July 10, 2005
Solidaridad y Cuentas Individuales
La sabiduría convencional panameña sobre los sistemas de jubilación afirma dos cosas :
1. El sistema vigente de beneficio definido, sea de reparto de capitales o de reparto puro, es solidario.
2. Un sistema de cuentas individuales no es solidario.
Mi posición es que ambas tesis son en gran parte falsas.
Aparentemente, la solidaridad se entiende como la transferencia forzada de recursos de unos grupos o individuos a otros, preferentemente de los de mayores ingresos a los de menores ingresos. Aunque para mí el concepto de solidaridad implica necesariamente la voluntariedad, utilizaré la expresión en el sentido en que se usa habitualmente en nuestro medio.
Se dice que el sistema actual tiene un doble componente de solidaridad : uno intergeneracional y otro intrageneracional. Según el primero, los jubilados actuales son sostenidos por los trabajadores actuales, los que a su vez, cuando se jubilen, serán sostenidos por los trabajadores futuros, y así sucesivamente. Según el segundo, dentro de cada generación de cotizantes, los de mayores ingresos subvencionan a los de menores ingresos para que puedan obtener una mejor jubilación.
Examinemos primero la solidaridad intergeneracional, mediante un ejemplo. Se trata de un cotizante masculino, con 30 años de cotizaciones, con un salario final de 500 dólares, que creció un 1% anual durante su vida laboral. Durante el periodo 1981-1991, podía recibir una pensión de $357 a los 55 años, $383 a los 57 años, y $433 a los 60 años.
Durante el periodo 1995-2005, el mismo cotizante sólo podía recibir una pensión de $382 a los 62 años. Finalmente, a partir del 2015, según la ley 17, tendría una jubilación de $321 a los 65 años, con el agravante de un aumento del 26% en su cuota para el programa de jubilación. La conclusión es obvia : lo que puede esperar el cotizante es pensiones cada vez más bajas, edades de jubilación más altas, y cuotas cada vez mayores. Esto es solidaridad o es una estafa en toda la regla?. Creo que la respuesta es innecesaria.
El tema de la solidaridad intrageneracional es bastante complejo. Aunque se da por supuesta, la más elemental honradez intelectual exige que sea probada. Por ello hay que realizar cientos de cálculos con todas las posibles combinaciones de salario y años de servicio, ya que estas son las variables que determinan la pensión. Sólo conozco un estudio sobre este tema, realizado por el CONEP. Según el mismo, sólo hay dos grupos que aportan solidaridad : quienes cotizan al menos 35 años con salario de $300 o más y quienes cotizan al menos 30 años con un salario de $3,000 o más. Por ejemplo, se da el caso curioso de que alguien que cotiza 35 años con un salario de $300 puede estar subsidiando a alguien que cotiza 25 años con un salario de $2,000. En conclusión, la solidaridad intrageneracional del actual sistema, si existe, es sumamente débil e imperfecta. Me gustaría saber si existen otros estudios sobre este tema y cuáles son sus conclusiones.
En cuanto a las cuentas individuales, mi posición es que son neutras en cuanto a la solidaridad. En otras palabras, se pueden diseñar sistemas solidarios y sistemas no-solidarios. Eso sí, es mucho más sencillo diseñar un sistema solidario con cuentas individuales que con las fórmulas de beneficio definido. Podemos determinar fácilmente el grupo al que queremos subsidiar, el grupo subsidiante, y el porcentaje de subsidio. Por ejemplo, hacer que quienes tienen salarios superiores a $600 aporte el 2% de sus salarios a favor de quienes tienen salarios inferiores a $300.
Un ejemplo de cuentas individuales solidarias lo encontramos en la propuesta del sistema de dos pilares presentado por el CONEP. En dicho sistema, quienes tienen un salario superior a $450 aportan el 3% del mismo a un Fondo de Garantía Solidaria para ayudar a quienes tienen salarios por debajo de $450. Para mi sorpresa, escuché decir a un ex-subdirector de la Caja que este esquema no es solidario. Si me lee, me gustaría que me explicara por qué.
