December 16, 2005

 
El Salario Mínimo y la Pobreza

Por Olmedo Miró, de la Fundación Libertad de Panamá

La Comisión de Salario Mínimo lleva varios meses de trabajo. La premisa es que el salario mínimo debe de ajustarse de acuerdo a las “nuevas circunstancias del costo de vida”. Con tan alegre premisa, se asume que un salario no es más que una gratificación que se otorga de forma condescendiente. Qué feliz sería la vida si las cosas fueran así de fáciles. Decretemos que nadie puede ganar por debajo de sus necesidades y presto la pobreza está resuelta. Qué ilusorio. No sólo es lo suficiente irónico estar pensando en subir el salario mínimo en el país que tiene los más altos índices de desempleo en la región, sino que es completamente demencial pensar que uno podrá estar aliviando la pobreza de esa manera. Muy por el contrario, me atrevo a decir que el salario mínimo, y su acompañante el Código de Trabajo, es la principal causa de la perpetuación de la pobreza en Panamá.

Estadísticamente, existe un 13% de personas desempleadas en Panamá. Sin embargo, esta cifra, que ya es suficientemente alta, es la punta de un iceberg gigantesco que representa el porcentaje de personas excluidas de la “división del trabajo” en Panamá, que representa hasta el 40% de la población nacional, y en donde sin duda están los más pobres de entre los pobres. Esto es lo que se llama, técnicamente, la “economía informal”. Sucede que los encuestadores del empleo, para determinar si una persona está desempleada o no, preguntan si uno está trabajando, y si digo que no, entonces preguntan si he estado buscando empleo durante los últimos meses, y si respondo que si, entonces entro dentro del 13% de desempleo, y si respondo que no, entonces me excluyen. Sucede que existen muchas personas que ya hace tiempo han perdido la esperanza de encontrar un empleo formal y estable si es que alguna vez pensaron en hacerlo. Esas personas entran dentro de una categoría bastante ambigua llamada la clase “informal”. Esta es una clase que se extiende desde los buhoneros hasta los campesinos de subsistencia que incluye a la clase indígena. Y ellos son los más pobres entre los pobres.

¿Qué es la división del trabajo?. Resulta que ninguno de nosotros, por capacitado que fuere, puede ser autosuficiente sin empobrecerse substancialmente. ¿Quién de nosotros puede ser autosuficiente y producir todo en vestidos, ropas, transporte, cual si fuéramos náufragos en una isla desierta?. El hecho de que podamos disfrutar de tantos recursos, a los que llamamos riqueza, se debe a que cada uno de nosotros desarrolla una labor especializada, en donde más productivo uno pueda ser, para luego intercambiar la producción por otros productos que necesita. Esa producción no es un proceso automático sino que requiere de un enorme sistema de contratos a través de todo un sistema de división del trabajo que es la economía nacional y global.


Los salarios son el producto de todo ese sistema, la contribución que cada uno pueda aportar a esa “producción” e intercambio. Esto no es justo o injusto, esto simplemente es “así” y nada más. Como un náufrago en una isla desierta, uno no puede esperar consumir más de lo que produce porque eventualmente uno queda sin nada. Lo mismo aplica a un país y al mundo entero. Hay que entender que la pobreza es algo natural que se produce sin esfuerzo, mientras que la riqueza sólo puede ser el producto de la labor y el ingenio del ser humano colaborando a través de la división del trabajo.

Ahora, ¿qué tal si prohibimos a personas establecer contratos por debajo de un “precio requerido”?. Bueno, simplemente estaremos prohibiendo la entrada al sistema de la división del trabajo a personas cuyo aporte sea inferior a ese límite. Los estamos convirtiendo en náufragos dentro de su propia sociedad.

La marginalidad, el crimen, y la pérdida de capacidad asociativa entre los grupos que menos tienen son las verdaderas consecuencias del salario mínimo, aparte del desempleo. Y qué no decir de la pérdida de la ética de trabajo. Y, aunque suene contradictorio, no se protegerá al trabajador de la explotación y menos se le asegurará una canasta básica. Simplemente el que no puede producir lo suficiente se queda sin empleo y sin nada. ¿ Y en cuanto a la explotación? Bueno, si fuera tan rentable explotar a un trabajador, como dicen ¿por qué hay tanto trabajador sin empleo o sin ser “explotado”?.

Bueno, para un funcionario público no hay problema, el desempleo sólo crea una excusa más para aumentar el gasto público, la deuda y los impuestos; así se garantiza su propio empleo.

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