November 29, 2006

 
Noticia / Crítica : Una Carta Histórica de Milton Friedman

Mi admirado José Piñera, a quien considero mi maestro en el tema de pensiones, reseña en un breve artículo sus encuentros con el gran economista. Además, añade la carta que Milton Friedman dirigió a Augusto Pinochet en abril de 1975, en la que exponía un diagnóstico de la economía chilena y unas recomendaciones básicas. La carta es un ejemplo de la capacidad de Friedman para exponer los temas económicos en forma sencilla y accesible.

Las recomendaciones básicas de Friedman fueron dos :

1. Terminar con el déficit fiscal para eliminar la inflación, lograr la expansión del mercado de capitales, y facilitar la privatización de empresas estatales.

2. Liberalizar el comercio internacional.

El final de la carta es notable, leída 30 años después: “Si Chile toma hoy la senda correcta, creo que puede lograr otro milagro económico : despegar hacia un crecimiento económico sostenido que proveerá una ampliamente compartida prosperidad”. No necesita muchos comentarios. La historia le ha dado la razón.

Comments:
Ayer la leí. Quede impresionado.
La Concertación democristiano socialista cosecha la semilla que sembraron los militares y civiles, que sacaron al país adelante. Pese a ello, los resentidos de la coalición exigen que militares y civiles de esa época pidan perdón y 'nunca más'. Hasta Bachelet habla bien de la apertura comercial y los TLC.
 
Dado que la UP trató de instalar en Chile un sistema similar al de Cuba,lo que exigía asesinar a miles de personas,no creo que esté en condiciones de exigir a otros.Creo que todos deben aprender del pasado y cuidar lo que tienen,que es valioso y se puede perder.Ya quisiera yo en Panamá una situación como la de Chile.
 
Francisco:
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Milton Keynes y el modelo chileno


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A 75 kilómetros de Londres hay un pueblo que provoca incredulidad a cualquier economista: Milton Keynes. Una breve síntesis económica tendría, una pizca de Milton (Friedman) y una (bueno, quizá dos) de (John M.) Keynes.

Milton Friedman inspiró a muchos economistas durante el régimen militar. Pero esa lectura del “modelo” actual es incompleta como lo planteo en “Chile fértil provincia”. Nuestro modelo heredó reformas realizadas durante la dictadura, pero tiene otros dos afluentes.

El más obvio son las políticas de la Concertación. La síntesis concertacionista no es friedmaniana o monetarista sino neo-keynesiana. Este término hace referencia a los keynesianos modernos que reaccionaron a los postulados de Friedman. El neo-keynesianismo constata que los mercados son imperfectos por lo que el ajuste vía precios no es satisfactorio. Sin mercados perfectos y flexibilidad de precios y salarios, el modelo monetarista no funciona. La derecha busca generar esas condiciones, es parte de su ideología. Si en 1990 la Concertación hubiera tenido esos objetivos, el modelo chileno sería muy distinto. La influencia de Friedman es limitada.

Pero hay otra fuente del modelo chileno. ¿Es casualidad o conveniencia que la Concertación haya adoptado el modelo neo-keynesiano que acabo de describir?

Los primeros economistas de Chicago no los trajo al gobierno Pinochet, sino Frei Montalva. Los instaló en puestos claves en el Banco Central. En la primera parte de su gobierno luchó prioritaria y exitosamente contra la inflación, intentó reformar al Banco Central, tecnificó la política cambiaria con la famosa “tablita”, promovió tasas de interés reales positivas y creó la UF, redujo los aranceles.

La visión económica de Frei fue inspirada por Jorge Ahumada que además de apoyar temas de su tiempo, como la reforma agraria, proponía priorizar el crecimiento abriendo la economía pausadamente y controlando la inflación; criticó el uso de la política fiscal por sus consecuencias inflacionarias.

El principal libro de Ahumada, “En vez de la miseria” apareció durante la campaña de 1958 junto con “Chile, un caso de desarrollo frustrado” de Aníbal Pinto, su amigo y colega en la CEPAL.

Ambos libros tienen un antecedente común: en 1954 sus autores lideraron un programa económico presentado al Presidente Ibáñez. Su principal objetivo era contener la alta inflación impulsando cambios profundos para la época: reforma monetaria, devaluación y unificación del régimen cambiario, desaceleración del crédito, consolidación de la deuda pública, supresión de jubilaciones dobles, liberalización de precios (salvo 6 productos básicos), reorganización del Banco Central, y disminución de 30% de gastos de defensa.

La derecha no tenía programa alternativo. Años antes Alessandri había sido ministro de González Videla sin reformar. Cuando Ibáñez rompe su alianza con los socialistas, la derecha debe contratar a una consultora extranjera. La misión Klein-Sachs llega en 1955 y su propuesta difería de Ahumada y Pinto por el mayor ajuste fiscal pero coincidían en varios puntos. El Presidente Alessandri morigeró ese enfoque, fijó el tipo de cambio y el resultado fue una crisis. Así, la abortada reforma de Ahumada y Pinto tuvo algo de fundacional.

La influencia de Friedman aparece después de 1956, con el acuerdo entre la Universidad Católica y Chicago: es la segunda reacción estratégica de la derecha al estancamiento, al caos de Ibáñez y la propuesta de Ahumada y Pinto. Los primeros egresados de Chicago llegaron a finales de los 50. Entonces ni los gremialistas les daban crédito.

El modelo chileno tiene tres afluentes, uno apareció en 1954, antes que Friedman influyera en Chile. "
Fuente: http://www.lasegunda.com/Ediciononline/senaleseconomicas/columnas/glarrain/index.asp
 
Javier:Tienes razón,muy interesante,sobre todo la parte que se refiere a los años 50.
 
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