April 30, 2009

 

La lista roja de Hollywood


La leyenda cuenta que durante los tiempos de McCarthy se dió una orgía de “caza de brujas” en Hollywood, y que decenas o centenares de actores, guionistas, directores y productores fueron incluidos en listas negras para que no pudieran conseguir trabajo. Todo su crimen consistía en que eran idealistas que tenían algún tipo de relación con organizaciones comunistas que, como todo el mundo sabe, sólo buscaban el bienestar de la gente.

La primera vez que leí algo en contra de la leyenda fue en un libro de Ayn Rand. Ella decía que lo que había sucedido, en términos generales, y sin negar algún caso particular, era exactamente lo contrario. Quienes tuvieron problemas serios para trabajar en Hollywood fueron los anticomunistas. Rand debía saber algo puesto que sus novelas fueron llevadas al cine con éxito.

Otro indicio fue lo que cuenta Paul Johnson en su libro “Intelectuales” sobre Bertolt Brecht. Brecht compareció ante el HUAC y no tuvo el más mínimo problema. Si esta era una caza de brujas, o las brujas eran muy hábiles, o los cazadores eran bastante torpes.

Ahora encuentro un artículo con una serie de detalles sumamente interesantes. Por ejemplo, los izquierdistas actuales culpan a McCarthy por las listas negras y denigran al House of Un-American Activities Committee (HUAC). Pero pasan por alto que McCarthy fue elegido senador en 1947 y que el HUAC fue establecido en 1934 por los Demócratas.

McCarthy no tuvo nada que ver con investigaciones sobre comunistas en la industria del cine, las cuales fueron llevadas a cabo por la Cámara de Representantes. Más aún, estas investigaciones fueron solicitadas por actores y productores como reacción a las listas negras del Partido Comunista.

La izquierda norteamericana ha cultivado el mito de que el PCUSA y sus asociados eran gente honesta motivados por el idealismo y el amor a la libertad. Pero la apertura de los archivos soviéticos demostró que el PCUSA estuvo siempre controlado y financiado por Moscú, o sea, era una simple rama del PC de la URSS.

Volviendo a Hollywood, Morrie Ryskind era una guionista que había ganado varios premios. Desde que declaró ante el HUAC sobre la presencia de comunistas en Hollywood no pudo conseguir empleo. Y hace algunos años el nombre de Robert Montgomery fue eliminado del edificio de Sony Studio Lot porque fue un testigo amigable ante el HUAC.

Es conocido el caso de Elia Kazan. Los izquierdistas bloquearon el premio que le iban a otorgar el American Film Institute y Los Ángeles Film Critics Association por el trabajo de toda su carrera, cuando ya tenía 87 años de edad. Su gran pecado fue haber declarado en 1952 ante el HUAC que él y ocho amigos habían sido miembros del PCUSA.

A veces la historia tiene sus venganzas. Otto Katz fue el agente del Comintern enviado por Stalin para introducirse en Hollywood. Llegó en 1934 y con el tiempo consiguió un éxito rotundo. Posteriormente fue arrestado en Praga durante las purgas Rajk-Slansky. Fue torturado, juzgado y ahorcado. Sus amigos de Hollywood ni siquiera abrieron la boca.

April 29, 2009

 

Rethinking Green: Derechos de propiedad y recursos costeros


Muchos problemas ambientales en las costas no son fundamentalmente diferentes de los de las áreas interiores. Pero hay que tomar en cuenta que más del 50% de los norteamericanos viven dentro del área de 50 millas de las costas, y se espera que ese porcentaje siga aumentando. El desarrollo inadecuado de las costas puede causar erosión, polución del agua, grandes pérdidas de árboles, humedales, peces y vida silvestre.

Muchos recursos costeros tienen las características de pool común. Esto significa que la exclusión de usuarios potenciales es difícil y la utilización por un individuo disminuye la cantidad disponible para otros. Si hay demanda suficiente y no se controla el acceso, el resultado es la clásica tragedia de los comunes. Las pesquerías, manglares, estuarios, playas e islas costeras tienen las características de pool común.

Los problemas ambientales en las áreas costeras requieren soluciones. La cuestión es cuál es la forma más eficiente. Pueden utilizarse varios métodos, como regulaciones gubernamentales, propiedad gubernamental, incentivos de mercado y privatización.

El gobierno no suele hacer un mejor trabajo que el mercado en la provisión de servicios ambientales por las siguientes razones : es difícil medir los beneficios y costos de sus acciones; los burócratas no pueden normalmente ser demandados por sus acciones; los burócratas no saben cómo valoran los ciudadanos los bienes ambientales en comparación con otros bienes y servicios; los grupos de interés siempre tratan de influir sobre los funcionarios.

A menudo los burócratas empeoran las cosas. Por ejemplo, el seguro subsidiado contra inundaciones ha llevado a un exceso se construcciones en las áreas costeras. Los puentes han sido un elemento clave en el desarrollo de las islas costeras.

Cuando no se definen los derechos de propiedad, los usuarios no tienen incentivos para tomar en cuenta los efectos de sus acciones sobre el bienestar de otros. Los usuarios utilizan los recursos en la medida en que los beneficios privados exceden los costos privados.

Con un sistema de derechos de propiedad bien definidos, los incentivos de mercado pueden producir buenos resultados. Por ejemplo, Jeffrey S. Walters encontró en el sureste de Asia que cuando los derechos de propiedad se ponen en manos de los usuarios de recursos marinos en vez de en las de los oficiales gubernamentales, los arrecifes de coral y los bosques de mangle se conservan mejor. Por su parte, W. Fischel mostró que, sin necesidad de controles gubernamentales, Foxter City, un desarrollo privado en California, ofrece una mezcla adecuada de apartamentos y viviendas unifamiliares que maximiza el valor de la tierra.

El aumento del valor de la tierra, junto con la demanda de los consumidores por mayor calidad ambiental, proveen los incentivos para que los promotores protejan los recursos costeros. El movimiento hacia una mayor calidad ambiental derivó del mayor conocimiento científico, estándares de vida más altos y mayor demanda de los consumidores.

Si los compradores valoran la protección ambiental y los promotores pueden obtener ganancias, estos últimos protegerán el ambiente sin necesidad de coerción gubernamental. No obstante, para que ocurra esto deben prevalecer ciertas condiciones : 1) Las áreas deben ser grandes; 2) Los límites deben estar claramente definidos y el acceso controlado; 3) Los costos de aplicar las decisiones colectivas deben ser bajos; 4) Los compradores deben estar bien informados sobre la calidad ambiental; y 5) El éxito es inversamente proporcional al número de propietarios.

Los seres humanos desean bienes ambientales como vistas escénicas, cielos claros, agua limpia, espacio, y un sentimiento de armonía con la naturaleza. En la medida en que crecen los ingresos y el conocimiento ambiental este movimiento se acelerará.

( James R. Rinehart and Jeffrey J. Pompe, Pag. 227-242 )

April 28, 2009

 

Derecho, Legislación y Libertad

(Artículo que me publicó en abril de 2009 la Revista Agenda)

La certidumbre del derecho o seguridad jurídica es un elemento fundamental para el desarrollo de la actividad empresarial y la prosperidad económica de una nación. El sistema de derecho de un determinado país es importante en tal sentido, pues en gran medida de dicho sistema dependerá la seguridad jurídica para los ciudadanos. En este artículo argumento que nuestro sistema de derecho no es precisamente el mejor para garantizar seguridad jurídica a los ciudadanos.

Common Law

El sistema de Common Law o Derecho Común, es el nombre que se da al sistema surgido en Inglaterra durante la Edad Media y desarrollado durante siglos mediante la acumulación de decisiones judiciales. Pero lo más importante en el sistema de Common Law, es la convicción de que los jueces no están creando derecho al emitir sus decisiones, sino que están descubriéndolo. El derecho ya existe, y los jueces solamente lo descubren. Pero, ¿cómo es eso de que el derecho ya existe?

Para los europeos medievales, la idea de que el Hombre podía crear el derecho era simplemente absurda. La convicción universal era que el derecho no es creación del Hombre, sino de Dios. Es lo que se conoce como Iusnaturalismo, o doctrina del Derecho Natural, y básicamente consiste en que el Hombre tiene una naturaleza que es inmutable, y que el derecho simplemente es el conjunto de principios y normas jurídicas que son más acordes con la naturaleza humana.

Derecho codificado

En la tradición jurídica de Occidente, se estudia la codificación del derecho que encargó el emperador Justiniano. Ojo, se trató de un trabajo de codificación de derecho existente, no de actos legislativos imperiales. Se le llamó el Corpus Iuris Civilis o Cuerpo de Derecho Civil o de la Ciudad. En Roma, siempre persistió la idea, expresada ejemplarmente por Cicerón, que los gobiernos están instituidos para proteger la vida y propiedad privada de los ciudadanos, y que cuando el gobernante deja de cumplir dicho rol y comienza a usurpar funciones que no le competen, los ciudadanos están legitimados en derrocarlo. Cicerón incluso justificó el tiranicidio en tales casos, y en esto le acompaña mucho tiempo después Santo Tomás de Aquino.

Pero el impacto de dicho código de leyes no fue inmediato en Europa. Justiniano fue un emperador bizantino. El Corpus Iuris Civilis es del Siglo VI a.C., unos cincuenta años después de que el Imperio Romano de Occidente había caído. Europa Occidental no se vino a recuperar de la anarquía que siguió, sino hasta que Carlomagno a inicios del Siglo IX logró restablecer el orden en Europa repeliendo exitosamente los ataques de los piratas vikingos. Con el Renacimiento Carolingio que siguió a dicha pacificación de Europa Occidental, se revivió entonces el interés por todo lo romano, incluyendo la jurisprudencia romana, y es entonces que en el occidente europeo cobra importancia el Corpus Iuris Civilis de Justiniano.

