August 21, 2006
Enfoques Interesantes : Cómo el Estado del Bienestar Corrompió a Suecia
Per Bylund tiene un fascinante ensayo que resumo, pero que aconsejo leer completo. Estudia el impacto del EB a lo largo de tres generaciones.
1. Los abuelos.
Nacidos alrededor de 1920, fue la última generación que tuvo el orgullo y la moralidad de ser dueños de su destino, pasase lo que pasase. Esto les permitía sobrevivir en cualquier situación. Si sus salarios eran bajos, trabajaban más tiempo y más duro. Eran los arquitectos de su propio destino. Sentían orgullo de salir adelante por sí mismos, y valoraban enormemente su independencia respecto a otros.
No obstante, atendieron las promesas de los políticos de ayudar a los “débiles”, que entonces eran muy pocos. Eran gente de buen corazón y probablemente creyeron que una pequeña contribución para quienes estaban mucho peor que ellos era propio de “Buenos Samaritanos”.
2. Los padres.
Aprendieron rápidamente una nueva moralidad basada en los “derechos” del bienestar. La generación de mis padres fue a escuelas públicas y aprendió una nueva concepción : todos los ciudadanos tienen derecho a educación, atención médica, subsidio por desempleo, y seguridad social.
Moral y filosóficamente, esta generación es muy diferente de la de sus padres, sobre todo teniendo en cuenta el rápido crecimiento económico posterior a la IIGM y la correspondiente expansión del Estado. Los votantes apoyaron aumentos constantes de impuestos a cambio de más y más beneficios a recibir del Estado. Por otro lado, temían a los políticos de quienes sospechaban que podían intentar reducir dichos beneficios. La palabra “cambio” llegó a ser la más temida para esta generación.
3. Los nietos.
Yo pertenezco a esta generación. Una gran diferencia entre nuestra generación y la anterior es que la mayoría no fuimos criados por nuestros padres sino por los empleados de las guarderías estatales. Después pasamos a las escuelas públicas y a las universidades públicas. Mis padres todavía conservan algo del sentido de justicia y del sentido del bien y el mal que tenían mis abuelos. Mi generación es diferente. Criada por el Estado, no tiene la mas mínima comprensión de la economía.
La justicia se concibe como el derecho a que la sociedad nos provea de todo lo que creamos necesario. En un reciente debate televisado, los “nietos” exigían que las generaciones anteriores dejaran de trabajar porque les estaban robando “sus” empleos.
Esta generación no quiere cuidar a sus padres y abuelos, y exige que el Estado lo haga. Pero tampoco a sus hijos, que van a las guarderías estatales. Su trabajo de crianza consiste en dejarlos allí a las 7 de la mañana y recogerlos a las 6 de la tarde.
4. Conclusión
Cuando se le quita a la gente la responsabilidad por su propia vida, se crean individuos inmaduros, irresponsables, y dependientes. En efecto, el Estado del Bienestar ha creado niños morales y psicológicos.
Los ingenieros sociales del EB querían proporcionar seguridad. Pero no se dieron cuenta de que esto producía cambios en la moralidad y actitudes de la gente. Según la nueva moralidad, la independencia se logra entregando la responsabilidad a otros, y la libertad esclavizando a otros. El resultado es un desastre en términos económicos, sociales, psicológicos, y filosóficos. Además es una tragedia personal. Muchos no disfrutan la vida ni sienten ningún orgullo personal. Quizás esto explique por qué una gran parte de los jóvenes utiliza antidepresivos y por qué los suicidios entre los muy jóvenes están aumentando en forma dramática.
Per Bylund tiene un fascinante ensayo que resumo, pero que aconsejo leer completo. Estudia el impacto del EB a lo largo de tres generaciones.
1. Los abuelos.
Nacidos alrededor de 1920, fue la última generación que tuvo el orgullo y la moralidad de ser dueños de su destino, pasase lo que pasase. Esto les permitía sobrevivir en cualquier situación. Si sus salarios eran bajos, trabajaban más tiempo y más duro. Eran los arquitectos de su propio destino. Sentían orgullo de salir adelante por sí mismos, y valoraban enormemente su independencia respecto a otros.
