June 21, 2006
Intellectual Morons: Betty Friedan
El libro de Betty Friedan de 1963, The Feminine Mystique, es considerado como un elemento clave en el lanzamiento del moderno movimiento feminista en Estados Unidos. Su tesis era simple: demasiadas mujeres llevaban unas vidas vacías como amas de casa, y lo que necesitaban era buscar oportunidades fuera. Millones de mujeres compraron el libro.
Friedan se presentó en el libro como la típica ama de casa de la época. Puro cuento. Era una activista política a quien la vida de familia le importaba un rábano. Pero el cuento era esencial para el éxito del libro y del movimiento. ¿Cuál era el problema de mentir si servía a la causa?.
Friedan es la madre del feminismo moderno, aunque en ocasiones no está de acuerdo con las posiciones que adoptan sus hijas. Las ideas de Friedan son comúnmente aceptadas hoy. Precisamente por eso, su progenie trata de estirarlas al máximo.
Volvamos a The Feminine Mystique. Dicha mística fuerza a las mujeres a una concepción de la feminidad centrada en la casa, el marido, y los hijos. Según Friedan, esto era el resultado de una conspiración, en la que confluían Freud, las revistas femeninas, los ejecutivos de publicidad que creaban la cultura del consumo, la antropóloga Margaret Mead, y la educación de las mujeres dirigida al matrimonio. Por ello, describió la casa como “un confortable campo de concentración.”
Friedan creción en Peoria, en una familia muy rica. La familia tenía una sirvienta para la limpieza, una enfermera para ocuparse de los niños, y un empleado que actuaba como chofer y mayordomo. Betty se casó con Carl Friedan, un ejecutivo de publicidad, que tenía un excelente ingreso. En 1957 la pareja se trasladó a una mansión a orillas del río Hudson, en un acre de terreno. La casa tenía once habitaciones, tres baños, y muchos detalles lujosos, como chimeneas de mármol. Además tenía una piscina natural en lo alto de la colina. Parece que no tenía mucha semejanza con Auschwitz.
Como Carl Friedan reconoció, Betty rara vez actuó como esposa o como madre. La principal razón se debe a que era una activista política a tiempo completo. Después de casarse, se dedicó a tiempo completo a escribir para publicaciones controladas por el Partido Comunista. Ella estudió el marxismo en los años 30, cuando estudiaba en el Smith College, dominado por activistas de izquierda.
Friedan ocultó en su libro sus actividades pro-comunistas, probablemente porque creía, con buen criterio, que si se conocieran, muy poca gente tomaría su libro en serio. Incluso en la actualidad Friedan tiene escondido su pasado bajo llave. Ningún investigador tiene acceso a sus escritos de los años 40 y 50, que se mantienen en el Radcliffe College.
En su autobiografía del 2000, Life So Far, Friedan acusó a su ex -marido Carl Friedan de haberla maltratado. Narró muchos episodios en que decía que la había golpeado por más de una década, hasta que encontró el coraje para divorciarse en 1969. Pero poco después declaró que lo escrito no era exactamente cierto. En esta nueva versión, ambos peleaban con frecuencia y se atacaban mutuamente.
La versión de Carl Friedan es diferente. Betty tenía episodios de histeria incontrolable y violencia física, durante los cuales destruía todo lo que tenía a mano. En una ocasión lo atacó mientras conducía su carro dejándolo ensangrentado. En varias ocasiones lo atacó con cuchillos de cocina y trozos de vidrio de espejos que destruía previamente.
Hacia mitad de los años 60, el psiquiatra de Betty, el Dr. Dalmau, le recetó Thorazine, que es una medicina para la histeria. Ella la tomó por dos semanas, hasta que se dió cuenta para qué servía, y se sintió insultada por su médico.
Actualmente, en los círculos más extremos de feministas, Friedan es una especie de paria totalmente anticuada. Esto se da sobre todo en asuntos educativos. Veamos algunos ejemplos de lo que quieren las feministas más radicales:
· La equidad en la historia exige la paridad de hombres y mujeres en los libros de historia, independientemente de que sea o no la verdad.
· La profesora de Minnesota University Susan McClary afirma que la Novena Sinfonía de Beethoven es un monumento a la violación (?) de la mujer. (Y uno que creía haberlo leído todo).
· En literatura, debe haber cuotas en los autores a leer, y deben eliminarse de los clásicos todos los pasajes que las feministas consideren ofensivos.
· La lógica y el raciocinio son formas de conocimiento masculinas, mientras que el sentimiento y la intuición son las femeninas. (Curiosamente, esto es lo que decían hace algún tiempo los “machistas”).
· En arquitectura, hay que eliminar los edificios fálicos, y sustituirlos por otros más vaginales.
Conclusión del autor : “Betty Friedan ha demostrado ser un fraude. Las feministas radicales merecen una matriarca como ella”.