Pero lo importante es que dicho cuerpo de leyes fue visto por los europeos medievales como lo que era, una codificación de derecho, y no un acto legislativo por el cual el gobernante había creado derecho. Los europeos medievales no podían pensar de otro modo, por su fuerte Cristianismo de entonces.

Constitucionalismo

Las constituciones originalmente surgieron para limitar el poder del gobernante. La primera constitución de la historia es la Magna Carta que los barones ingleses impusieron a su rey Juan Sin Tierra en el año 1215. Dicho documento plasmó por escrito el compromiso del rey de respetar los derechos reconocidos desde tiempos inmemoriales como el habeas corpus, la inviolabilidad del domicilio, y el principio que la monarquía sólo podía establecer nuevos tributos en parlamento con la nobleza. Y los barones ingleses exigían a cada nuevo rey posterior ratificar el compromiso de respetar la Magna Carta.

La libertad de los gobernados sólo está garantizada si el gobernante está limitado en su poder. Si el poder es ilimitado, entonces los gobernados están totalmente sometidos al capricho del gobernante y por tanto no gozan de libertad. Ninguna sociedad prospera a la larga con falta de libertad y con poder ilimitado del gobernante. No es coincidencia entonces que el capitalismo surge y se desarrolla precisamente en Inglaterra, el país que nos dio el constitucionalismo. Y tampoco es coincidencia que luego el capitalismo continuó desarrollándose en los Estados Unidos de América, que tomó el relevo de su madre patria, y estableció la primera constitución moderna. La Constitución norteamericana de 1787, aún vigente aunque ha sido enmendada en múltiples ocasiones, se concentra en establecer límites al poder. Las constituciones no son para dar poder a los gobernantes, sino para limitárselo y así garantizar que respeten los derechos de los ciudadanos, que son anteriores al poder político y tienen primacía sobre éste.

Tiempos modernos

La Revolución Francesa marca el cambio de pensamiento occidental en cuanto a la limtación del poder de los gobernantes. Antes de ella, cuando los regímenes políticos eran de monarquías hereditarias, los gobernados sabían que jamás llegarían al poder. La identificación de gobernante, por un lado, y de gobernados, por el otro, era muy clara. Pero esto cambió con la Revolución Francesa. A la gente se le hizo creer que, una vez que el gobierno es elegido por el voto de la mayoría, el gobierno representa al pueblo y por tanto ya no es necesario limitar el poder. Esta suprema ingenuidad defendida por Rousseau y ridiculizada por Nietzsche, es lo que ha llevado a la idea de que las constituciones son para dotar al gobierno de más y más potestades para llevar la felicidad a la población. Del Estado policía, limitado a no mucho más que proteger la vida y bienes de sus ciudadanos, pasamos a la pretensión de que el Estado busque la realización de la felicidad de las personas.

Y de la doctrina del derecho natural pasamos así a la doctrina de la soberanía popular. El pueblo, representado por los gobernantes, no está limitado por nada y por tanto puede legislar sobre lo que sea. Y así pasamos de un derecho natural perenne, inmutable y perfectamente predecible precisamente por ello, a un sistema de legislación en que los gobernantes, supuestos representantes de la voluntad popular, pueden legislar sobre lo que sea en cualquier momento y por tanto cambiar las normas vigentes en cualquier materia y según las que deben regirse los ciudadanos en sus relaciones recíprocas.

Más legislación, menos seguridad jurídica

Para poder planificar a largo plazo, las personas y las empresas requieren tener certeza de que las reglas del juego se mantendrán en el tiempo. Cualquier incertidumbre sobre impuestos futuros, normas sobre contratos, y otros aspectos regulados por el derecho, implica un obstáculo para que las personas se decidan a asumir riesgos empresariales. Mark Twain decía que la vida, libertad y propiedad de nadie está segura mientras la legislatura está en sesión. Y cuánta razón tenía.

Las amplias potestades legislativas del gobierno moderno son nefastas para la libertad y prosperidad de los ciudadanos.

April 27, 2009

 

Libro del mes: The best book on the market


Autor : Eamonn Butler

Detalles : Capstone Publishing, 2008, 160 páginas

Comentario : Gavin Kennedy

Este es un libro pequeño pero presenta un valiosísimo mensaje sobre los mercados. He leído libros mucho mayores, pero con muy poca relación con el mundo real.

Pocos economistas modernos entienden cómo trabajan los mercados, cómo se originan y por qué son importantes, y sobre todo, por qué fracasan las intervenciones de los gobiernos para corregir los llamados “fallos del mercado”. Esto se debe en parte a que viven en un mundo de fórmulas matemáticas que olvidan que son los seres humanos quienes hacen la economía.

Eamonn Butler comienza su libro en un mercado callejero de Lanzhou, la capital de la provincia de Gansu, en la antigua ruta de la seda, que iba de Europa a China, y cuya historia debería ser leída por quienes pontifican sobre los errores de la globalización. Son los mercados, no los políticos, los que transforman la vida de la gente.

Observe cualquier mercado callejero en cualquier parte del mundo. Vendedores y compradores llevan a cabo sus transacciones pacíficamente. Esos mercados existen desde hace miles de años, y siguen funcionando aún en las circunstancias más difíciles.

La clave del éxito de los mercados en comparación con cualquier sustituto está en su infinita capacidad para ajustarse a las necesidades de la gente.

Butler indica cómo los precios funcionan como señales para los individuos que aprenden a lograr su propio interés sirviendo los intereses de otros. En los mercados, vendedores y compradores se benefician. De otra manera, no participarían. Esta es la ley universal de los mercados.

El autor muestra cómo operan los mercados y por qué constituyen un arreglo natural que está profundamente incrustado en la psicología humana.

En nueve cortos capítulos, de 12 a 20 páginas cada uno, el autor nos lleva a conocer las realidades de los mercados, y presenta excelentes materiales que pueden ser aprovechados por conferencistas, estudiantes y políticos.

April 26, 2009

 

Easterly: El futuro de la ayuda externa


El gran problema con la ayuda externa ha sido su aspiración a un esquema utópico para resolver los complejos problemas mundiales.

A continuación señalo alguna de las cosas que yo creo. Hay que descartar la pretensión de que sabemos cómo resolver los problemas de otros mejor que ellos mismos. No hay que tratar de arreglar gobiernos o sociedades. Hay que dejar de gastar recursos en cumbres y esquemas. La ayuda no puede acabar con la pobreza. Sólo el desarrollo autogenerado basado en el dinamismo de individuos y empresas puede hacerlo. Hay que hacer llegar a los pobres cosas como vacunas, antibióticos, suplementos alimenticios, semillas mejoradas, fertilizantes, caminos, tuberías de agua, libros de texto.

No digo que esto es fácil de realizar, ni que estas soluciones funcionarán, ni que son obviamente correctas. Los individuos deben ser responsables de tareas específicas. Las agencias de ayuda deben especializarse en sectores y países, y deben ser responsables por los resultados mediante una evaluación independiente.

Los agentes de la ayuda pueden experimentar con diferentes mecanismos de ejecución de proyectos, como ONGs, firmas privadas, emprendedores sociales, y quizás hasta gobiernos locales.

El profesor del MIT Abhijit Banerjee presenta ejemplos de ayuda externa que han sido efectivos, como medicinas contra parásitos, suplementos como hierro y vitamina A, educación en el uso de condones, fumigaciones internas para controlar la malaria, subsidios para fertilizantes, vacunas y provisión de agua. Estas no son acciones claves para el desarrollo según un esquema utópico; son intervenciones modestas que mejoran la vida de la gente.

Las agencias de ayuda deben dejar a su personal ganar experiencia en lugares y problemas particulares; de esta forma estarán en capacidad de decidir sobre el terreno qué funciona y qué no; actualmente, las agencias están llenas de generalistas sin conocimientos especializados.

Dennis Wittle y Mari Kuraishi proponen que la ayude funcione en una forma lo más parecida a un mercado libre. Ellos distinguen tres tipos de actores : 1) Emprendedores sociales cercanos a los pobres que proponen proyectos; 2) Individuos e instituciones con conocimiento técnico y práctico; 3) Donantes de fondos.

Ellos visualizan un mercado descentralizado en el que cada categoría tiene varios jugadores que buscan otros jugadores en las otras categorías para acciones específicas.

Una propuesta que merece probarse es la emisión de cheques de desarrollo a comunidades pobres que estas pueden redimir por cualquier cosa que necesiten, sean medicinas, fertilizantes, textos escolares, o lo que sea. Los pobres elegirían tanto el bien como la agencia. Las agencias tendrían que convertirse en una especie de empresarios sociales.

Los Planificadores llevan sesenta años a cargo de la ayuda, con muy pocos resultados. Creo que ya es tiempo de dar oportunidad a los Buscadores.

( William Easterly, The White Man’s Burden, 2006, Pag. 367-384 )

April 24, 2009

 

Cita: Dos clases de economistas


“Paul Krugman dice que fue atraído hacia la economía porque le enseñaba la belleza de apretar un botón para resolver problemas.

A mí me atrajo la economía por la razón contraria, es decir, porque ayuda a explicar cómo surge un orden productivo y complejo a partir de billones de acciones individuales, ninguna de las cuales pretende otra cosa que mejorar el bienestar del actor individual.

Según este tipo de economía es una arrogancia extrema el pretender que los problemas puedan resolverse apretando un botón.”

