July 27, 2006
Enfoques Interesantes : La Política de la Pobreza
Russell Roberts escribe una breve nota sobre un ensayo de Jonh Cogan y Tom Macurdy sobre el salario mínimo.
Hay que notar que quienes ganan el mínimo de $5.15 la hora son elegibles para cupones de alimentos, earned income tax credit (EITC), y otras prestaciones. Así que hay que tomar en cuenta todo el conjunto y no sólo los salarios.
Roberts argumenta que, si después de tomar todo en cuenta, se quiere mejorar el nivel de vida de quienes trabajan y son pobres, la mejor manera es aumentar el EITC. Este último es pagado por los contribuyentes. El aumento del salario mínimo es pagado parcialmente por aquellos que pierden sus trabajos.
¿Por qué los políticos prefieren aumentar el salario mínimo y no el EITC?. El primero es un impuesto invisible mientras que el segundo es bien visible. El primero aparenta ser un “free lunch” pagado por los negocios, y los políticos explotan a su favor esta apariencia.
Esto es un ejemplo de lo que Bastiat explicaba como “lo que se ve y lo que no se ve”. Si incluso una gran parte de los economistas no saben ir más allá de lo que se ve, no es muy de extrañar que los políticos y la población caigan en el mismo error.
Russell Roberts escribe una breve nota sobre un ensayo de Jonh Cogan y Tom Macurdy sobre el salario mínimo.
Hay que notar que quienes ganan el mínimo de $5.15 la hora son elegibles para cupones de alimentos, earned income tax credit (EITC), y otras prestaciones. Así que hay que tomar en cuenta todo el conjunto y no sólo los salarios.
Roberts argumenta que, si después de tomar todo en cuenta, se quiere mejorar el nivel de vida de quienes trabajan y son pobres, la mejor manera es aumentar el EITC. Este último es pagado por los contribuyentes. El aumento del salario mínimo es pagado parcialmente por aquellos que pierden sus trabajos.
¿Por qué los políticos prefieren aumentar el salario mínimo y no el EITC?. El primero es un impuesto invisible mientras que el segundo es bien visible. El primero aparenta ser un “free lunch” pagado por los negocios, y los políticos explotan a su favor esta apariencia.
Esto es un ejemplo de lo que Bastiat explicaba como “lo que se ve y lo que no se ve”. Si incluso una gran parte de los economistas no saben ir más allá de lo que se ve, no es muy de extrañar que los políticos y la población caigan en el mismo error.