November 16, 2006
Con Huerta de Soto : Respuesta a Algunas Críticas Sobre la Escuela Austriaca
1. “Ambos enfoques ( austriaco y neoclásico ) no son excluyentes sino, más bien, complementarios”.
Esta tesis tendría fundamento si el método neoclásico correspondiera a la forma real en que actúan los seres humanos, y por tanto, no viciara en gran medida el análisis teórico.
Por otro lado, según Hayek, un determinado orden puede explicar otros más sencillos, pero no al revés. Aplicando este principio, el enfoque austriaco puede englobar al neoclásico, pero no se pueden incorporar en el esquema neoclásico realidades como la de la empresarialidad creativa, que superan su esquema conceptual de categorías.
2. “ Los austriacos no debieran criticar a los neoclásicos por utilizar supuestos simplificados que ayudan a entender la realidad”.
Los austriacos responden que una cosa es que un supuesto sea simplificado, y otra muy distinta es que sea completamente irreal.
3. “ Los austriacos fracasan a la hora de formalizar sus proposiciones teóricas”.
Este es el único argumento de Stiglitz contra la escuela austriaca. Para los austriacos el uso del formalismo matemático es un vicio y no una virtud. La razón básica es que dicho formalismo no puede dar cuenta de elementos como el tiempo subjetivo y la creatividad empresarial.
4. “Los austriacos producen muy pocos trabajos de tipo empírico”.
Para los austriacos existe un exceso de producción de trabajos empíricos y una escasez relativa de estudios teóricos que sean capaces de permitirnos entender e interpretar lo que sucede en realidad.
5. “Los austriacos carecen de criterios empíricos para validar sus teorías”.
Este punto de vista ignora que la “evidencia” empírica jamás es incontrovertible pues se refiere a fenómenos históricos de naturaleza compleja que no permiten experimentos de laboratorio. Las leyes económicas son siempre leyes “ceteris paribus”, pero en la realidad histórica jamás se da este supuesto. Según los austriacos, la validación de las teorías se puede efectuar mediante la continua depuración de vicios en la cadena de razonamientos lógico-deductivos, el análisis y la revisión de dicha cadena para las diferentes teorías, y la evaluación de si los supuestos de la misma se dan o no en un caso histórico concreto.
1. “Ambos enfoques ( austriaco y neoclásico ) no son excluyentes sino, más bien, complementarios”.
Esta tesis tendría fundamento si el método neoclásico correspondiera a la forma real en que actúan los seres humanos, y por tanto, no viciara en gran medida el análisis teórico.
Por otro lado, según Hayek, un determinado orden puede explicar otros más sencillos, pero no al revés. Aplicando este principio, el enfoque austriaco puede englobar al neoclásico, pero no se pueden incorporar en el esquema neoclásico realidades como la de la empresarialidad creativa, que superan su esquema conceptual de categorías.
2. “ Los austriacos no debieran criticar a los neoclásicos por utilizar supuestos simplificados que ayudan a entender la realidad”.
Los austriacos responden que una cosa es que un supuesto sea simplificado, y otra muy distinta es que sea completamente irreal.
3. “ Los austriacos fracasan a la hora de formalizar sus proposiciones teóricas”.
Este es el único argumento de Stiglitz contra la escuela austriaca. Para los austriacos el uso del formalismo matemático es un vicio y no una virtud. La razón básica es que dicho formalismo no puede dar cuenta de elementos como el tiempo subjetivo y la creatividad empresarial.
4. “Los austriacos producen muy pocos trabajos de tipo empírico”.
Para los austriacos existe un exceso de producción de trabajos empíricos y una escasez relativa de estudios teóricos que sean capaces de permitirnos entender e interpretar lo que sucede en realidad.
5. “Los austriacos carecen de criterios empíricos para validar sus teorías”.
Este punto de vista ignora que la “evidencia” empírica jamás es incontrovertible pues se refiere a fenómenos históricos de naturaleza compleja que no permiten experimentos de laboratorio. Las leyes económicas son siempre leyes “ceteris paribus”, pero en la realidad histórica jamás se da este supuesto. Según los austriacos, la validación de las teorías se puede efectuar mediante la continua depuración de vicios en la cadena de razonamientos lógico-deductivos, el análisis y la revisión de dicha cadena para las diferentes teorías, y la evaluación de si los supuestos de la misma se dan o no en un caso histórico concreto.