( Don Boudreaux )

 

Humor: Americans With No Abilities Act


“La AWNAA, que se está considerando en el Congreso, puede ser una gran ayuda para los millones de americanos que no tienen habilidades ni ambición. La Senadora Barbara Boxer declaró que no podían permitir que People of Inability (POI) fueran discriminados frente a otros trabajadores simplemente porque estos últimos tengan más capacidad para hacer bien su trabajo.

Nancy Pelosi puso el ejemplo del US Postal Service, que tiene una vieja política de promociones independientemente del desempeño. Se cree que el 74% de los empledos no tienen capacidad alguna, y que esta agencia es la mayor empleadora de POIs.

En cuanto al sector privado, la ley ofrece exención de impuestos a las empresas que promuevan a un número significativo de POIs a posiciones de gerencia media.

El senador Dick Durbin declaró que, como senador sin capacidad, cree que el mismo privilegio debe ser extendido a cualquier POI”.

( Fuente: ASI Blog )

April 23, 2009

 

Lo que le van a decir a Dambisa Moyo


Dambisa es una joven economista africana que acaba de publicar el libro titulado “Dead Aid”. En él critica severamente la industria de la ayuda a África porque favorece la pasividad de los africanos y porque gran parte de la misma acaba en manos de gobernantes corruptos.

Con este libro Dambisa se une al selecto grupo de economistas y escritores africanos que llevan varios años defendiendo las mismas tesis. Entre ellos, Thompson Ayodele, Franklin Cudjoe, June Arunga, George Ayittey, James Shikwati, Jean-Claude Shanda Tonme y Andrew Mwenda.

Conociendo a los “progresistas” y a los “solidarios”, no tengo la menor duda de que la van a lapidar una vez que lleguen a la conclusión de que no pueden seguir ignorándola. ¿Qué le van a decir? Lo siguiente :

· No le llega al tobillo a Jeffrey Sachs. Este sí que es un economista de verdad.

· Quiere buscar la fama a costa de los pobres de África.

· Como tiene su vida resuelta, los pobres le importan un pimiento.

· En vez de escribir libros contra la ayuda, debería hacer algo positivo por los pobres.

· Es una neoliberal desfasada.

· Si quiere competir con Bono y Geldof, que lo haga positivamente.

· Todo el mundo sabe que la ayuda es necesaria para dar el impulso inicial para salir de la trampa de la pobreza.

· Si hay gobernantes corruptos, esto no prueba nada en contra de la ayuda.

· Si la ayuda no ha logrado sus objetivos es porque ha sido demasiado pequeña.

¿Alguien tiene alguna otra predicción?

April 22, 2009

 

Rethinking Green: Free riders y acción colectiva (2)


Las siguientes actividades deben llevarse a cabo en la provisión de un bien en la economía moderna, tanto en el sector privado como en el público :

1. Buscar información sobre los posibles proveedores de los materiales necesarios.

2. Negociar precios.

3. Preparar estipulaciones de los contratos.

4. Verificar que los socios contractuales estén cumpliendo lo contratado.

5. Exigir el cumplimiento y reparación de daños si fuera aplicable.

6. Protección de los derechos de propiedad contra terceros.

En el sector privado, tanto empresarios como consumidores tienen incentivos y mecanismos para estar bien informados de todos los detalles de lo que producen o compran. ¿Quién verificará la eficiencia de cada unidad del gobierno en el logro del interés público? En última instancia, los votantes.

Pero el individuo, como votante, a diferencia del mismo individuo como comprador de un producto, rara vez puede beneficiarse personalmente de la obtención y aplicación de un mejor conocimiento.

La ignorancia racional del votante es un fenómeno bien conocido y documentado. Los votantes tienden a comportarse como free riders en los asuntos que no les interesan especialmente. No existe ninguna instancia que evalúe el desempeño de cada uno de los programas del gobierno. Por otro lado está la presión constante de los grupos de interés que tratan de moldear cada programa según sus deseos.

Algunos de estos problemas pueden reducirse mediante una privatización parcial de la provisión de los bienes o generando varias alternativas para que los ciudadanos puedan votar con los pies. Estas tácticas no eliminan el problema de los free riders en el sector público pero pueden reducirlo al introducir competencia y la posibilidad de salir.

Cuando se trata de problemas regulatorios, el control puede ser todavía más difícil. Los reguladores pueden utilizar métodos que impongan grandes costos a otros, pero ellos no suelen economizar en sus propios departamentos. Y como se explicó anteriormente, los potenciales controladores y vigilantes, o sea, los votantes y sus representantes, tienden a convertirse en free riders en vez de defender el interés público. En consecuencia, los programas del gobierno imponen con frecuencia altos costos a la sociedad con muy pocos beneficios.

Gordon Tullock fue el primero en enfatizar la importancia del problema de los free riders en el sector público. Reconocer este problema debe alterar nuestras expectativas de que cuando el sector privado provee un bien “imperfectamente”, el gobierno lo hará mejor.

Ninguna institución humana trabaja perfectamente. Cuando hay que tomar una decisión sobre la provisión de un bien determinado, hay que comparar las diferentes alternativas institucionales. Es un grave error señalar las deficiencias de una alternativa y concluir sin mayor examen que otra debe ser mejor.

( Richard L. Stroup, Pag. 214-225 )

April 21, 2009

 

Stress Test bancario: una mala idea

El famoso Stress Test bancario para los principales bancos de los Estados Unidos, ha sido una idea que obviamente fue diseñada para apuntalar la confianza en el sistema bancario. A Geithner no se le ocurrió esto con la idea de hacer quedar mal a los bancos. El objetivo era diseñar un supuesto Stress Test y examinar a los bancos y luego salir a anunciar que éstos habían aprobado con creces el dicho test. Esto, daría la confianza necesaria a la gente, de que los bancos están fundamentalmente sólidos.

Pero como ha señalado el Prof. Nouriel Roubini, el supuesto peor escenario de indicadores macroeconómicos ya se ha quedado corto, es decir, la realidad es ya peor que el 'peor escenario' del Stress Test. Ejemplo: el escenario más adverso contempla una tasa de desempleo nacional de 7.9%, y resulta que ya está en 8.1% según los últimos datos oficiales.

Es decir, el Stress Test está resultando ser demasiado flexible. Esto está provocando de inmediato (y eso que aún no se han anunciado los resultados), que desde ya muchos analistas desconfíen de los resultados, aún si los bancos salen airosos frente al test.

En realidad, me pregunto qué estaba pensando Geithner cuando concibió esto. No podía salir bien. Por un lado, si el Stress Test era muy estricto, era claro que los bancos lo fallarían, añadiendo aún más desconfianza y arriesgando generar un pánico bancario. Por el otro lado, si el Stress Test es muy flexible, entonces nadie le tendrá credibilidad y, de hecho, puede causar el efecto contrario al deseado y generar también una huída.

En fin, el experimento no ha concluido y ya muchos analistas están señalando que los resultados serán, en el mejor de los casos, de poca o nula credibilidad y por tanto irrelevantes.

April 20, 2009

 

Por los diputados paviolos


En Panamá, un paviolo es alguien que no acude a donde le llama su obligación. Por ejemplo, un profesor o un estudiante que no van a clases, un trabajador que no va a trabajar, o un diputado que no acude a la Asamblea.

Recientemente encontré lo siguiente en el resumen de noticias que recibo diariamente en mi correo:

“El Estado panameño, en el último quinquenio, ha pagado a los diputados 15.9 millones de dólares por ausentarse de sus curules. En las 569 sesiones ordinarias llevadas a cabo desde 2005, los diputados sumaron 16,201 ausencias contra 24, 189 asistencias.

En lo que va de este año se han programado 16 sesiones ordinarias y sólo se ha logrado el quórum en tres de ellas. La Asamblea Nacional, corazón de la democracia panameña, se encuentra prácticamente paralizada, pero los diputados siguen cobrando.”

A mí está noticia no sólo no me irrita, como al periodista redactor, sino que me da cierta esperanza. En Estados Unidos suelen decir que ni la libertad ni la propiedad están a salvo cuando el Congreso está sesionando. Pues lo mismo pasa en Panamá y en todas partes.

Ciertamente, a mí me gustaría que los diputados sesionaran, no para crear nuevas leyes, sino para ir eliminando las existentes. Como esto es un sueño, me consuelo con la falta de quórum.

Los diputados panameños ganan siete mil dólares mensuales, lo que no está nada mal. Pero yo estaría dispuesto a pagarles el doble con la condición de que, por cada nueva ley que aprueben, eliminen dos que estén vigentes.

April 19, 2009

 

Easterly: La tragedia del sida


Detrás de la atención actual, hay dos décadas de pasividad de los agentes políticos y agencias de ayuda. Se tenía la información para predecir lo que pasaría, sobre todo en África, pero no se hizo nada. Esto muestra la inefectividad de los planificadores.

El fracaso con el sida es más notable si tomamos en cuenta que la salud es donde la ayuda externa ha tenido más éxito. Una campaña de vacunación en el sur de África eliminó virtualmente las muertes de niños por sarampión. Una campaña nacional en Egipto para que los padres conocieran la terapia de rehidratación oral entre 1982 y 1989 redujo las muertes de niños por diarrea en 82%.

¿Por qué Occidente no actuó más temprano en la crisis del sida? La respuesta más probable es que los responsables políticos sólo se interesaron una vez que hubo una gran cantidad de gente afectada, o sea, cuando la atención tendría el suficiente grado de visibilidad.

Ahora que hay 29 millones de afectados en África, el combate contra el sida se lleva de una forma que puede costar más vidas que las que salva. En los países ricos es un suicidio político poner en duda el tratamiento contra el sida.

Los programas de ayuda están financiando la “triple terapia”. Las medicinas cuestan 304 dólares anuales por paciente. Pero si se añaden todos los costos del tratamiento, la cifra sube a 1,500 dólares.

