September 03, 2006

 
Bloc de Notas : Tiempos Modernos, Por Paul Johnson (1)

Este libro es una historia del siglo XX. Como tal, incluye una gran cantidad de hechos y datos. Sin embargo, lo que me interesa resaltar es la interpretación de Johnson, así como su juicio sobre determinados personajes. Por consiguiente, me limitaré en estas notas a presentar juicios e interpretaciones que me parecen de una importancia especial por su perspicacia u originalidad. Que lo disfruten.

· Marx, Freud, y Einstein, todos formularon el mismo mensaje durante la década de 1920 : el mundo no era lo que parecía. Los sentidos, cuyas percepciones empíricas plasmaban nuestras ideas del tiempo y la distancia, del bien y el mal, el derecho y la justicia, y la naturaleza del comportamiento del hombre en sociedad, no merecían confianza. Más aún, el análisis marxista y el freudiano parecían minar, cada uno a su modo, el sentido de responsabilidad y de deber hacia un código moral establecido y objetivamente verdadero, que fue el centro de la civilización europea del siglo XIX.

· En el periodo anterior a la Primera Guerra Mundial la juventud deseaba la guerra. La primera y mimada “generación joven” marchó entusiastamente a una guerra que sus mayores, casi sin excepción, aceptaron con horror y desesperación fatalista. La juventud de la clase media la consideró, por lo menos al principio, la guerra más popular de la historia.

· No hay hombre que personifique mejor que Lenin la sustitución del impulso religioso por la voluntad de poder. Fue el primer ejemplar de una nueva especie : el organizador profesional de la política totalitaria. Los contemporáneos aluden a su falta de sociabilidad, su reserva excesiva y sus modales distantes. Nunca se le vió en los barrios obreros de las ciudades en que residía. Pasó la vida entera en el ambiente de su propia subclase, la intelectualidad burguesa, a la que veía como un sacerdocio peculiarmente privilegiado, dotado de una gnosis especial y elegido por la Historia para representar un papel decisivo.

· Pese a toda su proclamada ortodoxia, Lenin estaba muy lejos de ser un marxista ortodoxo. Más aún, en ciertas cuestiones esenciales no fue en absoluto marxista. A menudo utilizó la metodología de Marx y aprovechó la dialéctica para justificar conclusiones a las que había llegado por vía intuitiva. Pero dejó completamente de lado la esencia misma de la ideología de Marx, el determinismo histórico de la revolución. En el fondo, Lenin no era determinista, sino voluntarista.

· En su condición de herejes marxistas y activistas revolucionarios violentos, Lenin y Mussolini tenían en común seis rasgos principales :
1. Se oponían totalmente a los parlamentos burgueses.

2. El partido era un organismo muy centralizado, rigurosamente jerárquico y ferozmente disciplinado, destinado a promover los objetivos socialistas.

3. Deseaban un liderazgo de revolucionarios profesionales.

4. No tenían confianza en la capacidad del proletariado para organizarse por si mismo.

5. Creían que la conciencia revolucionaria podía ser insuflada desde fuera por una élite revolucionaria autodesignada.

6. Creían que en la lucha inminente entre las clases la violencia organizada sería el árbitro definitivo.

( Editorial Javier Vergara, 1983 )

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