August 26, 2005
Lectura : El “Milagro” Keynesiano
Keynes es el nuevo profeta del inflacionismo. Su revolución consiste en adoptar las doctrinas de Silvio Gesell : “ La expansión del crédito realiza el milagro de convertir las piedras en pan.”
Para entender el éxito de la Teoría General en los círculos académicos hay que notar que en las Universidades había muy pocos genuinos economistas, que eran caricaturizados como obsoletos, ortodoxos, y reaccionarios.
Las diferencias quedaban claras en el tema de los sindicatos :
1. Los economistas ortodoxos defendían que los aumentos generales y permanentes de salarios sólo eran posibles si aumentaba el capital per capita y la productividad del trabajo. Salarios artificialmente altos llevan necesariamente al desempleo.
2. Los contrarios decían que los aumentos de salarios se debían a los sindicatos y a la legislación laboral.
La práctica confirmó que los ortodoxos tenían razón. Entonces apareció Keynes. Para acabar con el desempleo había que aumentar la demanda mediante el gasto público financiado por la expansión del crédito y la inflación.
La Teoría General de Keynes de 1936 no inauguró una nueva era de políticas económicas. Más bien marcó el fin del periodo.
( Ludwig Von Mises, artículo original de 1948 )
Keynes es el nuevo profeta del inflacionismo. Su revolución consiste en adoptar las doctrinas de Silvio Gesell : “ La expansión del crédito realiza el milagro de convertir las piedras en pan.”
Para entender el éxito de la Teoría General en los círculos académicos hay que notar que en las Universidades había muy pocos genuinos economistas, que eran caricaturizados como obsoletos, ortodoxos, y reaccionarios.
Las diferencias quedaban claras en el tema de los sindicatos :
1. Los economistas ortodoxos defendían que los aumentos generales y permanentes de salarios sólo eran posibles si aumentaba el capital per capita y la productividad del trabajo. Salarios artificialmente altos llevan necesariamente al desempleo.
2. Los contrarios decían que los aumentos de salarios se debían a los sindicatos y a la legislación laboral.
La práctica confirmó que los ortodoxos tenían razón. Entonces apareció Keynes. Para acabar con el desempleo había que aumentar la demanda mediante el gasto público financiado por la expansión del crédito y la inflación.
La Teoría General de Keynes de 1936 no inauguró una nueva era de políticas económicas. Más bien marcó el fin del periodo.
( Ludwig Von Mises, artículo original de 1948 )