December 21, 2006
In Defense of Global Capitalism : No es Casualidad
1. El capitalismo es para ti
El crecimiento de la prosperidad mundial no es milagro ni casualidad. Depende de si los países tienen o no un capitalismo más o menos liberal, que permita aplicar las ideas, energías, y planes individuales con libertad, o por el contrario se ponen obstáculos.
El capitalismo necesita el mecanismo de precios y ganancias, impuestos bajos, y que el Estado no interfiera en los precios. Los ciudadanos suelen tomar mejores decisiones en sus propios asuntos que los burócratas. El capitalismo exige responsabilidad personal.
El capitalismo requiere algunas reglas sobre propiedad, contratos, disputas y otros. Pero hay muchas otras que impiden su funcionamiento. Por ejemplo, los empresarios de EU están sujetos a 134,000 páginas de regulaciones a nivel federal. Esto desalienta la inversión, hace malgastar recursos y fomenta la corrupción.
2. La bendición del crecimiento
La libertad económica genera más riqueza, crecimiento económico, estándares de vida y esperanza de vida. En este sentido, las diferencias entre el 20% de países más libres y el 20% menos libre son espectaculares. En PIB / capita : 23,450 contra 2,556 dólares. Crecimiento promedio en los 90s : 2.6% contra – 0.9%. Índice de desarrollo humano : 0.88 contra 0,52. Esperanza de vida : 76 contra 52.
El crecimiento significa oportunidades para los pobres: nuevos trabajos, mejor ingreso, más oportunidades educativas, y más oportunidades para las mujeres. David Dollar y Aart Kraay estudiaron las estadísticas de ingresos en 80 países durante 40 años y concluyeron que el crecimiento beneficia a los pobres tanto como a los ricos. El crecimiento es la mejor cura para la pobreza. Ningún país ha reducido la pobreza sin un crecimiento económico a largo plazo.
En una economía de mercado dinámica hay movilidad social. Sólo el 5.1% de los norteamericanos que estaban en el quintil más pobre en 1975 permanecían allí en 1991. Sólo el 4% de los norteamericanos permanecen en la pobreza por más de dos años.
3. ¿Libertad o igualdad? ¿Por qué elegir?
Probablemente, lo más deseable es que todo el mundo tenga cierto nivel de oportunidades, y que cada uno llegue después hasta donde quiera llegar. Lo malo no es la diferencia de ingresos, sino que esta sea consecuencia de privilegios.
Es posible que, inicialmente, el crecimiento de una economía produzca una mayor desigualdad. Esto ha pasado en China y Brasil, aunque no en Taiwán y Corea del Sur. G. W. Scully descubrió que los ingresos están distribuidos más igualitariamente en países con economía liberal, mercados abiertos, y derechos de propiedad firmes. En los países más libres, la diferencia de ingresos entre el 20% más rico y el más pobre es de 14 veces, y en los menos libres 32 veces. No hay conflicto entre libertad e igualdad. A más libertad, más igualdad.
4. Derechos de propiedad, sobre todo para los pobres
En una economía liberal, todo el mundo puede probar suerte, lo que no sucede en las economías basadas en el privilegio. Hernando de Soto ha demostrado que los pobres son los que más pierden cuando no hay derechos de propiedad.
Los pobres del tercer mundo tienen más de $9.3 trillones en tierra, viviendas, y construcciones que no están registradas legalmente. Su capital está muerto, y su única alternativa es la economía informal, que no les permite desarrollar su potencial.
Un enfoque miope sobre las imperfecciones del capitalismo ignora la libertad e independencia que ofrece a los menos favorecidos. Ignora también el progreso sostenido que se da en una verdadera economía de mercado.
5. El “milagro” de Asia Oriental
Desde los años 60, estas economías han crecido anualmente entre el 5% y el 7% y su ingreso se ha doblado en cada década. El proceso de desarrollo ha aumentado la igualdad económica, sin redistribución, y la pobreza se ha reducido radicalmente.
Lo que distinguió a estos países asiáticos fue la protección de los derechos de propiedad, la libre empresa, la competencia, política monetaria estable y baja inflación. Además, se concentraron en la educación básica, dejando al mercado la educación superior.
Crearon oportunidades de trabajo, y los salarios fueron creciendo con la productividad. Tuvieron una notable libertad de empresa. Además, se integraron agresivamente a la economía mundial.
6. El retraso de África
En África encontramos muchos países cuyo PIB / capita ha disminuido desde los años 60. África destaca por el nivel de opresión política, corrupción, dirigismo económico y proteccionismo. Las economías africanas han sufrido de controles de precios y cambio, y gasto público incontrolado. Además, las élites urbanas han explotado sistemáticamente a los agricultores.
La causa del hambre en África no es la sequía sino la opresión política. África sub-sahariana ha recibido más ayuda per capita que cualquier otra región del mundo. Según el Fraser Institute, 14 de la 20 economías menos libres del mundo están en África.
Zimbabwe fue un gran exportador de alimentos. Sin embargo, la producción de cereales ha caído a un tercio de lo que fue. Nigeria, a pesar de su riqueza de recursos, tiene una mayoría de personas abismalmente pobres.
