September 30, 2005
Galería de Despropósitos : Don Bonifacio y sus Límites
Leo en El País un artículo de Bonifacio de la Cuadra titulado “La Iglesia y sus Límites”. Aunque hay mucha tela que cortar, me concentraré en dos de sus tesis principales.
Dice BDLC : “La presencia de dirigentes y activistas de la Iglesia Católica en manifestaciones para oponerse a medidas legislativas producen, con toda razón, indignación en los sectores políticos progresistas, que preguntan quién les ha dado vela en este entierro”.
Supongo que los sectores políticos “progresistas” son PSOE, IU, ERC, y similares. Qué progreso han producido?. No tengo ni la menor idea, y Don Bonifacio no lo explica. En cuanto al fondo del asunto, los dirigentes y activistas católicos son ciudadanos, y por tanto no necesitan velas de nadie, ni de Don Bonifacio, ni de los regresistas.
Si los regresistas se indignan es que su bagaje democrático es muy ligero. Don Bonifacio confunde el plano ciudadano y el plano de las creencias personales, religiosas o no. Un obispo es un ciudadano como cualquier otro, ni más ni menos. Por tanto, tiene el mismo derecho a manifestarse en política que cualquiera. Se puede criticar el contenido de sus propuestas, pero no el hecho de que las haga.
Siempre me ha llamado la atención la doble postura de los regresistas sobre la Iglesia. Primero, le niegan el derecho a manifestarse sobre temas políticos. Segundo, acaban negándole el derecho a tomar decisiones sobre los mismos asuntos internos de la Iglesia. Ejemplo al canto. Cuando Juan Pablo II beatificó a un grupo de sacerdotes y religiosos asesinados por las huestes regresistas antes de, y durante la guerra civil, el gobierno de Felipe González maniobró para evitarlo, y lanzó una ofensiva en toda regla en los medios de comunicación.
Segundo punto. Dice BDLC : “La doctrina y praxis de la Iglesia se encuentra a años luz de los principios y valores cívicos democráticos”. Afortunadamente no aboga por su ilegalización, como hacen otros. Aquí el error de Don Bonifacio es de nuevo que no distingue los diferentes planos de las actividades humanas. No todas las actividades deben organizarse ni ejercerse en forma similar a la democracia política. Claro, la Iglesia no es democrática. Gran pecado. Pero tampoco son democráticas instituciones como el ejército, el órgano ejecutivo, el órgano judicial, la familia, la escuela, y un largo etcétera. Tampoco es democrático El País. Y tampoco es democrático este Blog donde yo escribo. So what?.
Leo en El País un artículo de Bonifacio de la Cuadra titulado “La Iglesia y sus Límites”. Aunque hay mucha tela que cortar, me concentraré en dos de sus tesis principales.
Dice BDLC : “La presencia de dirigentes y activistas de la Iglesia Católica en manifestaciones para oponerse a medidas legislativas producen, con toda razón, indignación en los sectores políticos progresistas, que preguntan quién les ha dado vela en este entierro”.
Supongo que los sectores políticos “progresistas” son PSOE, IU, ERC, y similares. Qué progreso han producido?. No tengo ni la menor idea, y Don Bonifacio no lo explica. En cuanto al fondo del asunto, los dirigentes y activistas católicos son ciudadanos, y por tanto no necesitan velas de nadie, ni de Don Bonifacio, ni de los regresistas.
Si los regresistas se indignan es que su bagaje democrático es muy ligero. Don Bonifacio confunde el plano ciudadano y el plano de las creencias personales, religiosas o no. Un obispo es un ciudadano como cualquier otro, ni más ni menos. Por tanto, tiene el mismo derecho a manifestarse en política que cualquiera. Se puede criticar el contenido de sus propuestas, pero no el hecho de que las haga.
Siempre me ha llamado la atención la doble postura de los regresistas sobre la Iglesia. Primero, le niegan el derecho a manifestarse sobre temas políticos. Segundo, acaban negándole el derecho a tomar decisiones sobre los mismos asuntos internos de la Iglesia. Ejemplo al canto. Cuando Juan Pablo II beatificó a un grupo de sacerdotes y religiosos asesinados por las huestes regresistas antes de, y durante la guerra civil, el gobierno de Felipe González maniobró para evitarlo, y lanzó una ofensiva en toda regla en los medios de comunicación.
Segundo punto. Dice BDLC : “La doctrina y praxis de la Iglesia se encuentra a años luz de los principios y valores cívicos democráticos”. Afortunadamente no aboga por su ilegalización, como hacen otros. Aquí el error de Don Bonifacio es de nuevo que no distingue los diferentes planos de las actividades humanas. No todas las actividades deben organizarse ni ejercerse en forma similar a la democracia política. Claro, la Iglesia no es democrática. Gran pecado. Pero tampoco son democráticas instituciones como el ejército, el órgano ejecutivo, el órgano judicial, la familia, la escuela, y un largo etcétera. Tampoco es democrático El País. Y tampoco es democrático este Blog donde yo escribo. So what?.