La sabiduría convencional panameña sobre los sistemas de jubilación afirma dos cosas :
1. El sistema vigente de beneficio definido, sea de reparto de capitales o de reparto puro, es solidario.
2. Un sistema de cuentas individuales no es solidario.
Mi posición es que ambas tesis son en gran parte falsas.
Aparentemente, la solidaridad se entiende como la transferencia forzada de recursos de unos grupos o individuos a otros, preferentemente de los de mayores ingresos a los de menores ingresos. Aunque para mí el concepto de solidaridad implica necesariamente la voluntariedad, utilizaré la expresión en el sentido en que se usa habitualmente en nuestro medio.
Se dice que el sistema actual tiene un doble componente de solidaridad : uno intergeneracional y otro intrageneracional. Según el primero, los jubilados actuales son sostenidos por los trabajadores actuales, los que a su vez, cuando se jubilen, serán sostenidos por los trabajadores futuros, y así sucesivamente. Según el segundo, dentro de cada generación de cotizantes, los de mayores ingresos subvencionan a los de menores ingresos para que puedan obtener una mejor jubilación.
Examinemos primero la solidaridad intergeneracional, mediante un ejemplo. Se trata de un cotizante masculino, con 30 años de cotizaciones, con un salario final de 500 dólares, que creció un 1% anual durante su vida laboral. Durante el periodo 1981-1991, podía recibir una pensión de $357 a los 55 años, $383 a los 57 años, y $433 a los 60 años.
Durante el periodo 1995-2005, el mismo cotizante sólo podía recibir una pensión de $382 a los 62 años. Finalmente, a partir del 2015, según la ley 17, tendría una jubilación de $321 a los 65 años, con el agravante de un aumento del 26% en su cuota para el programa de jubilación. La conclusión es obvia : lo que puede esperar el cotizante es pensiones cada vez más bajas, edades de jubilación más altas, y cuotas cada vez mayores. Esto es solidaridad o es una estafa en toda la regla?. Creo que la respuesta es innecesaria.
El tema de la solidaridad intrageneracional es bastante complejo. Aunque se da por supuesta, la más elemental honradez intelectual exige que sea probada. Por ello hay que realizar cientos de cálculos con todas las posibles combinaciones de salario y años de servicio, ya que estas son las variables que determinan la pensión. Sólo conozco un estudio sobre este tema, realizado por el CONEP. Según el mismo, sólo hay dos grupos que aportan solidaridad : quienes cotizan al menos 35 años con salario de $300 o más y quienes cotizan al menos 30 años con un salario de $3,000 o más. Por ejemplo, se da el caso curioso de que alguien que cotiza 35 años con un salario de $300 puede estar subsidiando a alguien que cotiza 25 años con un salario de $2,000. En conclusión, la solidaridad intrageneracional del actual sistema, si existe, es sumamente débil e imperfecta. Me gustaría saber si existen otros estudios sobre este tema y cuáles son sus conclusiones.
En cuanto a las cuentas individuales, mi posición es que son neutras en cuanto a la solidaridad. En otras palabras, se pueden diseñar sistemas solidarios y sistemas no-solidarios. Eso sí, es mucho más sencillo diseñar un sistema solidario con cuentas individuales que con las fórmulas de beneficio definido. Podemos determinar fácilmente el grupo al que queremos subsidiar, el grupo subsidiante, y el porcentaje de subsidio. Por ejemplo, hacer que quienes tienen salarios superiores a $600 aporte el 2% de sus salarios a favor de quienes tienen salarios inferiores a $300.
Un ejemplo de cuentas individuales solidarias lo encontramos en la propuesta del sistema de dos pilares presentado por el CONEP. En dicho sistema, quienes tienen un salario superior a $450 aportan el 3% del mismo a un Fondo de Garantía Solidaria para ayudar a quienes tienen salarios por debajo de $450. Para mi sorpresa, escuché decir a un ex-subdirector de la Caja que este esquema no es solidario. Si me lee, me gustaría que me explicara por qué.