January 01, 2006
Noticia / Crítica : Al Fin, Algo Racional Respecto al Tabaco
Según la “High Court “ de Inglaterra, los fumadores son legalmente responsables de su mala salud por su negligencia en no dejar el tabaco. El juez dijo que quienes han fumado desde 1971 son culpables de poner en riesgo su propia salud porque ya desde esa fecha había clara evidencia de los peligros del tabaco.
El asunto se originó en una demanda de la viuda de Reginald Badger, Beryl, por cáncer de pulmón relacionada con asbestos. El juez aceptó la demanda pero redujo la cantidad de compensación en 20% porque Badger era un empedernido fumador.
El juez dijo que nadie podía culpar a Badger por comenzar a fumar en 1955, porque entonces los riesgos no eran generalmente conocidos. Pero desde 1971 se introdujeron las advertencias escritas en las cajetillas de cigarrillos, por lo que nadie puede alegar no estar al tanto de los riesgos del tabaco.
Aunque creo que los riesgos del tabaco se conocían con razonable certeza antes de 1971, esta sentencia va en la dirección correcta. Cada quien es responsable de sus actos. Conozco pocos episodios tan grotescos como la impúdica exacción del gobierno y particulares a las compañías tabaqueras fingiendo una indignación moral basada en la irresponsabilidad personal.
Según la “High Court “ de Inglaterra, los fumadores son legalmente responsables de su mala salud por su negligencia en no dejar el tabaco. El juez dijo que quienes han fumado desde 1971 son culpables de poner en riesgo su propia salud porque ya desde esa fecha había clara evidencia de los peligros del tabaco.
El asunto se originó en una demanda de la viuda de Reginald Badger, Beryl, por cáncer de pulmón relacionada con asbestos. El juez aceptó la demanda pero redujo la cantidad de compensación en 20% porque Badger era un empedernido fumador.
El juez dijo que nadie podía culpar a Badger por comenzar a fumar en 1955, porque entonces los riesgos no eran generalmente conocidos. Pero desde 1971 se introdujeron las advertencias escritas en las cajetillas de cigarrillos, por lo que nadie puede alegar no estar al tanto de los riesgos del tabaco.
Aunque creo que los riesgos del tabaco se conocían con razonable certeza antes de 1971, esta sentencia va en la dirección correcta. Cada quien es responsable de sus actos. Conozco pocos episodios tan grotescos como la impúdica exacción del gobierno y particulares a las compañías tabaqueras fingiendo una indignación moral basada en la irresponsabilidad personal.
