Sospecho que la dichosa ley va a morir en su cuna.
Un obispo dice que el comercio y los mercados deben estar al servicio del hombre y no al contrario. Por lo visto no se ha dado cuenta de que lo están. Sólo que hace falta una pequeña condición, que sean libres. En un mercado libre todos nos beneficiamos, lo que no sucede en los mercados intervenidos.
Un entrevistador de TV pregunta la burrada del año: Sí los productores venden la libra de arroz a 17.50 centavos, y los supermercados a 47 centavos, ¿quién se queda con la diferencia?
El director de una fantasmal unión de consumidores dice que el aumento de los precios del arroz se debe al voraz apetito de ganancias de productores, molineros y comerciantes. Pero si tienen tanto apetito, ¿por qué los precios se mantuvieron prácticamente fijos durante 30 años?
Finalmente, el Presidente Torrijos atribuye el problema de los precios a “algunos comerciante inescrupulosos”. Entonces, ¿dónde está el problema?
Si la mayoría de los comerciantes son escrupulosos, sea lo que sea que esto signifique, la solución es sencilla : no compren a los inescrupulosos y asunto resuelto.
