April 26, 2006
Galería de Despropósitos : Universidades Latinoamericanas
Andrés Oppenheimer trata el tema en el capítulo 10 de Cuentos Chinos. Los datos que aporta son de lo más interesantes y explican muchas cosas. Para comenzar sólo hay una universidad latinoamericana entre las 200 mejores del mundo según The Times. Es la UNAM, en el puesto 195.
La UNAM de México y la UBA de Argentina son dos vacas sagradas a pesar de que son monumentos a la ineficiencia y una receta para el subdesarrollo. Ambas se niegan a ser evaluadas mediante mecanismos de acreditación , porque se consideran demasiado prestigiosas para someterse a comparaciones con otras universidades de su propio país.
Según el Banco Mundial, el 90% del gasto público en las universidades de Brasil se dedican a salarios, y en Argentina el 80% . Los grandes problemas son universidades superpobladas, edificios deteriorados, carencia de equipos, materiales de instrucción obsoletos, e insuficiente capacitación y dedicación de los profesores.
Según el Banco Mundial, más del 30% de los estudiantes en las universidades estatales de México, Brasil, Colombia, Chile, Venezuela, y Argentina pertenecen al 20% más rico de la sociedad. Los costos de matrícula de las universidades latinoamericanas son ridículamente bajos. Pero ya algunos países como Chile, Colombia, Ecuador, Jamaica y Costa Rica tienen sistemas donde los estudiantes pagan según su capacidad. Cuando se trató de introducir un sistema similar en la UNAM en 1999, hubo que dar marcha atrás debido a la huelga estudiantil.
Otro de los grandes problemas es el acceso prácticamente irrestricto , lo que lleva a una baja tasa de graduaciones. En Argentina el 20%, en México 30%, en Chile y Colombia entre el 30% y el 40%.
La UNAM gradúa 15 veces más psicólogos que ingenieros petroleros por año. En la UBA se gradúan anualmente 2,400 abogados, 1,300 psicólogos, y apenas 240 ingenieros y 173 licenciados en ciencias agropecuarias.
En la UNAM, el 80% de los 269,000 estudiantes están matriculados en ciencias sociales, humanidades, artes, y medicina, y sólo el 20% en ingeniería, física, o matemáticas.
En la UBA, sólo el 3% estudia computación, física, o matemáticas. Y en las grandes universidades de Brasil, sólo el 17% estudia ingeniería, física, o matemáticas.
Veamos un dato interesantísimo. Finlandia tiene 5,000 científicos e ingenieros por millón de habitantes, Argentina 713, Chile 370, y México 225.
En resumen: acceso casi indiscriminado, estudios casi gratuitos, baja calidad, bajísimos porcentajes de graduaciones, y concentración en carreras no técnicas ni científicas. La universidad latinoamericana requiere un cambio radical. El problema es si habrá alguien capaz de llevarlo a cabo.
Andrés Oppenheimer trata el tema en el capítulo 10 de Cuentos Chinos. Los datos que aporta son de lo más interesantes y explican muchas cosas. Para comenzar sólo hay una universidad latinoamericana entre las 200 mejores del mundo según The Times. Es la UNAM, en el puesto 195.
La UNAM de México y la UBA de Argentina son dos vacas sagradas a pesar de que son monumentos a la ineficiencia y una receta para el subdesarrollo. Ambas se niegan a ser evaluadas mediante mecanismos de acreditación , porque se consideran demasiado prestigiosas para someterse a comparaciones con otras universidades de su propio país.
Según el Banco Mundial, el 90% del gasto público en las universidades de Brasil se dedican a salarios, y en Argentina el 80% . Los grandes problemas son universidades superpobladas, edificios deteriorados, carencia de equipos, materiales de instrucción obsoletos, e insuficiente capacitación y dedicación de los profesores.
Según el Banco Mundial, más del 30% de los estudiantes en las universidades estatales de México, Brasil, Colombia, Chile, Venezuela, y Argentina pertenecen al 20% más rico de la sociedad. Los costos de matrícula de las universidades latinoamericanas son ridículamente bajos. Pero ya algunos países como Chile, Colombia, Ecuador, Jamaica y Costa Rica tienen sistemas donde los estudiantes pagan según su capacidad. Cuando se trató de introducir un sistema similar en la UNAM en 1999, hubo que dar marcha atrás debido a la huelga estudiantil.
Otro de los grandes problemas es el acceso prácticamente irrestricto , lo que lleva a una baja tasa de graduaciones. En Argentina el 20%, en México 30%, en Chile y Colombia entre el 30% y el 40%.
La UNAM gradúa 15 veces más psicólogos que ingenieros petroleros por año. En la UBA se gradúan anualmente 2,400 abogados, 1,300 psicólogos, y apenas 240 ingenieros y 173 licenciados en ciencias agropecuarias.
En la UNAM, el 80% de los 269,000 estudiantes están matriculados en ciencias sociales, humanidades, artes, y medicina, y sólo el 20% en ingeniería, física, o matemáticas.
En la UBA, sólo el 3% estudia computación, física, o matemáticas. Y en las grandes universidades de Brasil, sólo el 17% estudia ingeniería, física, o matemáticas.
Veamos un dato interesantísimo. Finlandia tiene 5,000 científicos e ingenieros por millón de habitantes, Argentina 713, Chile 370, y México 225.
En resumen: acceso casi indiscriminado, estudios casi gratuitos, baja calidad, bajísimos porcentajes de graduaciones, y concentración en carreras no técnicas ni científicas. La universidad latinoamericana requiere un cambio radical. El problema es si habrá alguien capaz de llevarlo a cabo.