February 12, 2006

 
Bloc de Notas : Capitalismo, Por A. Seldon (6)

IX. La Crítica del Capitalismo

Los censores del capitalismo se clasifican en cinco grandes grupos :

1. Socialistas marxistas.
2. Social demócratas del estilo fabiano originario.
3. Nuevos socialistas de mercado fabianos.
4. Demócratas del mercado social antisocialistas.
5. Conservadores que dudan.

Veamos ahora las cuatro críticas clásicas al capitalismo y la respuesta de Seldon :

1. Es inestable, ya que fluctúan las tasas de inflación y paro. Respuesta:
· Es probable que las fluctuaciones extremas de desempleo e inflación afecten más al socialismo que al capitalismo, sobre todo teniendo en cuenta que las economías socialistas tratan de ocultar las cifras o simplemente las cambian a su antojo.

· Estudios especializados sobre la antigua URSS indican que el empleo productivo real se situaba alrrededor del 40%, lo que indica que el desempleo real era del 60%.

2. Es ineficaz a causa de los monopolios. Respuesta :

· En buena medida, los monopolios se mantienen con el apoyo del gobierno.

· Por otro lado, el capitalismo ha desarrollado leyes antimonopolio, aunque es posible que el bien que se consigue sea menor que el mal que se causa al debilitar la reacción interna orgánica de las empresas para cambiar en el mercado.

· El socialismo entroniza el monopolio como instrumento del gobierno.

3. Es injusto porque genera desigualdades de renta y riqueza. Respuesta :

· Es cierto que el mercado produce rentas desiguales, pero más pronto o más tarde el mismo movimiento del mercado aminora las desigualdades.

· La política es el feliz territorio de las élites, mientras que el comercio es el universo de los ciudadanos corrientes.

· La fortaleza esencial del capitalismo y la debilidad radical del socialismo a la hora de poner remedio a las desigualdades y la pobreza consiste en que es más fácil corregir las diferencias indeseables del poder financiero que las del poder cultural.

· Los subsidios monetarios a las personas que tienen poco o nada deben sopesarse con el efecto debilitador sobre la voluntad de ganarse un sueldo con su trabajo. La solución debería ser un término medio entre ayudas máximas y desincentivos mínimos.

4. Degrada el medio ambiente. Respuesta :

Las externalidades del ruido, contaminación del agua, y degradación del medio ambiente se están haciendo patentes tanto en los países capitalistas como en los socialistas. Esto indica que la causa básica reside principalmente en los cambios tecnológicos y sociales.

Hay dos escuelas de pensamiento académico y político que son críticas del capitalismo pero deseosas de usar el mercado :

1. Los nuevos fabianos, que ahora reclaman el mercado para el socialismo.

2. Los propugnadores del mercado social, que ofrecen una nueva combinación de mercado capitalista, debido a su eficiencia, y de controles sociales para garantizar que esté al servicio de los objetivos sociales.

Los socialistas de mercado han ignorado un triple peligro :

1. El socialismo no aporta más justicia en el acceso a los recursos. Simplemente sustituye los obstáculos financieros por los culturales.

2. Los recursos fluyen más seguramente bajo el capitalismo que bajo el socialismo, y los niveles de vida suben más en el primero que en el segundo.

3. En el socialismo de mercado es todavía muy importante la propiedad pública, es decir, políticamente controlada..

El profesor Plant ha propuestos mecanismos para la dispersión de la propiedad privada. En ellos, el papel principal recae más en el Estado que en el mercado :

1. Participación accionaria de los empleados en sus empresas.

2. Préstamos estatales a cooperativas de trabajadores.

3. Impuesto negativo de capital.

4. Bonos para centros educativos.

A los conservadores les ha faltado, en general, fe en el capitalismo, comprensión del mismo, y compromiso con él. Los tories mantienen aquella irónica actitud de los conservadores de postguerra, de que el socialismo de Estado es rechazable, salvo que sean ellos los que lo administren.

Incluso cuando abriga buenas intenciones, el Estado tiende a extenderse en sus objetivos. La regulación política no se propone el grado óptimo, sino el que resulta ser políticamente más conveniente.

Debe aceptarse el mercado en razón de sus virtudes y asumiendo el coste de sus defectos. Es el único generador de riqueza que no sacrifica la libertad. Es imposible eliminar hasta las mínimas imperfecciones del mercado mediante medidas estatistas introducidas sin previo examen de sus defectos.

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