Los abogados del tratamiento destacan el derecho al mismo. Pero también están los derechos frente a otras enfermedades mortales, o frente a la muerte por hambre, o el acceso al agua. ¿Quién decide que invertir contra el sida es más importante que otras alternativas? Un principio bien establecido es que hay que salvar primero las vidas cuyo salvamento se puede hacer a bajo costo antes que aquellas que cuestan más.

Las medicinas que curan la tuberculosis cuestan diez dólares por caso. Un paquete diseñado para prevenir muertes de madres e hijos cuesta menos de tres dólares anuales por persona. En todo el mundo, mueren anualmente tres millones de niños porque no están totalmente vacunados, pese a que las vacunas sólo cuestan centavos por cada dosis. Una de cada cuatro personas sufre de parásitos intestinales, aunque el tratamiento cuesta menos de un dólar por año. El tratamiento para la malaria de un niño cuesta un dólar.

Los 4.5 billones que la OMS planea gastar para alargar un año de vida para los tres millones de nuevos enfermos de sida podría dar entre seis y siete años de vida adicionales para quince millones de personas.

( William Easterly, The White Man’s Burden, Pag. 238-265 )

April 17, 2009

 

Cita: El gobierno crea criminales


“Cada vez que el gobierno trata de mejorar su vida, utiliza la fuerza. Convierte en criminales a personas que no lo son. Alguien que quiera un sanitario mayor que el permitido, tiene que conseguirlo ilegalmente. Alguien que fuma un cigarrillo en su oficina con la puerta cerrada es un criminal. Una madre que quiere hablar con su hijo de doce años en el asiento delantero de su auto es una criminal.

¿Por qué ellos tienen el derecho de convertirnos en criminales? Porque son los Ungidos y saben más que nosotros.”

( Michael Kelly )

 

Humor: Inmortalidad


1. No quiero lograr mi inmortalidad a través de mis obras; lo que quiero es no morirme ( Woody Allen )

2. Respecto a la posteridad, ¿puedo preguntar qué ha hecho por nosotros? ( Thomas Gray )

3. El hombre promedio, que no sabe qué hacer con su vida, quiere otra que dure para siempre ( Anatole France )

4. Hay millones que suspiran por la inmortalidad y no saben qué hacer en una tarde lluviosa de domingo ( Susan Hertz )

( Fuente : Peter’s Quotations )

April 16, 2009

 

¿ Rescate o aniquilación ?


Si otros desgobiernos nos han metido en los jaleos que ya golpean a nuestra puerta, ¿qué posibilidad de “rescate” hay? La única manera en que ello sea posible es si primero logramos un diagnóstico certero del padecimiento y eso todavía no lo han hecho ni los gobiernos que gestaron el desorden ni el nuestro; es más, en gran medida nos contoneamos al ritmo del desconcertado compás.

En la medicina recurrimos a las experiencias pasadas para resolver los problemas del momento, igual que en la justicia; pero ¿acaso eso es lo que se está haciendo hoy día? Un breve repaso por la historia de la gran depresión (GD) nos arrojaría un “no” rotundo. Franklin D. Roosevelt y su manejo de la GD nos dejarían espantados; veamos algo de ello y comparémoslo con lo que hoy algunos denominan el new deal II.

El new deal o nuevo acuerdo de Roosevelt pretendió ser un rescate, pero terminó ahondando y prolongando la GD; para muestra algunos botones. Antes que nada, las acciones de Roosevelt, que hoy replica don Obama, fueron más que nada de ensayo y error, o quizás debamos decir “horror”.

El 4 de marzo de 1933 Roosevelt tomó posesión del cargo de presidente de Estados Unidos y unos días más tarde mandó un mensaje acusando que por “tres largos años el gobierno federal, que presidía Hoover, había andado por el camino de la bancarrota. Que en el año fiscal de 1931 el déficit fue de $462 millones… En el 32 de $2 mil 472 millones… En el 33 probablemente excedió los mil 200 millones” y así. Su propuesta básica era la eliminación de los déficits, que contribuyeron al colapso bancario y al ahondamiento del estancamiento económico con gran desempleo. Sin embargo, entre sus primeras actuaciones estuvo la de aumentar en un 25% la planilla estatal. La segunda fue aumentar el gasto deficitario al ritmo de $3 mil 300 millones. Cualquier parecido con la situación actual es mera coincidencia.

También criticó a su predecesor, Hoover, por pedirles a los granjeros que sepultaran una de cada tres hileras de trigo, algodón y maíz, con la cual pretendía mantener los precios ; sin embargo, él no solo pidió a los agricultores que sepultasen sus cosechas sino que les pagó para ello. Esto también se extendió a los huevos, aves, papas, maní, y hasta los cerdos fueron sacrificados en masa; mientras que al mismo tiempo las carestías que ello generó causaron la importación de esos mismos productos.

El comercio y la industria no pueden funcionar a plenitud a menos que exista un flujo de ahorros hacia nuevas inversiones y esto no puede darse cuando el Estado usurpa las funciones económicas propias de los ciudadanos, para lo cual va desviando los dineros, producto de la inversión y el trabajo, a través de impuestos, hacia la maquinaria estatal politiquera.

Roosevelt se caracterizó por sus ataques a la empresa privada como sistema económico. Sus programas de gasto deficitario, inflación y panaceas utópicas presentaron como inmoral el lucro y a los inversionistas como parásitos y a los empresarios como malandrines; lo que fue socavando los mismos cimientos sobre los cuales está fundamentado el estado de libre emprendimiento ciudadano, reemplazándolo por uno de intervención socialista.

FDR sentó las bases y precedentes que hoy han empollado la GDII, al exaltar la actuación del Estado sobre la de sus ciudadanos a título particular, al crear más de 110 nuevas entidades públicas con autoridad legislativa, cosa a todas luces inconstitucional y disparando el gasto deficitario gubernamental.

Desde entonces, tanto en la tierra del Tío Sam, como en tantos otros países, incluyendo el nuestro, se vive la descabellada noción de que la economía es cosa manipulable como caballo a riendas y que le corresponde al Gobierno estimularla, aun con robo generacional.

No podremos convencer a suficientes como para que evitemos seguir cayendo en la misma trampa, pero al menos espero que cuando pase lo inevitable, tengamos la presencia mental de saber qué fue lo que nos aplastó. Es igual que los dineros en inversiones de valores que hoy día se esfuman, pues no entendemos que la mejor forma de garantizar nuestros capitales de ahorro es mediante el trabajo productivo propio, y no mediante una delegación en terceros de eso que tanto nos costó o le costó a quien nos lo heredó.

Proverbial el consejo de “ayúdate que te ayudaré”. Por algo no fue: “ayúdate que el gobierno te ayudará”. De hecho, no te puede ayudar, ni rescatar, ni estimular, a menos que sea protegiéndonos de la criminalidad y proveyendo justicia, lo cual anda manga por hombro.

( Artículo de John Bennett, de la Fundación Libertad de Panamá, publicado en el diario La Prensa)

April 15, 2009

 

Rethinking Green: Free riders y acción colectiva(1)


El problema de los free riders asociado con los bienes públicos fue reconocido por David Hume incluso antes de Adam Smith. Cada ciudadano que puede disfrutar los beneficios de un bien público tiene un incentivo para tratar de cargar los costos sobre otros en la medida en que la exclusión de quienes no pagan es muy costosa o imposible. Hume recomendó en 1739 que ese tipo de bienes fueran provistos por el gobierno. Dos siglos y medio después, los economistas suelen recomendar la misma solución.

Dicha solución no suele ser discutida, aunque los economistas actuales, que conocen la teoría de la elección pública (public choice), saben que el gobierno es una institución imperfecta. La provisión de bienes públicos por parte del gobierno no está exenta de problemas. Por ejemplo, se reconoce la ignorancia racional de los votantes y la influencia desproporcionada de los grupos de interés.

No obstante, rara vez se aprecia que la raíz de estos problemas es precisamente la misma que la del problema de los free riders asociados con la producción privada de bienes públicos. La formación y control de un programa del gobierno para el interés público son ellos mismos bienes públicos. ¿Quién pagará el precio en tiempo y esfuerzo para crear y controlar un programa de interés público en general? Adam Smith ya observó que no puede esperarse que un individuo busque el interés público.

Los mercados trabajan para explotar las ganancias del intercambio y la cooperación porque cada individuo tiene interés en encontrar y captar dichas ganancias.

Cuando los free riders pueden disfrutar un bien público sin pagarlo, la producción y las ganancias potenciales puede que no se den. Los esfuerzos para crear programas gubernamentales y controlarlos para que sirvan al interés público no son algo diferente. Como dice Gordon Tullock : “El proceso público de toma de decisiones es un procedimiento para generar bienes públicos; los participantes, sean votantes, jueces, legisladores o funcionarios lo tratan como cualquier otro bien público.”

Tullock reconoció la probabilidad de que se dedique poco tiempo y esfuerzo a investigar los asuntos sujetos a decisión pública y de que se utilicen las preferencias personales de quienes toman decisiones en vez del interés público en general. Por estas razones, las decisiones públicas no necesariamente promoverán el bienestar del público. Los análisis de estos problemas son comunes, pero no se suele reconocer el problema de los free riders que está en el fondo.

Una utilización de la idea de Tullock podría ser la comparación sistemática de los problemas de incentivos implícitos en la provisión privada de bienes públicos y en la provisión pública de cualquier bien y en la regulación.

Los economistas que discuten los bienes públicos y los free riders ponen ejemplos como la defensa nacional, el control de los mosquitos, así como carreteras y puentes. La solución estándar es la provisión pública. Sin embargo, la misma introduce varios problemas de free riders.

