December 15, 2006

 
Breve Diccionario Personal

( Este artículo mío fue publicado en el diario local La Prensa el pasado lunes 11.Está basado en entradas del Blog que reestructuré para adaptarlas al formato y extensión requeridos por el diario)

Desde hace algún tiempo estoy escribiendo definiciones alternativas de palabras o expresiones que escucho o leo en los medios de comunicación.

No pretendo que sean definiciones completas. Simplemente, trato de cubrir ángulos diferentes a los habituales. Allí van algunos ejemplos.

Tratado de libre comercio : Documento que lista todos aquellos productos que no pueden comerciarse libremente. El documento es firmado por funcionarios que no creen demasiado en el libre comercio, y que deben convencer a sus propios productores de que van a tener más ventajas que los del otro país. Por su parte, los consumidores desempeñan maravillosamente su papel de convidados de piedra.

Plan nacional de desarrollo : Documento, generalmente en varios tomos de respetables dimensiones, que incluye un inacabable listado de buenos deseos escrito en idioma “economiqués”.

Solidaridad : Yo, ingenuo de mí, creía que la solidaridad era la disposición voluntaria para ayudar al prójimo en problemas. Ahora resulta que estaba equivocado, y que la solidaridad es algo que se impone mediante leyes y decretos. Por ejemplo, el pago de impuestos, tasas, contribuciones, y demás, es una muestra de “solidaridad”. Cuando a la exacción se le denomina “solidaridad”, algo está podrido en Panamarca.

Pueblo : Entidad virtual, de contornos fantasmagóricos, de la que puede decirse cualquier cosa. Por ejemplo, cuando dicen “el pueblo piensa” o “el pueblo quiere”, yo casi nunca pienso o quiero lo mismo que el tan mentado pueblo. ¿Será que no pertenezco al pueblo?

Derecho ajeno : Una gran mayoría de panameños son clamorosamente conscientes de sus derechos, ligeramente conscientes de sus obligaciones, y totalmente inconscientes de los derechos de los demás. Entre las contribuciones panameñas al desprecio del derecho ajeno la que más destaca es el olímpico desprecio a la libertad de circulación.

Salvaje : Ladrillo arrojadizo, muy empleado por izquierdistas y estatistas de todo pelaje, para evitar el debate de las ideas y ganar la guerra de los adjetivos. El adjetivo se aplica a instituciones como capitalismo, neoliberalismo, ganancias, mercado, competencia, globalización, TLCs, y monstruos similares. Pero nunca a fenómenos tan benéficos como estatismo, mercantilismo, sindicalismo, socialismo, proteccionismo, populismo, y demás tíos y primos de la familia. Moraleja : Si no tienes una idea, por lo menos lanza un adjetivo.

Pobristas : Individuos que se distinguen por cuatro características principales :
a) Hablan constantemente de la pobreza y la mala distribución de la riqueza.

b) Obtienen beneficios como notoriedad, buena imagen, sentimiento de superioridad moral, buena conciencia para mantener su riqueza, y otros varios.

c) A pesar de sus prédicas sobre la pobreza, jamás ayudan a un pobre de carne y hueso.

d) A pesar de su insistencia sobre la mala distribución de la riqueza, jamás redistribuyen una parte de la suya.

Egoísmo : Si yo quiero conservar lo que he ganado con mi trabajo y esfuerzo, soy egoísta. Pero si otro quiere conservar lo suyo y redistribuir lo mío es “progresista” y “solidario”. Ya se sabe que el que reparte se queda con la mejor parte.

Krugmaniasis : Enfermedad que afecta a académicos, sobre todo de Estados Unidos, y particularmente a economistas. Se manifiesta en una especie de doble personalidad intelectual. Cuando el paciente trabaja en estudios académicos recoge todos los hechos, razona con rigurosa lógica, y llega a conclusiones bien fundamentadas. Pero cuando escribe columnas periodísticas se olvida de los hechos, los ignora, o incluso los falsifica, su lógica no funciona, y sus conclusiones son poco más que basura intelectual. La enfermedad debe su nombre a Paul Krugman, profesor de economía en Princeton y columnista del New York Times.

Sentémonos todos : Expresión cuasi-taumatúrgica que se repite en Panamá cada vez que está a punto de estallar un problema que ha sido descuidado durante veinte o treinta años. Una variedad de la frase original es aquella de “deben sentarse todas las fuerzas vivas”. Aquí confieso una perplejidad invencible. Nunca he podido aclarar si es que no soy fuerza, o no soy viva, o no soy ni lo uno ni lo otro.

Vicios ciudadanos : Si quiere conocerlos, estudie los vicios de sus políticos. En una democracia, estos últimos son los representantes cualificados de los vicios de los ciudadanos. Sé que esta tesis es impopular. Sin embargo, la he examinado por todos los costados, y no me ha quedado más remedio que aceptar que es correcta. Incluso su impopularidad es, paradójicamente, una prueba de su verdad.

Comments:
Está genial.

Yo hablo mucho de los pobres porque he llegado a comprender que la pobreza es un producto de esa fábula llamada gobierno. Y como dicen los argentinos, me rompe las pelotas que la gente lo vea como algo normal, de siempre e inevitable.

Saludos.
 
Gracias,Rigo.Toda la vida me han gustado los escritores que tienen sentido del humor,así que de vez en cuando me sale la veta humorística y escribo algunas cosillas como esta.Saludos.
 
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