October 20, 2006

 
Respuesta de un ‘seudofilósofo’

Por: Ricardo Soto, de la Fundación Libertad de Panamá

Recientemente alguien criticó que había personas que usaban argumentos seudofilosóficos para defender el derecho de la gente a tener armas, y decía que los argumentos de quienes dicen que el derecho de las víctimas es ignorado en perjuicio de un énfasis demasiado optimista en la rehabilitación del delincuente, usaban argumentos traídos de los cabellos.

Como yo soy uno de los que he mencionado el origen en la ideas de Rosseau y Marx de la política de seguridad actual y el nihilismo subyacente en su aplicación, me imagino que el artículo va dirigido a mi persona. Si mis argumentos son seudofilosóficos, traídos de los cabellos, entonces imagino que el autor piensa que Nietzche, Camus, Popper, Glucksmann, Octavio Paz y otros que han presentado argumentos similares también son seudofilósofos. Lo cual me hace preguntarme: ¿qué entiende el autor por filosofía?

Para ser justos coincidimos en que el problema principal son las armas ilegales, contrabandeadas o robadas, en manos de delincuentes, no las armas legales en manos de ciudadanos honrados. También coincidimos en que la sociedad debe crear valores compartidos con espacios de comunicación e integración (Habermas para todos). Pero a diferencia de mi crítico, sé que no todos los valores son compatibles y no siempre la comunicación y la integración son posibles.

La disuasión es el diálogo de quienes no se pueden poner de acuerdo. Ese fue el dilema de San Agustín, si los buenos renuncian a las armas y a la violencia, ¿cómo evitamos que los malos esclavicen a los buenos? Ese es el origen filosófico de la legítima defensa y de la disuasión. Y el origen del derecho natural.

Donde sí difiero es en el tema de que nuestro crítico ve una supuesta contradicción entre los intereses del individuo con los intereses de la colectividad. Proclama que el individualismo ha sido "superado" en la mayor parte del mundo y que nosotros no creemos en la solidaridad social ni para prevenir ni para reprimir la violencia. A esas aseveraciones debemos responder lo siguiente.

Sabemos que los individuos al ayudarse a sí mismos sin perjudicar los derechos de terceros inocentes ayudan a la sociedad. Las sociedades que entienden eso son las sociedades más ricas y con mayores índices de desarrollo material y humano. Eso lo sabían los escolásticos españoles, los calvinistas y la ilustración escocesa. Desgraciadamente lo ignoran la mayoría de las élites latinoamericanas, esa es la verdadera causa de nuestro subdesarrollo.

El individualismo, lejos de haber sido superado, ha demostrado su vigencia. Aquellos países que siguen el camino de la iniciativa y la responsabilidad individual sacan a la gente de la pobreza, aquellos que siguen el camino del colectivismo solo distribuyen la miseria.Creemos que el Estado tiene la tarea de prevenir y reprimir la violencia criminal, esa es su función principal. Donde diferimos es que el prevenir o reprimir la violencia en todas sus manifestaciones no solo es imposible, es indeseable. Como descubrió San Agustín, existen formas de violencia justificables.

El ver a toda forma de violencia como el problema es pacifismo. Y el pacifismo, como lo han demostrado "seudofilósofos" como Nietzche, Paz y Glucksmann, es una forma de nihilismo. Nada es bueno, nada merece ser defendido, por lo que la defensa en sí se convierte en mala. Y el pacifismo, al ignorar el valor de la disuasión, curiosamente genera más violencia. Ellos no desean el mal, mas bien lo provocan.

Creemos que el Estado debe, mediante políticas públicas racionales y consultadas, mejorar la seguridad ciudadana. Pero sabemos que el Estado está integrado por seres humanos, no por ángeles, y un monopolio absoluto de la seguridad por parte del Estado es indeseable.

Desgraciadamente, en el caso del proyecto de armas actual, las consultas no fueron reales, sino que fueron un diálogo de la administración con la administración, del cual fueron deliberadamente excluidas aquellas personas que podían hacer aportes valiosos, pero cuyas ideas no coincidían con los ideólogos colectivistas y pacifistas que redactaron el anteproyecto.

Lograron un proyecto clasista; si las armas eran caras, ahora vas a tener que ser rico para tener legalmente una.Las personas que dicen que quienes se oponen a este proyecto son ricos defendiendo sus intereses, convenientemente se olvidan de que los ricos ven las armas como un plus, viven en barrios seguros, pueden pagar seguridad privada, pueden asumir los daños y el Estado asigna desproporcionadamente recursos a su seguridad.

La clase media y muchos emprendedores de clase baja que manejan grandes cantidades de efectivo en sus negocios (taxistas, repartidores, buhoneros, billeteros) no tienen estas posibilidades por lo que tienen que hacer grandes esfuerzos económicos para armarse. Y este es el tipo de personas que este anteproyecto excluye de la posibilidad de defenderse legalmente.

Comments:
En Europa se da por descontado que la utilización de armas es algo propio de primitivos como la gente de Estados Unidos.
 
Hace unos meses escuché en una televisora panameña a un "experto"español que decía que EU tenía la mayor tasa de asesinatos del mundo.Total que busqué en una web de estadísticas y creo que andaba por el puesto 40.Si mal no recuerdo los dos primeros eran Venezuela y México.
 
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