Consideremos la defensa nacional. ¿Cuál es el tipo y nivel adecuado? ¿Qué tipo de buques, aviones y tanques hay que tener? Así como estas, hay muchas más preguntas. Cada una de estas decisiones es importante para los suplidores y para la burocracia militar, que defenderán sus intereses. Pero ¿quién defenderá los intereses del público en general? El problema es que, para cada ciudadano, el costo de aprender sobre estos temas lo cargará él, mientras que cualquier beneficio se distribuirá entre todos. Obviamente, tenemos un caso de free riders respecto a las decisiones sobre la provisión pública de la defensa nacional.

( Richard L. Stroup, Pag. 209-212 )

April 14, 2009

 

¿Por qué ya no colgamos a los piratas?

[Artículo por Bret Stephens en The Wall Street Journal en Noviembre 25, 2008. Este artículo es muy relevante en el tema de la Civilización y sus enemigos.]

Es una apuesta segura, estimado lector, que el título de esta columna le ha provocado a usted (a) girar sus ojos y preguntarse, ¿en qué siglo cree usted que vivimos?, o (b) rascarse la cabeza y preguntar, sí, ¿por qué no lo hacemos? Lo que sea que usted piense, la pregunta define una línea divisoria en la visión del mundo civilizado sobre las más recientes manifestaciones del barbarismo.

En lo que va del año, los piratas que operan desde Somalia han atacado más de 90 naves, atrapado más de 35, y en estos momentos retienen 17. Unos 280 tripulantes están retenidos como rehenes, y dos han sido asesinados. Billones de dólares de carga han sido capturados; millones han sido pagados como rescate. Una fuerza multinacional ha tratado de asegurar un corredor en el Golfo de Adén, a través del cual pasa el 12% (por volumen) de todo el petróleo transportado por mar, y naves estadounidenses, británicas e indias han enfrentado a los piratas con el uso de la fuerza. Aún así, el número de ataques piratas continúa aumentando.

¿Por qué? El punto de vista de altos oficiales militares estadounidenses parece ser, en efecto, que no hay una autoridad legal con jurisdicción suficiente. El Título 18, Capítulo 81 del Código de los Estados Unidos establece una sentencia de cadena perpetua para los extranjeros capturados en el acto de piratería. Pero, crucialmente, la ley sólo aplica contra piratas que ataquen naves con bandera de los Estados Unidos de América, de las cuales hoy día quedan muy pocas.

¿Y qué hay del derecho internacional? El artículo 110 de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar -ratificada por la mayoría de los países, pero no por los Estados Unidos de América-, prohibe a las naves militares disparar a sospechados piratas. En su lugar, deben primero enviar un grupo de abordaje a inspeccionar si los piratas son, de hecho, piratas. Una reciente Resolución del Consejo de Seguridad de la ONU permite armadas extranjeras a perseguir a los piratas dentro de aguas somalíes -siempre que el inestable gobierno de Somalia esté de acuerdo- pero la resolución expira la semana próxima. Respecto de la idea de destruir, al modo de Stephen Decatur, la ciudad-puerto de Eyl, que funciona como la próspera capital de los piratas, esto también requeriría autorización de las Naciones Unidas. Ayer, una organización de armadores pidió a la OTAN que bloquee la costa somalí. La OTAN rápidamente declinó.

Y está también el problema de qué hacer con los piratas capturados. No existe un cuerpo internacional similar a las viejas Cortes del Almirantazgo que actualmente tenga jurisdicción para juzgar piratas y enviarlos a prisión. El Ministerio de Exteriores [British Foreign Office] británico recientemente emitió una opinión legal advirtiendo a las naves de la Real Armada que no capturen piratas, no sea que éstos busquen asilo en el Reino Unido o de otro modo enfrenten repatriación a jurisdicciones en las que serían tratados duramente, en violación de la Ley de Derechos Humanos británica.

En marzo de 2006, la Armada estadounidense tomó 11 piratas prisioneros, seis de los cuales resultaron heridos. No queriendo sentar un precedente de juzgamiento de piratas en tribunales de los Estados Unidos, el Departamento de Estado dejó a Kenia hacer el trabajo. Los heridos pasaron semanas a bordo del USS Nassau, disfrutando de atención médica de primera.

Toda esta exquisitez legal contrasta con lo que una vez fue una actitud más robusta. Los piratas, decía Cicerón, eran hostis humani generis -enemigos de la raza humana- a ser tratados en concordancia por sus captores. Es de notar que la noción de Cicerón sobre la piratería desapareció durante la Edad Media; su recuperación traza la recuperación del propio Occidente.

Para el Siglo 18, los piratas sabían exactamente dónde estaban parados con relación a la ley. Un diccionario jurídico de la época lo plasmaba: "Una piratería intentada en el océano, si los piratas son dominados, los captores pueden inmediatamente aplicar pena por colgamiento; aunque esto se entiende que es para el caso en que no se pueda obtener juicio legal."

Por severa que pueda parecer hoy esa pena (aunque necesaria, dado que los piratas capturados son demasiado peligrosos para mantenerlos abordo durante largos viajes marítimos), tuvo éxito en prácticamente eliminar la piratería para fines del Siglo 19 -un logro civilizacional no menos importante que la eliminación de la viruela una centuria después.

Hoy, en contraste, un capitán de la Armada que tome prisioneros a piratas abordo de su nave de guerra moderna, tendrá un calabozo en el cual mantenerlos seguramente detenidos, y comunicaciones instantáneas mediante las cuales puede obtener guía superior y observar el imperio de la ley.

Sin embargo, lo que debería ser un triunfo tanto para la justicia como para la seguridad ha tornado ser más cercano a lo opuesto. En lugar de más seguridad, obtenemos la situación en deterioro descrita arriba. Y en busca de una mejor forma de justicia -bien definida hoy día como para mantener una conciencia limpia- lo mejor que obtenemos es una cárcel keniana. "Somos guerreros humanos", dice un oficial de la Marina de los Estados Unidos. "Cuando los piratas deponen sus RPGs y levantan sus manos, los capturamos vivos. Y eso es mucho más difícil que recoger cuerpos."

La piratería, por supuesto, difícilmente es la única forma de barbarismo que ocurre hoy día. Están los hombres-bomba suicidas en los buses israelíes, la lapidación de mujeres iraníes, y otros. Pero la piratería es ciertamente la más primordial de ellas, y nuestra incapacidad colectiva para lidiar con ella dice mucho sobre lo lejos que hemos retrocedido en nuestra búsqueda de lo que es erróneamente entendido como una política más humana. Una sociedad que borra la memoria de cómo superó el barbarismo en el pasado, inevitablemente pierde de vista el significado de la civilización, y los medios para sostenerla.

April 13, 2009

 

La ilusión de las regulaciones


Los gobernantes del G-20 dicen que van a crear regulaciones para evitar una nueva crisis. Yo pagaría por saber si realmente creen lo que dicen o lo que les interesa es simplemente aumentar su poder.

Es una ilusión creer que van a evitar nuevas crisis con regulaciones. Las regulaciones que se les van a ocurrir van a ir dirigidas a ciertos detalles de lo que pasó en la crisis actual, pero la próxima va a ser diferente. Además, cualquier regulación tiene efectos imprevistos. Y lo más importante de todo es que nadie del G-20 va a reconocer que el elemento clave de la crisis fue la expansión monetaria promovida por varios bancos centrales.

Lo que sabemos de la próxima crisis es que se originará por una expansión monetaria que creará inversiones equivocadas en algún sector de la economía, con la consiguiente burbuja que explotará cuando cese la expansión.

Repasemos brevemente algunas de las crisis pasadas para ver el papel que jugaron las regulaciones establecidas en una crisis para contribuir a la siguiente. La Gran Depresión sería la crisis 1, la de los Savings & Loans sería la 2 y la actual sería la 3.

En tiempos de la crisis 1, las hipotecas se aprobaban por periodos cortos, de no más de siete u ocho años, e incluían un pago final importante. Por otro lado, se creaban serios problemas de liquidez en los bancos porque la gente corría a sacar sus depósitos apenas sospechaban que había algún problema.

Para evitar estos problemas se crearon los Savings & Loans, que debían dar hipotecas a 30 años con tasas fijas. También se creó el seguro de depósitos bancarios y se aplicaron tasas máximas para los interese sobre depósitos.

El problema de la crisis 2 se originó porque las tasas fijas de hipotecas generaron pérdidas en al ambiente inflacionario de finales de los 70 e inicios de los 80. Por otra parte, el seguro de depósitos acabó costando grandes sumas a los contribuyentes.

La crisis 2 empeoró porque el valor de los préstamos hipotecarios no se ligaba al mercado (mark to market) y porque los requisitos de capital no se relacionaban con el riesgo de los activos.

Después de la crisis 2 se establecieron regulaciones para que el capital de los bancos guardara relación con el riesgo y para utilizar una contabilidad de activos según el valor de mercado.

En la crisis 3 proliferaron los títulos calificados como AAA porque, según los reguladores, requerían menos capital que las hipotecas de alta calidad. Por otra parte, la contabilidad de mark to market produjo efectos devastadores en el balance de los bancos.

No sé qué regulaciones inventará el G-20, pero algún papel jugarán en la próxima crisis. Tiempo al tiempo.

April 12, 2009

 

Easterly: El prestamista más poderoso del mundo


El FMI fue establecido para impedir grandes desbalances comerciales y la inestabilidad de las monedas en occidente. En su fase inicial fue exitoso. Luego se dedicó a salvar países pobres en crisis. En este rol ha tenido menos éxito.

