February 05, 2006

 
Bloc de Notas : Capitalismo, Por A. Seldon (5)

VII – VIII. Refuerzos intelectuales a favor del capitalismo

Recientemente se ha producido un perfeccionamiento y una reafirmación en lenguaje moderno, y con aplicaciones al mundo actual, del pensamiento clásico anglo-escocés. Pueden articularse en los siguientes temas :

1. La nueva interpretación de la historia del capitalismo.
Durante décadas economistas e historiadores entendieron que la Revolución Industrial mejoró las condiciones de vida de las masas, que se habían mantenido casi inalteradas durante siglos. Sin embargo, los marxistas y grupos afines defendían que el capitalismo sólo había generado miseria. Hoy día la cuestión está zanjada, y se ha restablecido la interpretación clásica del capitalismo.

2. La nueva interpretación de los derechos de propiedad.
Los propietarios reales capitalistas cuidan con esmero sus posesiones, mientras que los propietarios nominales del socialismo no pueden hacerlo. Lo que sobre el papel pertenece a todos, en la práctica no pertenece a nadie.

Los historiadores Douglas North y Robert Thomas han explicado la evolución de los estancados sistemas feudal y gremial al crecimiento económico progresivo en Europa, primero en Holanda y luego en Inglaterra, como consecuencia de la transición desde la propiedad común de la tierra a la propiedad personal.
El capitalismo se vió frenado en el siglo XIX por el lento progreso de la legislación sobre los derechos de propiedad.

3. El mercado como proceso.
Los políticos se presentan a sí mismos como más humanos, compasivos, accesibles, y civilizados, pero la realidad es casi exactamente todo lo contrario.
El error fundamental de los modelos macroeconómicos utilizados todavía por los planificadores es que reflejan totales o porcentajes de producción, consumo, ahorro, o inversión, mientras que las decisiones individuales se guían por pequeñas variaciones marginales de estas cantidades.
No es realista suponer que los procesos políticos del socialismo pueden utilizar los micromercados con la misma eficacia que el capitalismo.

4. La economía de la política o teoría de la elección pública.
Ha desarrollado tres aspectos principales :
· Ha aplicado la microeconomía tanto al proceso político como a las administraciones públicas, para descubrir los intereses de cada uno de sus miembros.

· Los déficit presupuestarios se explican porque los beneficios favorecen a los ciudadanos de hoy mientras que los costos caerán sobre los futuros. Los productores suelen ser favorecidos a costa de los consumidores porque los primeros están mejor organizados.

· Siguiendo a Knut Wicksell, Buchanan ha desarrollado el punto de vista “contractualista” del Estado para explicar las decisiones sobre gastos e impuestos de los gobiernos.

La solución obvia es limitar el poder de los políticos al mínimo esencial.

5. Las seducciones de la regulación gubernamental.
Los socialistas insisten en que las empresas deben ser reguladas por el gobierno para salvaguardar el bien común. Pero la historia de las regulaciones es un vivo ejemplo de la incapacidad del proceso político para remediar los fallos supuestos o reales del mercado. La nueva economía de la regulación ha aportado pruebas de los daños ocultos causados por los gobiernos. Generalmente, cuanto mejor es la intención, mayor es el daño. Irónicamente, las externalidades del socialismo pueden causar mayores daños que las del capitalismo.

6. La reducción del ámbito de los bienes públicos.
Los bienes públicos “propios” se distinguen de los “impropios” en que :

· No pueden ser financiados a precios de mercado porque no puede excluirse de ellos a quienes no los quieren.
· Quienes los utilizan sin pagarlos no reducen la oferta disponible para quienes los pagan.

Sea cual fuere la naturaleza de los bienes públicos propios la imposición de cargas o tasas pudiera ser una regla empírica para distinguirlos de los impropios:
· Si pueden financiarse mediante tasas, cuotas, o cargas, no son bienes públicos propios.
· Si no pueden financiarse así, o si los costos de cobrar son superiores a los ingresos, son bienes públicos propios.

La mayor parte del sector público es un artefacto político, no una necesidad económica o una preferencia pública. Tampoco existen bienes públicos propios fijados de una vez y para siempre. Los avances técnicos pueden transformar algunos de ellos en bienes privados.
Servicios que en el pasado parecían bienes públicos están siendo proporcionados cada vez más por proveedores privados o podrían serlo. Por ejemplo:

· Arbitraje privado en vez de tribunales.
· Pasar algunos servicios de policía a agencias privadas.
· Seguridad de los aeropuertos.
· Administración de las cárceles.
· Recaudación de impuestos.
· Servicios contra incendios.

7. La explotación política de las externalidades.
Algunos ejemplos de externalidades son los humos de las fábricas, ruido de las autopistas, emisión de gases nocivos, y vertido de residuos industriales. El coste social impuesto a terceros proporciona un argumento a quienes piden la intervención del gobierno para corregir las fallas del mercado. Pero este argumento presenta, al menos siete dificultades :

· Casi todas las actividades humanas producen externalidades. Si se regula todo, los costos superan a los beneficios.

· Las externalidades pueden ser perjudiciales o beneficiosas. Si se compensa a los perjudicados, habrá que cobrar a los beneficiados.

· Las soluciones teóricas para las externalidades generarían una burocracia incosteable.

· No puede salvarse el medio ambiente a cualquier precio.

· Para impedir la degradación medioambiental es más eficaz recurrir a tasas que a prohibiciones.

· La condición fundamental que invita a que una posesión o un entorno se vean condenados a la destrucción es que sean de propiedad común.

· El gobierno es la fuente de las más trascendentales e incorregibles externalidades, porque es más difícil descubrir las fallas de los políticos o los burócratas, y menos probable castigarlos o recompensarlos..

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