(Intellectual Morons, Por Daniel J. Flynn )
El libro de Betty Friedan de 1963, The Feminine Mystique, es considerado como un elemento clave en el lanzamiento del moderno movimiento feminista en Estados Unidos. Su tesis era simple: demasiadas mujeres llevaban unas vidas vacías como amas de casa, y lo que necesitaban era buscar oportunidades fuera. Millones de mujeres compraron el libro.
Friedan se presentó en el libro como la típica ama de casa de la época. Puro cuento. Era una activista política a quien la vida de familia le importaba un rábano. Pero el cuento era esencial para el éxito del libro y del movimiento. ¿Cuál era el problema de mentir si servía a la causa?.
Friedan es la madre del feminismo moderno, aunque en ocasiones no está de acuerdo con las posiciones que adoptan sus hijas. Las ideas de Friedan son comúnmente aceptadas hoy. Precisamente por eso, su progenie trata de estirarlas al máximo.
Volvamos a The Feminine Mystique. Dicha mística fuerza a las mujeres a una concepción de la feminidad centrada en la casa, el marido, y los hijos. Según Friedan, esto era el resultado de una conspiración, en la que confluían Freud, las revistas femeninas, los ejecutivos de publicidad que creaban la cultura del consumo, la antropóloga Margaret Mead, y la educación de las mujeres dirigida al matrimonio. Por ello, describió la casa como “un confortable campo de concentración.”
Friedan creción en Peoria, en una familia muy rica. La familia tenía una sirvienta para la limpieza, una enfermera para ocuparse de los niños, y un empleado que actuaba como chofer y mayordomo. Betty se casó con Carl Friedan, un ejecutivo de publicidad, que tenía un excelente ingreso. En 1957 la pareja se trasladó a una mansión a orillas del río Hudson, en un acre de terreno. La casa tenía once habitaciones, tres baños, y muchos detalles lujosos, como chimeneas de mármol. Además tenía una piscina natural en lo alto de la colina. Parece que no tenía mucha semejanza con Auschwitz.
Como Carl Friedan reconoció, Betty rara vez actuó como esposa o como madre. La principal razón se debe a que era una activista política a tiempo completo. Después de casarse, se dedicó a tiempo completo a escribir para publicaciones controladas por el Partido Comunista. Ella estudió el marxismo en los años 30, cuando estudiaba en el Smith College, dominado por activistas de izquierda.
Friedan ocultó en su libro sus actividades pro-comunistas, probablemente porque creía, con buen criterio, que si se conocieran, muy poca gente tomaría su libro en serio. Incluso en la actualidad Friedan tiene escondido su pasado bajo llave. Ningún investigador tiene acceso a sus escritos de los años 40 y 50, que se mantienen en el Radcliffe College.
En su autobiografía del 2000, Life So Far, Friedan acusó a su ex -marido Carl Friedan de haberla maltratado. Narró muchos episodios en que decía que la había golpeado por más de una década, hasta que encontró el coraje para divorciarse en 1969. Pero poco después declaró que lo escrito no era exactamente cierto. En esta nueva versión, ambos peleaban con frecuencia y se atacaban mutuamente.
La versión de Carl Friedan es diferente. Betty tenía episodios de histeria incontrolable y violencia física, durante los cuales destruía todo lo que tenía a mano. En una ocasión lo atacó mientras conducía su carro dejándolo ensangrentado. En varias ocasiones lo atacó con cuchillos de cocina y trozos de vidrio de espejos que destruía previamente.
Hacia mitad de los años 60, el psiquiatra de Betty, el Dr. Dalmau, le recetó Thorazine, que es una medicina para la histeria. Ella la tomó por dos semanas, hasta que se dió cuenta para qué servía, y se sintió insultada por su médico.
Actualmente, en los círculos más extremos de feministas, Friedan es una especie de paria totalmente anticuada. Esto se da sobre todo en asuntos educativos. Veamos algunos ejemplos de lo que quieren las feministas más radicales:
· La equidad en la historia exige la paridad de hombres y mujeres en los libros de historia, independientemente de que sea o no la verdad.
· La profesora de Minnesota University Susan McClary afirma que la Novena Sinfonía de Beethoven es un monumento a la violación (?) de la mujer. (Y uno que creía haberlo leído todo).
· En literatura, debe haber cuotas en los autores a leer, y deben eliminarse de los clásicos todos los pasajes que las feministas consideren ofensivos.
· La lógica y el raciocinio son formas de conocimiento masculinas, mientras que el sentimiento y la intuición son las femeninas. (Curiosamente, esto es lo que decían hace algún tiempo los “machistas”).
· En arquitectura, hay que eliminar los edificios fálicos, y sustituirlos por otros más vaginales.
Conclusión del autor : “Betty Friedan ha demostrado ser un fraude. Las feministas radicales merecen una matriarca como ella”.
(Intellectual Morons, Por Daniel J. Flynn )