November 18, 2005
¿Es el Capital Poderoso?
Por Olmedo Miró , de la Fundación Libertad de Panamá
Mucho se dice del poder del capital. Es cierto, a todo el mundo le gusta la plata y por ella cualquier “mono baila” pero, ¿estamos hablando de la misma cosa?.
Un día me encontraba discutiendo con un amigo que criticaba el “poder de los capitales” justo al lado de una flamante computadora portátil recién adquirida por él y que seguro le costó mes y algo de salario. Luego , para demostrarle qué tan equivocado estaba por su aseveración , le tomé la computadora de sus manos, me acerqué a la ventana y amenacé con tirarla. Mi amigo , aterrado, me preguntó qué hacía, y le contesté : me dices que el capital es muy poderoso , vamos a probarlo : ¿cuántas horas de trabajo necesitaste para adquirir esta computadora?. No me contestó , sólo me pidió que se la devolviera . Yo le dije : ahora ¿cuántos segundos tú crees que me tomará destruir tantas horas de tu esfuerzo personal?. Mi amigo rápidamente captó lo que quería decir y pensativo , me dio la razón.
Sí , pocas cosas más frágiles que el “capital”. Y cuando me refiero a “el capital” no quiero que piensen en su expresión nominativa, el “dinero”, que es simplemente su representación; es como decir que las palabras, que representan cosas, son la esencia de las “cosas”. Cuando me refiero al capital me refiero a toda la infraestructura que sostiene nuestro estándar de vida. La computadora con que escribo este artículo, el sistema eléctrico que le da energía, los alimentos que me sostienen, etc. Todos, productos de miles de millones de horas de trabajo, abstención de consumo (ahorro) , coordinación ( que focaliza el trabajo ) y el ingenio que pone todo a trabajar correctamente. Hago énfasis en la palabra “ingenio” ya que sin ella el capital no sería capital, es hasta etimológicamente demostrable : la palabra capital desciende de la palabra latina “capita” que significa cabeza.
Decía el genial economista, de la escuela austriaca, Israel Kirzner, que “el capital es todo aquello que media en los planes de alguien para lograr su objetivo”. Con esto quería decir que el capital no es algo que surge aleatoriamente, como se dice vulgarmente, sino que es el resultado de los planes de los individuos. El capital no es algo que “está allí”, alegremente.
Ahora , ¿qué tal si yo hubiera decidido pedirle plata a mi amigo a cambio de no tirarle la computadora?. Bueno, qué más le queda a él, son decenas de horas de trabajo que se irían por la ventana en un instante. Así , si procedo de esta manera , me estaría convirtiendo en un “movimiento social latino americano”, uno de esos movimientos “revolucionarios” en contra del “neoliberalismo”, imperialismo o la palabra que esté de moda. ¿Exagero?. Bueno, díganme , cuál ha sido la historia latinoamericana sino ciclos contrapuestos de un poco de neoliberalismo , donde se recibe con las manos abiertas el capital extranjero, seguidos luego , cuando los inversionistas han puesto cientos de millones de dólares y no hay vuelta atrás , por fiebres de nacionalismo y luchas por “conquistas”.
Decía un historiador, que cuando, a iniciativa de las grandes mineras transnacionales, se propusieron planes para la explotación del cobre en Chile a gran escala , las transnacionales le ofrecieron al gobierno chileno y empresarios locales participación accionaria en la empresa. Ellos se negaron aludiendo que era muy a largo plazo y riesgoso. Luego, cuando el cobre se convirtió en una realidad presente, a esos “temerosos nacionalistas locales” fue que les entró el bicho del nacionalismo y “la lucha por los recursos del país”. ¡Qué manera más segura de hacerse de las suyas!.
¿En Panamá se han puesto a pensar cuánto nos cuestan los tranques producidos por estos bloqueos “pacíficos” de calles?. ¿Quiénes serán los que terminarán ganando de esto , los pacíficos ciudadanos que sólo quieren que los dejen trabajar tranquilos o aquellos bloqueadores de calles?. Sólo pónganse a ver cómo ha quedado la trabajadora y pacifica clase media panameña, después de las reformas tributarias, y obtendrán su respuesta.¡Qué buen negocio es destruir portátiles!.
Es la historia de Latino América, en donde gana el que “controla el martillo dentro de la cristalería”.El cristalero pierde. Por eso es que en toda nuestra historia nunca hemos pasado de ser más que simples recolectores de materias primas endeudados hasta el cuello . Planear a largo plazo, en nuestros países, es un sueño de opio. Hace falta estar loco para invertir a largo plazo en este país. De allí , la pobreza es la lógica consecuencia.
Por Olmedo Miró , de la Fundación Libertad de Panamá
Mucho se dice del poder del capital. Es cierto, a todo el mundo le gusta la plata y por ella cualquier “mono baila” pero, ¿estamos hablando de la misma cosa?.
Un día me encontraba discutiendo con un amigo que criticaba el “poder de los capitales” justo al lado de una flamante computadora portátil recién adquirida por él y que seguro le costó mes y algo de salario. Luego , para demostrarle qué tan equivocado estaba por su aseveración , le tomé la computadora de sus manos, me acerqué a la ventana y amenacé con tirarla. Mi amigo , aterrado, me preguntó qué hacía, y le contesté : me dices que el capital es muy poderoso , vamos a probarlo : ¿cuántas horas de trabajo necesitaste para adquirir esta computadora?. No me contestó , sólo me pidió que se la devolviera . Yo le dije : ahora ¿cuántos segundos tú crees que me tomará destruir tantas horas de tu esfuerzo personal?. Mi amigo rápidamente captó lo que quería decir y pensativo , me dio la razón.
