April 19, 2009
Easterly: La tragedia del sida
Detrás de la atención actual, hay dos décadas de pasividad de los agentes políticos y agencias de ayuda. Se tenía la información para predecir lo que pasaría, sobre todo en África, pero no se hizo nada. Esto muestra la inefectividad de los planificadores.
El fracaso con el sida es más notable si tomamos en cuenta que la salud es donde la ayuda externa ha tenido más éxito. Una campaña de vacunación en el sur de África eliminó virtualmente las muertes de niños por sarampión. Una campaña nacional en Egipto para que los padres conocieran la terapia de rehidratación oral entre 1982 y 1989 redujo las muertes de niños por diarrea en 82%.
¿Por qué Occidente no actuó más temprano en la crisis del sida? La respuesta más probable es que los responsables políticos sólo se interesaron una vez que hubo una gran cantidad de gente afectada, o sea, cuando la atención tendría el suficiente grado de visibilidad.
Ahora que hay 29 millones de afectados en África, el combate contra el sida se lleva de una forma que puede costar más vidas que las que salva. En los países ricos es un suicidio político poner en duda el tratamiento contra el sida.
Los programas de ayuda están financiando la “triple terapia”. Las medicinas cuestan 304 dólares anuales por paciente. Pero si se añaden todos los costos del tratamiento, la cifra sube a 1,500 dólares.
Los abogados del tratamiento destacan el derecho al mismo. Pero también están los derechos frente a otras enfermedades mortales, o frente a la muerte por hambre, o el acceso al agua. ¿Quién decide que invertir contra el sida es más importante que otras alternativas? Un principio bien establecido es que hay que salvar primero las vidas cuyo salvamento se puede hacer a bajo costo antes que aquellas que cuestan más.
Las medicinas que curan la tuberculosis cuestan diez dólares por caso. Un paquete diseñado para prevenir muertes de madres e hijos cuesta menos de tres dólares anuales por persona. En todo el mundo, mueren anualmente tres millones de niños porque no están totalmente vacunados, pese a que las vacunas sólo cuestan centavos por cada dosis. Una de cada cuatro personas sufre de parásitos intestinales, aunque el tratamiento cuesta menos de un dólar por año. El tratamiento para la malaria de un niño cuesta un dólar.
Los 4.5 billones que la OMS planea gastar para alargar un año de vida para los tres millones de nuevos enfermos de sida podría dar entre seis y siete años de vida adicionales para quince millones de personas.
( William Easterly, The White Man’s Burden, Pag. 238-265 )