Cuando los gobierno de los países pobres no pueden pagar sus deudas, el FMI hace préstamos a corto plazo y exige ciertas condiciones de disciplina financiera. El FMI ha tenido éxitos importantes pero sus intentos más ambiciosos de reformar la economía de los países pobres han dejado bastante que desear.

¿Cuál es la combinación de medidas más apropiada para un determinado país? La respuesta es más imprecisa de lo que cree el FMI. Como los médicos, los técnicos del FMI cultivan el arte de emitir pronunciamientos sobre el diagnóstico y la cura de las enfermedades financieras.

Aquí hay dos problemas: 1) Un conocimiento inadecuado de lo que sucede realmente en cada país, y 2) Complejidades que no son captadas por el modelo financiero. A los planificadores les gusta administrar mediante números. Pero en muchos de los países pobres es imposible obtener datos correctos.

Incluso las cifras del Fondo no son internamente consistentes. Muchas veces hay diferencias significativas entre International Financial Statistics y las cifras de los estudios de cada país. En pocas palabras, las metas que establece el Fondo se basan en datos dudosos.

La prueba del fuego sobre el enfoque del FMI es si realmente consigue resultados y logra estabilizar el desorden macroeconómico. En general, una de las grandes sorpresas es que el Fondo ha sido más bien débil al exigir que se cumplieran las condiciones macroeconómicas acordadas. Esto queda claro en lo referente al déficit presupuestario. Entre 1980 y 1989 los deficits no mejoraron entre los sucesivos préstamos a determinados países.

Veamos una serie de indicadores que muestran una mala política gubernamental:

1. Una tasa de inflación superior al 40%.

2. Si el dólar se cambia en el mercado negro a una tasa de más de 40% sobre el cambio oficial.

3. Si la tasa de cambio oficial difiere más de 40% de la tasa competitiva que facilita las exportaciones.

4. Si las tasas de interés están controladas más de 5% por debajo de la tasa de inflación.

Si se cumple cualquiera de estas condiciones, la política económica se clasifica como mala. Sin embargo, la cantidad de países receptores de préstamos que violaron una o más de estas condiciones no disminuyó entre un préstamo y el siguiente. Por ejemplo, Ecuador y Pakistan estuvieron recibiendo un préstamo tras otro durante dos décadas, a pesar de que nunca cumplieron totalmente con las condiciones prometidas.

La Independent Evaluation Office del propio FMI comentó sobre este problema. Definió como “usuario prolongado” a cualquier país que hubiera estado en programa del Fondo durante siete años de diez. Entre 1971 y 2000, 44 países cumplieron esta definición. El FMI tiene uno de los síntomas clásicos de la enfermedad de los planificadores : hacer siempre lo mismo a pesar de que nunca logra el objetivo.

El FMI necesita simplificar sus arreglos con los países pobres:

1. Hay países tan disfuncionales que no tiene nada que hacer con ellos.

2. Necesita encontrar una forma para eliminar su sistema de condicionalidad que es demasiado complejo e intrusivo. Cómo hacen los prestatarios para pagar su préstamo es su problema. El Fondo siempre tiene la opción de negar nuevos préstamos a los morosos.

3. Debe eliminar su presunción de que conoce lo que es mejor para los pobres, basado en su análisis de la economía. Debe regresar a su mandato básico de la estabilización financiera.

( William Easterly, The White Man’s Burden, 2006, Pag. 210-237 )

April 10, 2009

 

Humor: Más murphología transcendental


1. Observación de Defalque : Un camino sin obstáculos no suele llevar a ninguna parte.

2. Advertencia de Tomás de Aquino : Ten cuidado con el hombre de un solo libro.

3. Teoría de Wilde : Sólo los superficiales se conocen a sí mismos.

4. Axioma de Syrus : No toda pregunta merece respuesta.

5. Máxima de Voltaire : Una observación aguda no prueba nada.


( Arthur Bloch, Murphy’s Law )

 

Cita: Destruir el mercado


“Si se hace todo lo posible para impedir que el mercado cumpla su función de equilibrar la oferta y la demanda, no debe sorprendernos que persista el desequilibrio entre ellas, que las mercancías no se vendan, las fábricas estén inactivas, haya millones de desempleados, crezca la miseria, y campee el radicalismo destructivo en la política.

Con la crisis económica queda de manifiesto el desastre de la política intervencionista, empleada hoy por todos los gobiernos, sean democráticos o dictatoriales. Impedir las funciones del mercado en la formación de los precios no crea orden, sino caos.”

( Ludwig von Mises, en 1931 )

April 09, 2009

 

Diatriba contra los infiernos desde el paraíso


Vivo en Panamá. Amo Panamá, este maravilloso país que posee una política fiscal respetuosa con los ciudadanos, receta segura hacia el éxito económico, que permite vivir y dejar vivir; cuyo único pecado es atraer capital de ciudadanos de otros países que huyen del inmoral expolio al que se les somete en sus lugares de origen.

Nos quieren “hacer reaccionar con dinamita”. Me refiero al embate y presión que está sufriendo nuestro pequeño país paraíso por parte de los colosos mundiales, que por su búsqueda voraz de rentas para satisfacer su apetito fiscal, pretenden que seamos nosotros, todos los pequeños países paraíso, sus instrumentos para terminar de ahogar a quienes huyen de gobiernos y políticos que cada vez necesitan más y más dinero.

¿Acaso se habrán preguntado los poderosos administradores del infierno si la culpa de la presente crisis les toca más a ellos que a los paraísos fiscales? Acertaríamos más en señalar no a la ausencia de normas, sino al exceso de ellas como el corazón de la crisis.

El interés que subyace a que en el actual tiempo de crisis se reclame más transparencia en los paraísos fiscales es ayudar al Estado a encontrar el dinero no declarado que debería haber reportado suculentas contribuciones al fisco para goce de las entidades públicas. ¡Claro! Así pueden seguir malgastando sin límites a costa de los contribuyentes; ahora para rescatar bancos comerciales, bancos de inversión y demás actividades “privadas”, o más bien seudo–públicas, quebradas, o ¿será acaso para seguir financiando el gasto de los politiqueros de siempre que le prometen el paraíso y luego le dan el infierno a sus pobres votantes?

En todo el mundo el gasto público está desbordado. Los políticos dilapidan inmensas fortunas de la manera que les dicta su discreción; así, se gasta en empresas públicas deficitarias, servicios públicos inoperantes, y en el empleo de millones de funcionarios prescindibles que solo aportan el valor objetivo de su voto; también se disponen enormes sumas para partidas secretas dirigidas a financiar acciones inconfesables del Estado, desde el espionaje y el contraterrorismo hasta la guerra sucia y el soborno a gobiernos extranjeros. El gasto público siempre termina en las manos corruptas de cientos de políticos y altos funcionarios que en la economía real jamás habrían hecho fortuna. Una leve mayoría ha descubierto que puede vivir indefinidamente bien a costa de una minoría que trabaja y produce. Es lógico que las tentaciones de esconder sean proporcionales a los abusos confiscatorios.

Esto es lo que encubren los esfuerzos internacionales de lucha contra el “fraude fiscal”; es el mantenimiento de estos abusos lo que persigue la aplicación de estándares de “transparencia e intercambios de información sobre fiscalidad” desarrollados por la OCDE.

Otro de los argumentos manipulados que se utilizan para atacar a los paraísos fiscales es la acusación de que éstos se prestan para el lavado del dinero producido por negocios armamentísticos ilegales y del narcotráfico, además de facilitar el financiamiento internacional del terrorismo. ¿Será que la voracidad fiscal de los países del G–20 pretende asfixiar a estos negocios ilícitos a través de la tributación? En realidad los paraísos fiscales cuentan con mecanismos de detección para evitar el blanqueo de dinero tan eficaces o más (debido a su escaso tamaño) que los de los principales países desarrollados.

¿Y qué debemos entender por actividades ilegales? ¿Todo aquello que el Estado a través de su funcionario de turno decrete como ilegal? Ya decía el escritor estadounidense PJ O’Rourke, que “el impuesto sobre la renta ha creado más criminales que cualquier otro acto del gobierno al obligar a miles de personas a mentir para protegerse del expolio”. Y así podemos enumerar más actividades que deberían estar bajo el control y la responsabilidad de los particulares, que han sido “confiscadas” por el Estado, haciendo “ilegal” su manejo privado. Gracias a la ilegalización, que ha elevado los costos de transacción en muchas actividades, se han creado criminales y mafias millonarias, a costa del sufrimiento y la miseria de los muchos; piensen en la prohibición del alcohol en Estados Unidos y las nefastas consecuencias que tuvo.

La OCDE insiste en que la culpa de todos los males anteriormente descritos es de los países–paraíso que le brindan refugio seguro a los ahorros privados del mundo. ¡Y no sólo son refugio a los ahorros privados! Un gobierno al sur del continente americano envió hace unos años unos cuantos millones a Suiza para “protegerlos”… ¿de qué? ¡Justamente de la voracidad estatal! Ese mismo gobierno ahora pretende desde el G–20 extorsionar a los países que le sirvieron bien en aquel momento. ¿Bien hecho por el Estado, mal hecho por los particulares? ¿Doble estándar? ¿Doble moral? ¿Alguien me lo explica?

Lo mejor que cualquier país puede hacer para enfrentar su crisis económica es soltar las riendas de la presión fiscal, el proteccionismo y la política monetaria. La solución es mayor libertad económica.

