May 04, 2006

 
Intellectual Morons: Paul Ehrlich

Lo prometido es deuda. Así que hoy comienzo presentando a mi morón favorito, clásico de clásicos, el auténtico supermorón.

Paul Ehrlich, de Stanford University, destaca por presentar escenarios apocalípticos que siempre resultan falsos. Lo que no le impide volver a presentarlos, sólo que para algunos años más tarde.

A inicios de los 80, Paul Ehrlich y Julian Simon hicieron una apuesta. Simon retó a Ehrlich a seleccionar cinco recursos naturales, y anticipó que para finales de la década serían más abundantes, Ehrlich seleccionó cromo, cobre, níquel, estaño, y tungsteno. Cada uno puso mil dólares. Si los precios bajaban, Simon ganaría, y viceversa. Diez años después, Ehrlich aceptó su derrota. Todos los precios habían bajado.

Pero éste no fue su único fracaso. Tiene un montón de predicciones fallidas. Veamos varias de su libro de 1968 The Population Bomb :

· En la década de los 70 morirían de hambre cientos de millones de personas, incluso en los Estados Unidos. Pero ésto no era nada comparado con los que morirían antes de terminar el siglo. Y añadía que era muy tarde para hacer algo al respecto.

· Para 1984 los EU morirían literalmente de sed.

· Estábamos a punto de entrar en una nueva edad de hielo, con efectos catastróficos sobre la agricultura de las regiones templadas.

· La carne se hará cada vez más cara, y la mayoría de la población se hará vegetariana.

· No es inconcebible una reducción de la población en 1.2 billones de personas, es decir, una de cada tres.

· El libro Famine 1975 será recordado como uno de los más importantes de nuestra era. ( ¿Alguien lo conoce? ).

The Population Bomb asumía que la humanidad no tenía capacidad para lidiar con las necesidades adicionales de alimentos, agua, metales preciosos, y otros recursos. Exactamente lo contrario de Julian Simon, quien consideraba al hombre como The Ultimate Resource.

Para lidiar con los problemas del supuesto exceso de población, Ehrlich aconsejaba una serie de premios y castigos para desincentivar la reproducción. Por ejemplo, poner altos impuestos a las cunas, pañales, juguetes, y similares. Otorgar premios monetarios a las parejas que se mantuvieran sin hijos durante cinco o más años, y a los varones que se hicieran la vasectomía. Otros programas necesarios eran más educación sexual, acceso ilimitado al aborto, y amplia disponibilidad de la esterilización. Obviamente, todos los programas anteriores exigían una poderosa agencia gubernamental.

Cuando los desastres pronosticados para los 70 no se cumplieron, Ehrlich cambió la fecha, y la siguió cambiando varias veces. En 1990 se expresó en forma más ambigua : “Hasta un billón de personas morirán de hambre en las próximas décadas”. A mitades de los 90 anticipó :”Sí la población sigue creciendo a la tasa actual, la civilización habrá desaparecido para el 2050”.

El colega de Ehrlich en Stanford Stephen Schneider explica perfectamente su método :

“Los científicos deben estirar la verdad para conseguir más apoyo, para captar la imaginación del público. Tenemos que presentar escenarios terroríficos, afirmaciones simples y dramáticas, y mencionar lo menos posible las dudas que podamos tener”. ( Aprende, Orwell ).

A pesar de que Ehrlich se ha equivocado en casi todo, ha mantenido la admiración de un rebaño de académicos, periodistas, y fundaciones :

· En 1990, la Academia de Ciencias de Suecia le concedió el Crafoord Prize, y la McArthur Foundation le dió un “genius grant” de $345,000.

· En 1993, recibió el World Ecology Award, que anteriormente había sido concedido a un personaje como Jacques Cousteau.

· En 1995, recibió el John Heinz Prize por $250,000.

· En 1998, obtuvo el Tyler Prize for Environmental Achievement, dotado con $200,000.

· En 1999, recibió el Blue Planet Prize de la Asahi Glass Foundation de Japón, junto con $422,000.

· Otros premios incluyen : Volvo Environmental, Sierra Club’s John Muir Award, United Nations SasaKawa Environment, y el Heineken for Environmental Science.

Aunque Ehrlich ha publicado bastantes libros, su fama se debe básicamente a The Population Bomb. Como otros libros similares, su influencia se debe a los escenarios apocalípticos que pinta para el futuro. No apela al intelecto del lector, sino al miedo. Ninguna de sus predicciones se ha cumplido. Sin embargo, ésto no ha impedido que el libro se siga utilizando como material de lectura en las universidades.

Los medios de comunicación también han contribuido a reforzar la mitología del libro. Por ejemplo, en 1990, cuando ya los Estados Unidos debían haber muerto de sed, la NBC invitó a Ehrlich a producir un programa de doce capítulos sobre el ambiente. La serie tuvo una nominación al Emmy. Posteriormente, la PBS emitió un documental sobre Ehrlich.

El escritor sobre temas científicos Michael Fumento observa : “Imagine un gerente en fondos mutuos que ha logrado que su fondo pierda valor cada año durante 30 años y que sin embargo tenga una reputación como la de Peter Lynch. Si puede hacerlo, entonces está describiendo a Paul Ehrlich”.

Ehrlich se equivocó prácticamente en todo, pero como su ideología era la “correcta”, se convirtió en un favorito de los medios de comunicación y recibió toda clase de distinciones. El veredicto de la clase intelectual es más un reflejo de los jueces que de los asuntos y personas juzgados.

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