No obstante, atendieron las promesas de los políticos de ayudar a los “débiles”, que entonces eran muy pocos. Eran gente de buen corazón y probablemente creyeron que una pequeña contribución para quienes estaban mucho peor que ellos era propio de “Buenos Samaritanos”.
2. Los padres.
Aprendieron rápidamente una nueva moralidad basada en los “derechos” del bienestar. La generación de mis padres fue a escuelas públicas y aprendió una nueva concepción : todos los ciudadanos tienen derecho a educación, atención médica, subsidio por desempleo, y seguridad social.
Moral y filosóficamente, esta generación es muy diferente de la de sus padres, sobre todo teniendo en cuenta el rápido crecimiento económico posterior a la IIGM y la correspondiente expansión del Estado. Los votantes apoyaron aumentos constantes de impuestos a cambio de más y más beneficios a recibir del Estado. Por otro lado, temían a los políticos de quienes sospechaban que podían intentar reducir dichos beneficios. La palabra “cambio” llegó a ser la más temida para esta generación.
3. Los nietos.
Yo pertenezco a esta generación. Una gran diferencia entre nuestra generación y la anterior es que la mayoría no fuimos criados por nuestros padres sino por los empleados de las guarderías estatales. Después pasamos a las escuelas públicas y a las universidades públicas. Mis padres todavía conservan algo del sentido de justicia y del sentido del bien y el mal que tenían mis abuelos. Mi generación es diferente. Criada por el Estado, no tiene la mas mínima comprensión de la economía.
La justicia se concibe como el derecho a que la sociedad nos provea de todo lo que creamos necesario. En un reciente debate televisado, los “nietos” exigían que las generaciones anteriores dejaran de trabajar porque les estaban robando “sus” empleos.
Esta generación no quiere cuidar a sus padres y abuelos, y exige que el Estado lo haga. Pero tampoco a sus hijos, que van a las guarderías estatales. Su trabajo de crianza consiste en dejarlos allí a las 7 de la mañana y recogerlos a las 6 de la tarde.
4. Conclusión
Cuando se le quita a la gente la responsabilidad por su propia vida, se crean individuos inmaduros, irresponsables, y dependientes. En efecto, el Estado del Bienestar ha creado niños morales y psicológicos.
Los ingenieros sociales del EB querían proporcionar seguridad. Pero no se dieron cuenta de que esto producía cambios en la moralidad y actitudes de la gente. Según la nueva moralidad, la independencia se logra entregando la responsabilidad a otros, y la libertad esclavizando a otros. El resultado es un desastre en términos económicos, sociales, psicológicos, y filosóficos. Además es una tragedia personal. Muchos no disfrutan la vida ni sienten ningún orgullo personal. Quizás esto explique por qué una gran parte de los jóvenes utiliza antidepresivos y por qué los suicidios entre los muy jóvenes están aumentando en forma dramática.
Comments:
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Muy Bueno.
Lamentablemete todavía en América Latina, para mucha gente ese es su paraíso.
En Chile se está construyendo una suerte de estado de bienestar basado en Rawls.
Lamentablemete todavía en América Latina, para mucha gente ese es su paraíso.
En Chile se está construyendo una suerte de estado de bienestar basado en Rawls.
De paseo en Suecia me di cuenta que los jovenes si pudieran se irian a vivir a los Estados Unidos. Los mas astutos quieren trabajar para una transnacional para afincarse en el extranjero, de preferencia... Estados Unidos.
En casos más hacia el extremo, se nota aún más el letargo de la gente. Varias personas que han ido a Cuba ne han dicho que allí la gente parece zombies.
Guille:un dato muy interesante.Y seguro que los que se quieren ir no son los menos valiosos.Por cierto,miles de jóvenes franceses bien preparados trabajan en Silicon Valley.
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