May 28, 2006

 
Bloc de Notas : El Conocimiento Inútil, Por Jean-Francois Revel (2)

El Gran Tabú

Lo que más paraliza cuando la censura ha dejado de existir es el tabú. El tabú es una prohibición ritual, que Roger Caillois define como “un imperativo categórico negativo”.

El tabú más fuerte de nuestra época es el que prohíbe la crítica de una sociedad calificada convencionalmente “de izquierdas”a menos que se señale una imperfección equivalente en una dictadura de derechas o en una sociedad capitalista democrática.

Las democracias en el siglo XX han sido amenazadas por dos enemigos totalitarios, nazismo y comunismo. La izquierda quiere imponer el mito de que ambos son igualmente activos, presentes, y peligrosos, y por tanto no se debe atacar al uno sin atacar al otro (Nota de FJI : Revel concede demasiado aquí . La izquierda exige que si se crítica al comunismo se critique también al nazismo. Pero no exige en absoluto lo contrario).

El culto del recuerdo es en primer lugar el homenaje que debemos a la memoria de las víctimas, pero debe ser también la fuente de una vigilancia creciente contra la repetición de los genocidios, donde sea, y contra quien sea. Si hay genocidios que hayan sido banalizados en los años setenta y ochenta son los del presente, no los del pasado.

El valor profiláctico y pedagógico de la historia de los genocidios es nulo si no comprendemos cómo cualquier hombre puede convertirse en su autor o en su cómplice. El espectáculo del pasado debe incitarnos, no a la buena conciencia extraída de una condena retrospectiva del mal, sino a la desconfianza en cuanto a nuestra capacidad de cometerlo.

Función del Tabú

La izquierda necesita cultivar la ficción de que existe un totalitarismo de derechas tan importante como el de 1935 o 1940 a escala mundial, con objeto de poder pasar la esponja sobre el totalitarismo comunista.( Nota de FJI : el fascismo y nazismo fueron izquierdistas, no derechistas ).

El objetivo respecto al nazismo es doble : por una parte, aplicar la etiqueta de nazi a comportamientos que no tienen nada que ver con el nazismo histórico, y por otra, impedir comprender que el nazismo ya no existe, y que el principal peligro totalitario viene del comunismo. Para ello hay que mantener la mayor ignorancia posible sobre el pasado, de modo que facilite el mayor engaño posible sobre el presente.

En Estados Unidos es más bien el maccarthysmo el que desempeña el papel de arma disuasiva ante toda crítica dirigida contra la izquierda. En Gran Bretaña se califica de “fascista” a quienes votan al Partido Conservador.

En resumen, esta es la táctica de la izquierda :

1. Hinchar y unificar artificialmente los efectivos del fascismo.

2. Agregarle la derecha democrática, los conservadores, y los partidarios del liberalismo económico.

3. Al final, todo el mundo es fascista, menos los socialistas y los comunistas.

La Función Política del Racismo

Hay una gran diferencia en cómo se trata a los regímenes comunistas y a los de derecha :

· Los crímenes soviéticos en Afganistán se critican mucho menos que el apartheid en Sudáfrica.

· Nadie recibe a Pinochet pero todos a Fidel Castro.

· Las firmas Occidentales se retiraron de Sudáfrica pero ofrecen servicios a la URSS.

Veamos las etapas en la utilización del racismo para la construcción del gran tabú:

1. Calificar diferentes tipos de comportamientos criticables como racismo.
2. Asimilar este racismo al de los nazis.
3. Calificar de racista y nazi toda medida que clasifique a los seres humanos.

Todas las mezclas de población, sobre todo en medios urbanos pobres, engendran fricciones entre comunidades, las cuales se deben más a las dificultades de la vida que al racismo. En Estados Unidos se dan entre hispanos y negros, y entre negros americanos y haitianos. En la India, entre bengalíes de Bengala y de Bangladesh.

El electorado de Le Pen comprende cada vez más personas de categorías modestas y medias, y de jóvenes, en proporción superior a la que atraen los demás partidos.

Todo ocurre como si la izquierda, privada de ideología y programas, reconstruyera, gracias al peligro “fascista”, el universo maniqueo que necesita para sentirse a sus anchas.

Hay que recordar que es el racismo lo que es natural, y no el anti-racismo. Este es una conquista larga y difícil, siempre amenazada, como lo es toda experiencia cultural.

(Editorial Planeta,Barcelona,1989)

Comments:
Algo que siempre resalto sobre esto: el nombre del nazismo era Partido Nacional-Socialista Obrero Alemán. Que no queden dudas, el nazismo es socialismo. Es reingeniería social, es la idolatría del Estado. Los izquierdistas buscan ocultar esto hablando de "fascismo".

Otro comentario: completamente de acuerdo con la frase final. La civilidad en general, la libertad, el respeto a los derechos de las personas, son logros humanos que han costado sangre y mucho sufrimiento. No es el "destino manifiesto" ni nada parecido. Y la civilidad pende siempre sobre un hilo muy fino, y en cualquier momento puede perderse. Auschwitz debería ser un recordatorio permanente de que jamás tendremos asegurada la civilidad, y tenemos que continuar luchando permanentemente por defenderla contra las fuerzas del Mal. Y el Mal tiene muchas caras.
 
Y los Gulag
 
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