Sí , pocas cosas más frágiles que el “capital”. Y cuando me refiero a “el capital” no quiero que piensen en su expresión nominativa, el “dinero”, que es simplemente su representación; es como decir que las palabras, que representan cosas, son la esencia de las “cosas”. Cuando me refiero al capital me refiero a toda la infraestructura que sostiene nuestro estándar de vida. La computadora con que escribo este artículo, el sistema eléctrico que le da energía, los alimentos que me sostienen, etc. Todos, productos de miles de millones de horas de trabajo, abstención de consumo (ahorro) , coordinación ( que focaliza el trabajo ) y el ingenio que pone todo a trabajar correctamente. Hago énfasis en la palabra “ingenio” ya que sin ella el capital no sería capital, es hasta etimológicamente demostrable : la palabra capital desciende de la palabra latina “capita” que significa cabeza.
Decía el genial economista, de la escuela austriaca, Israel Kirzner, que “el capital es todo aquello que media en los planes de alguien para lograr su objetivo”. Con esto quería decir que el capital no es algo que surge aleatoriamente, como se dice vulgarmente, sino que es el resultado de los planes de los individuos. El capital no es algo que “está allí”, alegremente.
Ahora , ¿qué tal si yo hubiera decidido pedirle plata a mi amigo a cambio de no tirarle la computadora?. Bueno, qué más le queda a él, son decenas de horas de trabajo que se irían por la ventana en un instante. Así , si procedo de esta manera , me estaría convirtiendo en un “movimiento social latino americano”, uno de esos movimientos “revolucionarios” en contra del “neoliberalismo”, imperialismo o la palabra que esté de moda. ¿Exagero?. Bueno, díganme , cuál ha sido la historia latinoamericana sino ciclos contrapuestos de un poco de neoliberalismo , donde se recibe con las manos abiertas el capital extranjero, seguidos luego , cuando los inversionistas han puesto cientos de millones de dólares y no hay vuelta atrás , por fiebres de nacionalismo y luchas por “conquistas”.
Decía un historiador, que cuando, a iniciativa de las grandes mineras transnacionales, se propusieron planes para la explotación del cobre en Chile a gran escala , las transnacionales le ofrecieron al gobierno chileno y empresarios locales participación accionaria en la empresa. Ellos se negaron aludiendo que era muy a largo plazo y riesgoso. Luego, cuando el cobre se convirtió en una realidad presente, a esos “temerosos nacionalistas locales” fue que les entró el bicho del nacionalismo y “la lucha por los recursos del país”. ¡Qué manera más segura de hacerse de las suyas!.
¿En Panamá se han puesto a pensar cuánto nos cuestan los tranques producidos por estos bloqueos “pacíficos” de calles?. ¿Quiénes serán los que terminarán ganando de esto , los pacíficos ciudadanos que sólo quieren que los dejen trabajar tranquilos o aquellos bloqueadores de calles?. Sólo pónganse a ver cómo ha quedado la trabajadora y pacifica clase media panameña, después de las reformas tributarias, y obtendrán su respuesta.¡Qué buen negocio es destruir portátiles!.
Es la historia de Latino América, en donde gana el que “controla el martillo dentro de la cristalería”.El cristalero pierde. Por eso es que en toda nuestra historia nunca hemos pasado de ser más que simples recolectores de materias primas endeudados hasta el cuello . Planear a largo plazo, en nuestros países, es un sueño de opio. Hace falta estar loco para invertir a largo plazo en este país. De allí , la pobreza es la lógica consecuencia.
Comments:
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Hola Francisco:
Muy buen artículo. Contigo se aprende harto sobre economía. No conocía esa historia del cobre. ¡Tan parásitos son los del estado! Hace poco ocurrió algo parecido con el tesoro de la isla de Juan Fernández. Un chileno fabricó un robot que se había utilizado para resolver crimines. Luego un grupo de exploradores lo utilizó, para encontrar el tesoro de esa isla. Al parecer lo encontraron. En seguida aparecieron los diversos departamentos del estado reclamando la propiedad del tesoro. En resumen: a los buscadores del tesoro no les quedo nada. El estado se iba a llevar el 100% del tesoro. Yo creía que en esas empresas, al exploradores se les daba un porcentaje. La ley chilena dice lo contrario. En este evento como en las minas del cobre, el estado no arriesgo nada. Lo mismo se puede decir del gas en argentina y bolivia. No gastan nada, y luego se lo expropian, como si ellos hubieran hecho la inversión.
Muy bueno.
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Muy buen artículo. Contigo se aprende harto sobre economía. No conocía esa historia del cobre. ¡Tan parásitos son los del estado! Hace poco ocurrió algo parecido con el tesoro de la isla de Juan Fernández. Un chileno fabricó un robot que se había utilizado para resolver crimines. Luego un grupo de exploradores lo utilizó, para encontrar el tesoro de esa isla. Al parecer lo encontraron. En seguida aparecieron los diversos departamentos del estado reclamando la propiedad del tesoro. En resumen: a los buscadores del tesoro no les quedo nada. El estado se iba a llevar el 100% del tesoro. Yo creía que en esas empresas, al exploradores se les daba un porcentaje. La ley chilena dice lo contrario. En este evento como en las minas del cobre, el estado no arriesgo nada. Lo mismo se puede decir del gas en argentina y bolivia. No gastan nada, y luego se lo expropian, como si ellos hubieran hecho la inversión.
Muy bueno.
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