July 26, 2006
Galería de Hipócritas : Ted Kennedy
Ted Kennedy pasa por ser el gran campeón de las causas progresistas. Pero en su vida privada es el gran campeón de los hipócritas.
Comencemos por los impuestos. Defiende impuestos altos “para ayudar a los pobres”, y defiende a capa y espada el impuesto sobre las herencias. En 1947 Joe Kennedy dividió su fortuna entre los miembros de la familia en forma de fideicomisos, que fueron domiciliados en ... las Islas Fiji. Cuando Joe Kennedy murió, la fortuna familiar estaba en unos $500 millones. Pero sólo pagaron $134 mil en impuestos, o sea, prácticamente nada. La tasa actual de este impuesto es 49% sobre el exceso de $2 millones.
Gran parte de la fortuna de los Kennedy sigue estructurada en fideicomisos. Ted Kennedy recibe jugosos cheques anuales de fideicomisos establecidos en 1926, 1936, 1978, 1987, y 1997.
En varias ocasiones, Kennedy ha utilizado su influencia política para pagar menos impuestos. Esto sucedió con el impuesto de inmuebles sobre varios edificios en Chicago. Kennedy se ahorro $4 millones en dos años ya que el encargado del avalúo de los edificios le debía varios favores políticos.
Ted Kennedy es un gran defensor de la acción afirmativa. Excepto cuando interfiere con los negocios de la familia. En 1981 trataron de comprar un terreno en Washington D.C. Pero la ley exigía la participación de algún negocio de minorías en el proyecto. Su amigo Marion Berry le eximió de la condición. Kennedy compró el terreno cerca del Capitolio por $3 millones, y construyó un complejo de oficinas valorado actualmente en más de $200 millones.
Ted Kennedy presume de una gran preocupación por el medio ambiente. En el 2003 varios inversionistas lanzaron el Cape Wind Project para proporcionar energía eólica a las casas de Cape Cod y lugares adyacentes. Pero los Kennedy se opusieron frontalmente al proyecto porque las turbinas iban a colocarse a seis millas de su complejo en Hyannis, donde tenían su área de yates. Los Kennedy recibieron el apoyo de otros ambientalistas ricos del área.
En el 2004 el US Army Corps of Engineers públicó un estudio de 3,800 páginas que concluía que el proyecto era viable y no tenía efectos negativos. Ted Kennedy maniobró en el Senado, y hasta el día de hoy se opone firmemente al proyecto.
Muchos no saben que los Kennedy están en el negocio del petróleo. Tienen dos compañías extractoras en cuatro estados, y obtienen más de $1 millón anual de este negocio. Kennedy presentó una ley para eliminar el llamado “depletion allowance” del 22% para las compañías petroleras. Lo curioso es que distinguió entre las grandes y las pequeñas. Estas últimas, entre las que están las suyas, mantuvieron el allowance.
Otra causa favorita de Ted Kennedy es el control de armas. Según él, las armas no dan seguridad. Sin embargo, en 1986 su guardaespaldas Chuck Stein fue arrestado por llevar armas no registradas, que incluían una pistola, dos subametralladoras y 148 cartuchos de municiones. Un portavoz de Kennedy explicó que el Senador estaba preocupado de salir de Washington sin la protección adecuada.
Con razón Schweizer llama a Kennedy el rey de los hipócritas. Si no existiera, habría que inventarlo.
( Peter Schweizer, Do As I Say, Doubleday, New York, 2005 )
Ted Kennedy pasa por ser el gran campeón de las causas progresistas. Pero en su vida privada es el gran campeón de los hipócritas.
Comencemos por los impuestos. Defiende impuestos altos “para ayudar a los pobres”, y defiende a capa y espada el impuesto sobre las herencias. En 1947 Joe Kennedy dividió su fortuna entre los miembros de la familia en forma de fideicomisos, que fueron domiciliados en ... las Islas Fiji. Cuando Joe Kennedy murió, la fortuna familiar estaba en unos $500 millones. Pero sólo pagaron $134 mil en impuestos, o sea, prácticamente nada. La tasa actual de este impuesto es 49% sobre el exceso de $2 millones.
Gran parte de la fortuna de los Kennedy sigue estructurada en fideicomisos. Ted Kennedy recibe jugosos cheques anuales de fideicomisos establecidos en 1926, 1936, 1978, 1987, y 1997.
En varias ocasiones, Kennedy ha utilizado su influencia política para pagar menos impuestos. Esto sucedió con el impuesto de inmuebles sobre varios edificios en Chicago. Kennedy se ahorro $4 millones en dos años ya que el encargado del avalúo de los edificios le debía varios favores políticos.
Ted Kennedy es un gran defensor de la acción afirmativa. Excepto cuando interfiere con los negocios de la familia. En 1981 trataron de comprar un terreno en Washington D.C. Pero la ley exigía la participación de algún negocio de minorías en el proyecto. Su amigo Marion Berry le eximió de la condición. Kennedy compró el terreno cerca del Capitolio por $3 millones, y construyó un complejo de oficinas valorado actualmente en más de $200 millones.
Ted Kennedy presume de una gran preocupación por el medio ambiente. En el 2003 varios inversionistas lanzaron el Cape Wind Project para proporcionar energía eólica a las casas de Cape Cod y lugares adyacentes. Pero los Kennedy se opusieron frontalmente al proyecto porque las turbinas iban a colocarse a seis millas de su complejo en Hyannis, donde tenían su área de yates. Los Kennedy recibieron el apoyo de otros ambientalistas ricos del área.
En el 2004 el US Army Corps of Engineers públicó un estudio de 3,800 páginas que concluía que el proyecto era viable y no tenía efectos negativos. Ted Kennedy maniobró en el Senado, y hasta el día de hoy se opone firmemente al proyecto.
Muchos no saben que los Kennedy están en el negocio del petróleo. Tienen dos compañías extractoras en cuatro estados, y obtienen más de $1 millón anual de este negocio. Kennedy presentó una ley para eliminar el llamado “depletion allowance” del 22% para las compañías petroleras. Lo curioso es que distinguió entre las grandes y las pequeñas. Estas últimas, entre las que están las suyas, mantuvieron el allowance.
Otra causa favorita de Ted Kennedy es el control de armas. Según él, las armas no dan seguridad. Sin embargo, en 1986 su guardaespaldas Chuck Stein fue arrestado por llevar armas no registradas, que incluían una pistola, dos subametralladoras y 148 cartuchos de municiones. Un portavoz de Kennedy explicó que el Senador estaba preocupado de salir de Washington sin la protección adecuada.
Con razón Schweizer llama a Kennedy el rey de los hipócritas. Si no existiera, habría que inventarlo.
( Peter Schweizer, Do As I Say, Doubleday, New York, 2005 )