Mayor libertad económica tiene como consecuencia mayor prosperidad y riqueza. Los gobernantes tienen que entender que no se puede crear artificialmente la riqueza mediante impuestos y subsidios. Poner el acento en facilitar la máxima generación de riqueza pasa por reconocer que ésta brota espontáneamente de la iniciativa privada, y termina por alcanzar a toda la población de una manera mucho más eficaz que la diseñada por cualquier “ingeniero social”. En un país estructurado por sólidas instituciones como el estado de derecho, la propiedad, la libertad de empresa, en suma, la primacía del individuo, el orden económico espontáneo descrito por Hayek se convierte en una realidad y hace a todos más prósperos.

Quizás en nuestra zona del Caribe no seamos perfectos y nos falte mucho camino por hacer y mucho por mejorar con respecto a nuestras instituciones; pero tenemos claro hacia dónde vamos y mucho de lo que debemos hacer. A la oferta de blancura inmaculada para pertenecer al Infierno Desarrollado debemos responder: señores, no, gracias; por ahora estamos muy bien en nuestro pequeño paraíso.

( Artículo de Irene Giménez, de la Fundación Libertad de Panamá, publicado en el diario La Prensa)

April 08, 2009

 

Rethinking Green: Elefantes¿amenaza o tesoro?


En 1989 la Convention on International Trade in Endangered Species of Wild Fauna and Flora (CITES) prohibió el comercio del marfil. La prohibición duró hasta 1997, cuando se levantó parcialmente a solicitud de los países de África del sur. Los oponentes de la prohibición favorecieron un enfoque de libre mercado que ofreciese a los habitantes rurales de África beneficios tangibles como incentivos para mantener la cantidad de elefantes y que les compensase por los costos de convivir con ellos.

Los elefantes pueden causar daños considerables a rebaños y cosechas, y son extremadamente peligrosos para las personas. Los africanos que compiten con ellos por tierra y alimento han sido tradicionalmente cazadores de elefantes. La actitud de los africanos hacia la conservación de los elefantes contrasta con la de muchos occidentales. Los primeros cargan con los costos mientras los segundos disfrutan los beneficios, ya que ven a los elefantes como un símbolo importante de conservación con gran valor estético y emocional. En otras palabras, tienen un gran “valor de existencia”.

En 1933 las potencias europeas que tenían colonias en África decidieron crear parques especiales para proteger la vida salvaje. Se podía cazar en dichos parques, pero con licencias limitadas. Los africanos que vivían en esas áreas fueron lanzados fuera de los parques, lo que significó en muchos casos la destrucción de su economía agrícola.

La noción de que se puede separar la vida salvaje y los africanos rurales está equivocada. Es virtualmente imposible confinar a los elefantes, que siempre acaban llegando a las áreas rurales aledañas, creando serios problemas para los cultivos y viviendas.

Otro problema con este enfoque es que los parques requieren cuidadores para impedir la caza ilegal. Pero los países africanos difícilmente pueden dedicar los recursos necesarios. Se estima que el gasto mínimo anual debe ser de 400 dólares por kilómetros cuadrado. A finales de los años 80, el país que más gastaba era Kenya, con 10 dólares. En estas condiciones, los cazadores ilegales sobornan con facilidad a los cuidadores.

Pocos de los beneficios que generan los parques llegan a quienes viven cerca, a menos que se dediquen a la caza ilegal. Sólo el 10% de los beneficios que genera el parque Mera de Kenya llegan a quienes viven en las cercanías, aunque pagan el precio de los daños de los animales salvajes.

Otro problema de los parques son los desbalances en la cantidad de animales. Un elefante consume 300 libras diarias de árboles. Por ejemplo, el parque Tsavo de Kenya llegó a tener 40 mil elefantes, y unos 10 mil murieron de hambre a consecuencia de un periodo de sequía.

En términos de derechos de propiedad, el problema de la conservación de elefantes es que el título legal pertenece al Estado, pero no se ejerce debido a la escasez de fondos y la corrupción. Como de hecho los elefantes son un recurso de acceso abierto, no hay dueños que exijan que los usuarios potenciales paguen los costos de oportunidad de su uso. Más aún, la naturaleza de bien público de los elefantes significa que es imposible cargar un precio por su valor de existencia.

Sin embargo, la suerte de los elefantes ha sido muy diferente en distintas partes de África. Por ejemplo, Kenya, Tanzania, Congo y Zambia han visto disminuir su población de elefantes, mientras que en Zimbabwe, Bostwana, Namibia y Sudáfrica ha pasado lo contrario. La razón es que los países del sur han practicado la “utilización consumptiva”. Este enfoque reconoce que la vida salvaje no puede separarse totalmente de las comunidades humanas y que las segundas tienen que recibir beneficios tangibles para proteger la primera.

Los programas más exitosos de utilización consumptiva se basan en que las comunidades adyacentes a la vida salvaje usufructúen los beneficios derivados de la misma, como turismo, caza, o la venta de productos derivados.

Según Raymond Bonner, los dos programas más exitosos de utilización consumptiva son el de guardianes comunitarios en Kaokoweld, Namibia, y el CAMPFIRE en Zimbabwe.

El primero fue diseñado en 1982 como respuesta a la caza furtiva y a la pobreza de los Himba y Herero, tribus dedicadas al pastoreo. Se reclutaron guardianes voluntarios con un salario de 25 dólares mensuales más alimentación y útiles domésticos. El programa también incentivó a los lugareños para fabricar artesanías y venderlas a las turistas. También se estableció un Comité de Conservación y Desarrollo, con los ingresos de un impuesto de 10 dólares por turista. Los voluntarios Himba y Herero resultaron ser guardianes mucho mejores que los empleados del gobierno.

EL CAMPFIRE se inició en 1982 pero sólo tomó fuerza a partir de 1988. El objetivo principal fue establecer cooperativas con derechos territoriales sobre áreas bien definidas. Los lugareños pueden cazar animales salvajes para aprovechar su carne, pueden vender concesiones de caza y establecer compañías de turismo. Los ingresos les han permitido construir escuelas, clínicas y molinos. En 1989, Nyaminyami contrató y equipó un grupo de doce guardianes con un salario mensual de 100 dólares, uno de los mejores grupos de guardianes de África. Los ingresos se distribuyen también para compensar por los daños infligidos por los animales salvajes. En total, Nyaminyami ha logrado obtener ingresos anuales de unos 500 mil dólares.

( William H. Kaempfer y Anton D. Lowenberg, Pag. 181-201 )

April 07, 2009

 

¿El fin de las burbujas?

Obama dice que va a establecer regulaciones y mecanismos para que las burbujas financieras no vuelvan a ocurrir jamás. Qué bueno. Ya se ha dicho antes. Cuando se creó la Reserva Federal en 1913, se dijo que con ella se aseguraba que los pánicos y colapsos financieros sistémicos eran ya cosa del pasado. Y años después vino la Gran Depresión. Entonces, el Führer Presidente F.D. Roosevelt promovió la creación del organismo regulador que hoy conocemos como Securities Exchange Commission o SEC a través del Securities Act of 1933 y el Securities Exchange Act of 1934, y adivinen qué dijo sobre la posibilidad de futuras burbujas y consecuentes colapsos financieros sistémicos: sí, adivinó usted, Roosevelt dijo que jamás ocurrirían de nuevo. Sí, ese mismo que Obama está tratando de emular ahora, el mismísimo FDR.

Lo primero que tendría que hacer quien realmente quisiese combatir el riesgo sistémico, es clausurar la Reserva Federal y reestablecer el respeto a la norma constitucional que dice que sólo el oro y la plata podrán circular como moneda. Esto ayudaría muchísimo. Pero ni así se eliminarían por completo las burbujas y los consecuentes colapsos. Mientras la naturaleza humana sea la que es (y no he recibido noticias de que vaya a cambiar pronto, a pesar de todas las promesas de los marxistas y progresistas que realmente se creen que pueden crear el Hombre Nuevo), habrá burbujas financieras. Eso sí, dudo que alguna vez lleguen a tener la profundidad y gravedad que la actual, porque eso requiere una banca central y una moneda sin respaldo. Pero de que seguirán ocurriendo, no lo dude usted.

¿Por qué será que los políticos se creen mesías capaces de bajar a la superficie el reino de los cielos?

April 06, 2009

 

Un gobernante que entiende de economía


Me refiero a John Key, Primer Ministro de Nueva Zelanda. Lástima que los pocos que entienden suelen ser de países pequeños. A continuación, algunas de sus declaraciones en una entrevista reciente :

· No les decimos a los neozelandeses que podemos parar la recesión, porque no es cierto. Lo que les decimos es que podemos hacernos más fuertes de forma que cuando el mundo comience a crecer de nuevo podamos hacerlo nosotros más rápido que nuestros competidores.

· No creo en los paquetes de estímulo. Recargan a las futuras generaciones con una deuda enorme que tienen que repagar. Hay un límite a lo que pueden hacer los gobiernos.

· Hemos ejecutado un programa de reducción de impuestos, eliminación de regulaciones y reajuste del tamaño del gobierno.

· Durante los últimos años de gobierno laborista hemos ido cayendo hasta situarnos en la mitad inferior de los países de la OCDE en términos de PIB per capita. Necesitamos aumentar los salarios per capita, y la única forma es aumentando la productividad.

· A partir del primero de abril, la tasa máxima de impuesto para los ingresos personales es de 38%. Es todavía demasiado alta. Creo que es una buena política reducir los impuestos.

· La reducción de la tasa corporativa, que está en 30%, no es tan importante en estos momentos, pero lo será en el futuro.

· Key planea eliminar muchas regulaciones relacionadas con el capital extranjero. Piensa hacer lo mismo con regulaciones ecológicas que han impedido el crecimiento económico. También quiere reducir el tamaño del gobierno, examinando en detalle cada uno de los departamentos.

