April 17, 2005
Lectura : La Verdad para el mundo de Juan Pablo II
Para algunos, es imposible concebir que JP II favorezca los mercados libres y el gobierno limitado como la mejor forma de ayudar a los pobres, y a la vez critique el materialismo y el consumismo. Para ellos, estar a favor de los pobres implica estar a favor de algún tipo de planificación económica socialista.
Así mismo, los “expertos” apuntan a una contradicción esencial en el legado del Papa. Con una sonrisita condescendiente, apuntan que el Papa era “progresista” en materias de justicia social, pero “conservador” en teología moral.
El mayor error de los analistas es asumir que si sus enseñanzas son contra-culturales, deben ser por ello “anticuadas”.
Una monja izquierdista se burlaba de que las enseñanzas morales del Papa provenían del siglo XIII. La verdad es que son mucho más antiguas. Son del siglo I, y algunas del tiempo de Moisés.
Algo puede no estar en sintonía con la cultura contemporánea por estar anticuado, pero también por estar adelantado. En todo caso, desde cuándo es la modernidad el criterio de la verdad?
Una de las marcas de la grandeza de JP II fue su rechazo a las categorías y limitaciones ideológicas, y su capacidad para mantener un pensamiento complejo. Por ejemplo, no veía ninguna contradicción entre celebrar la vocación de los líderes empresariales, y a la vez defender los derechos y la dignidad de los pequeños agricultores.
(Reverendo Robert Sirico, Acton Institute)
Para algunos, es imposible concebir que JP II favorezca los mercados libres y el gobierno limitado como la mejor forma de ayudar a los pobres, y a la vez critique el materialismo y el consumismo. Para ellos, estar a favor de los pobres implica estar a favor de algún tipo de planificación económica socialista.
Así mismo, los “expertos” apuntan a una contradicción esencial en el legado del Papa. Con una sonrisita condescendiente, apuntan que el Papa era “progresista” en materias de justicia social, pero “conservador” en teología moral.
El mayor error de los analistas es asumir que si sus enseñanzas son contra-culturales, deben ser por ello “anticuadas”.
Una monja izquierdista se burlaba de que las enseñanzas morales del Papa provenían del siglo XIII. La verdad es que son mucho más antiguas. Son del siglo I, y algunas del tiempo de Moisés.
Algo puede no estar en sintonía con la cultura contemporánea por estar anticuado, pero también por estar adelantado. En todo caso, desde cuándo es la modernidad el criterio de la verdad?
Una de las marcas de la grandeza de JP II fue su rechazo a las categorías y limitaciones ideológicas, y su capacidad para mantener un pensamiento complejo. Por ejemplo, no veía ninguna contradicción entre celebrar la vocación de los líderes empresariales, y a la vez defender los derechos y la dignidad de los pequeños agricultores.
(Reverendo Robert Sirico, Acton Institute)