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Entrevista : Con Gregory Davis Sobre el Islam

Es una de las mejores que he leído sobre el tema. La citaré profusamente, pero recomiendo su lectura completa.

· Los occidentales se imaginan que el Islam es una religión como cualquier otra. Están equivocados. El Islam es menos una fe personal que un plan social y político para organizar la humanidad. ( Nota mía : esto ya lo dijo hace muchos años Jomeini )

· En el Cristianismo existe el poder religioso separado del secular, basado en la doctrina de “Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”. En el Islam no existe esa distinción. Una sociedad Islámica es una teocracia regida por la Sharia.

· Una vez que se comprende la naturaleza política del Islam y sus pretensiones universales, no es difícil entender por qué los musulmanes y las sociedades musulmanas son tan hostiles hacia el resto del mundo.

· Aunque los musulmanes en Europa están mal organizados, poseen algo muy valioso que Europa no tiene : fe.

· Si la democracia significa simplemente elecciones, entonces hay algunas democracias en el mundo islámico. Pero si significa una sociedad abierta, con libertad de expresión, de religión, e igualdad ante la ley, la respuesta es un no categórico. Estas libertades van contra la Sharía.

· Mientras que hay musulmanes nominales que prefieren la democracia occidental a la Sharia, no son genuinamente musulmanes, y llevan las de perder frente a los musulmanes ortodoxos.

· La “guerra contra el terrorismo” es una etiqueta equivocada. El terrorismo es una táctica, no un objetivo. El objetivo es la islamización mundial.

· Lo que hay que alentar en el mundo islámico no es la democracia, sino la secularización.

· El Islam ha existido en su forma violenta por casi 1400 años. Y nos engañaríamos si creyéramos que podemos cambiar esto. Probablemente es imposible una paz genuina entre el mundo Islámico y el no-islámico. Lo máximo que podemos esperar es una tregua más o menos difícil.

· El poder depende de la capacidad y la determinación. Actualmente tenemos la primera pero no la segunda. La situación de los jihadistas es la contraria. Si Occidente tuviera determinación el resultado sería obvio. Pero no es el caso. El Islam nos ha declarado la guerra, y nosotros se la hemos declarado al terrorismo. Todavía no entendemos la magnitud del problema.

Vuelvo a insistir en mi recomendación sobre esta entrevista. Vale por todo un libro.