· Key no cree en la ortodoxia del cambio climático. Dice que la mitad de las emisiones de NZ proceden de la agricultura. Por tanto, o producen más caro o recortan la producción. Ambas alternativas son muy poco atractivas.

· Según Key, el mayor riesgo de la crisis actual es el aumento de la oferta monetaria y la inflación consiguiente. A largo plazo, la inflación es cancerosa para la economía.

¿No podría Key darle unas clases al señor Obama por dos o tres horas?

April 05, 2009

 

Easterly: Los ricos tienen mercados, los pobres tienen burócratas


Tanzania produce más de 2,400 informes anuales para sus donantes y recibe más de mil misiones anuales. Las empresas también tienen burócratas, pero tienen que responder a los clientes. Los burócratas de la ayuda, por el contrario, tienen que satisfacer la vanidad de los países ricos. Desafortunadamente, los incentivos políticos trabajan muchas veces en contra de los profesionales que tratan de lograr resultados.

Las agencias de ayuda dependen de los gobiernos de los países ricos y de otras organizaciones que les proveen fondos. Las agencias tienen, pues, muchos jefes y cada uno quiere promocionar sus objetivos, lo que crea problemas insolubles. Por otro lado, hay varias agencias que se dedican a trabajos similares, cuando lo más recomendable sería la especialización.

La experiencia enseña que los burócratas se desempeñan mejor cuando tienen objetivos medibles, cuando hay una clara relación entre esfuerzos y resultados, cuando tienen pocos objetivos, cuando se especializan en problemas específicos, cuando tienen buena información sobre lo que quieren sus clientes, y cuando son responsables por los resultados.

Los defensores de la ayuda siempre se han enfocado en aumentar el volumen de la misma. La ayuda se redujo en la primera mitad de la década de los 90 pero ha vuelto a aumentar en lo que va del nuevo siglo. Por ejemplo, el G8 acordó en julio de 2005 duplicar la ayuda a África. El problema es que la ayuda es un input, no un outpt.

Quienes dirigen las agencias de ayuda tienen que mostrar a sus donantes esfuerzos observables. Por eso producen estudios, equipos de trabajo y reuniones con jefes de Estado. Por ejemplo, la ONU publicó en 2005 “Investing in Development”, con 3,751 páginas. El BM y el FMI, más modestos, publicaron “PRSP Sourcebook”, con sólo 2,246 páginas.

Por décadas, las agencias se han concentrado en la construcción de infraestructuras, que son muy visibles, y han descuidado el mantenimiento, menos visible. Por su parte, Filmer y Pritchett estiman que el retorno sobre el gasto en textos escolares es catorce veces superior al de las escuelas, pero las agencias siguen prefiriendo estas porque son más visibles.

Desde el comienzo de la ayuda se viene hablando de la coordinación de las diferentes agencias para no duplicar esfuerzos. El problema es que todo el mundo sabe que es deseable pero nadie toma acción. La coordinación es imposible porque cada agencia depende de un jefe diferente con una agenda diferente.

Aunque la evaluación tiene ya cierta historia en la ayuda externa, casi siempre se trata de autoevaluación, utilizando los informes de las mismas personas que llevan a cabo el proyecto. Un estudio del BM en el año 2000 comenzaba así : “A pesar de los billones de dólares dedicados a la ayuda cada año, todavía sabemos muy poco sobre el impacto real de los proyectos en la vida de los pobres”.

( William Easterly, The White Man’s Burden, 2006, Pag. 165-209 )

April 03, 2009

 

Cita: ¿Quién crea riesgo sistémico?


“El Representante Barney Frank propone crear un regulador del riesgo sistémico. Ese regulador ya existe y se llama mercado. Como la participación en cualquier aspecto del mercado es voluntaria, cada individuo, arriesgando sus propios activos, elige cómo y cuánto participa.

La competencia, responsabilidad personal, y la descentralización característica del mercado mantienen bajos los riesgos sistémicos.

Los grandes riesgos sistémicos se crean sólo cuando la competencia es reemplazada por el poder monopólico, la descentralización es suplantada por la centralización, y cuando la responsabilidad personal es sustituida por la distribución socializada de costos y beneficios.

El gobierno es la única institución capaz de lograr estos tres problemas. El control monopólico de la oferta monetaria es el principal mecanismo del gobierno para meter sus narices, y crear problemas sistémicos, en las transacciones del mercado.”

( Don Boudreaux )

 

Humor: Ignorancia


1. Todo el mundo es ignorante, sólo que en diferentes temas ( Will Rogers )

2. Llamamos conocimiento a la pequeña parte de ignorancia que logramos arreglar y clasificar ( Ambrose Bierce )

3. Nadie puede ser un puro especialista sin ser un idiota ( George B, Shaw )

4. Los sabios aprenden más de los necios que estos de aquellos ( Catón )

5. Es imposible vencer a un ignorante en una discusión ( William G. McAdoo )

( Fuente : Peter’s Quotations )

April 02, 2009

 

Colar el mosquito y tragar el camello


Si no me equivoco, en alguno de los Evangelios Jesús critica a los fariseos en esos términos. El sentido es que los fariseos daban una gran importancia a asuntos intrascendentes mientras que se olvidaban de los fundamentales.

Hay algunos episodios recientes que caen dentro de este esquema. Citaré dos de ellos:

Primero : En días pasados estaba viendo un noticiero de Televisión Española Internacional. Según una de las noticias, había una clínica de los Estados Unidos en la que los padres podían elegir el color de los ojos de sus hijos. El locutor añadía que esto estaba prohibido en la Unión Europea “por razones morales”, aunque no específicó en qué consistían dichas razones.

Yo me quedé de piedra. En la UE se permite el aborto por razones fútiles, e incluso se considera a quienes se oponen a él como una especie de cavernarios. Pero quienes no tienen problema en acabar con una vida humana, tienen escrúpulos morales si eligen el color de ojos de su vástago. Sencillamente demencial.

Segundo : El señor Obama ha armado un escándalo monumental con los dichosos bonos de AIG. Su argumento ha sido que los contribuyentes no aceptaban que su dinero se utilizase en esa forma. Pero los bonos son unos 160 millones, mientras que los fondos del rescate, que los contribuyentes tampoco querían, andan por los 170 billones. Es decir, los bonos son una milésima parte de los fondos del rescate. Obama no tiene problema en tragarse el camello del rescate pero se le atraganta el mosquito de los bonos.

Todo indica que los modernos fariseos no tienen nada que envidiar a los viejos.

April 01, 2009

 

Rethinking Green: Colonialismo ambientalista(2)


Alguien pudiera haber pensado que el fin de la era colonial en África hubiera significado el final del colonialismo ambientalista. Pero esto no sucedió. Lo que cambió fue la forma de la influencia europea. En vez de los edictos administrativos el elemento clave fue el flujo de dinero, que dependía del cumplimiento de los deseos de europeos y norteamericanos, incluidas las grandes organizaciones ambientalistas. Los gobernantes africanos han tratado de complacer a los donantes extranjeros incluso a costa del sufrimiento de sus propios ciudadanos.

El gobierno de Kenya realizó una encuesta en 2002. La principal queja de la gente era la utilización de la tierra para parques protegidos con la exclusión de la población local.

En 1988, los habitantes de la Mkomazi Game Reserve en Tanzania fueron expulsados del área por el gobierno. Lo mismo sucedió en muchos otros países. La población rural tiene poca influencia. Por lo contrario, las organizaciones ambientalistas internacionales proveen a los gobiernos fondos importantes.

La reserva fue establecida en 1951 para proteger a los elefantes y otros animales salvajes. En la parte oriental se permitió el pastoreo del ganado y en 1969 se hizo lo mismo en la parte occidental. En los años siguientes, el ganado aumentó notablemente. Argumentando que el pastoreo degradaba la reserva, los ambientalistas internacionales presionaron al gobierno para que se expulsase el ganado de la reserva. La expulsión se dio en 1988, y las personas expulsadas sufrieron grandes pérdidas económicas.

El ganado no excluye necesariamente la vida salvaje. Por el contrario, la mayor concentración de vida salvaje en África oriental depende de los pastos. El pastoreo no es una innovación en el continente. Ha sido parte de la dinámica ecológica africana durante miles de años. La ausencia de ganado no protege la “naturaleza original”, sino que crea algo nuevo.

Otro ejemplo del mito de África salvaje en Tanzania es el Arusha National Park, establecido como reserva en 1953 y como parque natural en 1960. Arusha es la tercera mayor ciudad de Tanzania. Es el punto de partida para muchos visitantes del Serengeti y montañeros del Kilimanjaro.

El parque está rodeado por poblaciones locales de Meru y otras tribus dedicadas a la agricultura. La relación entre las autoridades del parque y la población es mala. Estos últimos se dedican a la caza ilegal, el robo de plantas y otras formas de actividades ilegales.

Inicialmente, el parque se formó con tierras arrebatadas a los africanos y entregadas a los colonos extranjeros. Cuando estos se fueron, los africanos pensaron que recuperarían sus tierras, pero esto no sucedió. El gobierno de Tanzania justifica el parque como un elemento importante para el turismo y la obtención de ingresos.

Los parques nacionales de Tanzania y otros países africanos se han convertido en símbolos para los inventores de fantasías ambientales. Un cínico podría decir que esta conversión en Disneyland es el mejor uso para los parques. La fantasía vende, y millones de personas que viven en New York, Londres, y otras grandes ciudades, disfrutan las imágenes del Jardín del Edén, sea en África o en cualquier otra parte. En contraste, la gente rural afectada por el establecimiento de los parques es una minoría que tiene muy poco poder con sus propios gobiernos o con las organizaciones internacionales.

( Robert H. Nelson, Pag. 171-1979 )

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