Veamos el caso de países que han optado por economías libres. Bostwana ha tenido mercados abiertos, respeto a la propiedad, y nunca ha nacionalizado negocios. Entre 1970 y 1990 creció al 10% anual. La isla Mauricio ha protegido los derechos de propiedad, ha reducido impuestos, tiene mercados de capital libres, y fomenta la competencia. Mauricio ha venido creciendo 5% por año. Todo el mundo dispone de agua potable, y los servicios de educación y salud se están expandiendo.
Ghana empezó a liberalizar su economía en 1983, sobre todo la agricultura. Eliminó aranceles, controles de precios y subsidios. La producción ha crecido rápidamente. Los agricultores han prosperado y el resto del país también.
Estos ejemplos demuestran que la pobreza no viene impuesta por la naturaleza. África tiene un largo camino por delante, pero puede mejorar.
( Johan Norberg, Cato Institute, 2003, Pag. 64-111 )
1. El capitalismo es para ti
El crecimiento de la prosperidad mundial no es milagro ni casualidad. Depende de si los países tienen o no un capitalismo más o menos liberal, que permita aplicar las ideas, energías, y planes individuales con libertad, o por el contrario se ponen obstáculos.
El capitalismo necesita el mecanismo de precios y ganancias, impuestos bajos, y que el Estado no interfiera en los precios. Los ciudadanos suelen tomar mejores decisiones en sus propios asuntos que los burócratas. El capitalismo exige responsabilidad personal.
El capitalismo requiere algunas reglas sobre propiedad, contratos, disputas y otros. Pero hay muchas otras que impiden su funcionamiento. Por ejemplo, los empresarios de EU están sujetos a 134,000 páginas de regulaciones a nivel federal. Esto desalienta la inversión, hace malgastar recursos y fomenta la corrupción.
2. La bendición del crecimiento
La libertad económica genera más riqueza, crecimiento económico, estándares de vida y esperanza de vida. En este sentido, las diferencias entre el 20% de países más libres y el 20% menos libre son espectaculares. En PIB / capita : 23,450 contra 2,556 dólares. Crecimiento promedio en los 90s : 2.6% contra – 0.9%. Índice de desarrollo humano : 0.88 contra 0,52. Esperanza de vida : 76 contra 52.
El crecimiento significa oportunidades para los pobres: nuevos trabajos, mejor ingreso, más oportunidades educativas, y más oportunidades para las mujeres. David Dollar y Aart Kraay estudiaron las estadísticas de ingresos en 80 países durante 40 años y concluyeron que el crecimiento beneficia a los pobres tanto como a los ricos. El crecimiento es la mejor cura para la pobreza. Ningún país ha reducido la pobreza sin un crecimiento económico a largo plazo.
En una economía de mercado dinámica hay movilidad social. Sólo el 5.1% de los norteamericanos que estaban en el quintil más pobre en 1975 permanecían allí en 1991. Sólo el 4% de los norteamericanos permanecen en la pobreza por más de dos años.
3. ¿Libertad o igualdad? ¿Por qué elegir?
Probablemente, lo más deseable es que todo el mundo tenga cierto nivel de oportunidades, y que cada uno llegue después hasta donde quiera llegar. Lo malo no es la diferencia de ingresos, sino que esta sea consecuencia de privilegios.
Es posible que, inicialmente, el crecimiento de una economía produzca una mayor desigualdad. Esto ha pasado en China y Brasil, aunque no en Taiwán y Corea del Sur. G. W. Scully descubrió que los ingresos están distribuidos más igualitariamente en países con economía liberal, mercados abiertos, y derechos de propiedad firmes. En los países más libres, la diferencia de ingresos entre el 20% más rico y el más pobre es de 14 veces, y en los menos libres 32 veces. No hay conflicto entre libertad e igualdad. A más libertad, más igualdad.
4. Derechos de propiedad, sobre todo para los pobres
En una economía liberal, todo el mundo puede probar suerte, lo que no sucede en las economías basadas en el privilegio. Hernando de Soto ha demostrado que los pobres son los que más pierden cuando no hay derechos de propiedad.
Los pobres del tercer mundo tienen más de $9.3 trillones en tierra, viviendas, y construcciones que no están registradas legalmente. Su capital está muerto, y su única alternativa es la economía informal, que no les permite desarrollar su potencial.
Un enfoque miope sobre las imperfecciones del capitalismo ignora la libertad e independencia que ofrece a los menos favorecidos. Ignora también el progreso sostenido que se da en una verdadera economía de mercado.
5. El “milagro” de Asia Oriental
Desde los años 60, estas economías han crecido anualmente entre el 5% y el 7% y su ingreso se ha doblado en cada década. El proceso de desarrollo ha aumentado la igualdad económica, sin redistribución, y la pobreza se ha reducido radicalmente.
Lo que distinguió a estos países asiáticos fue la protección de los derechos de propiedad, la libre empresa, la competencia, política monetaria estable y baja inflación. Además, se concentraron en la educación básica, dejando al mercado la educación superior.
Crearon oportunidades de trabajo, y los salarios fueron creciendo con la productividad. Tuvieron una notable libertad de empresa. Además, se integraron agresivamente a la economía mundial.
6. El retraso de África
En África encontramos muchos países cuyo PIB / capita ha disminuido desde los años 60. África destaca por el nivel de opresión política, corrupción, dirigismo económico y proteccionismo. Las economías africanas han sufrido de controles de precios y cambio, y gasto público incontrolado. Además, las élites urbanas han explotado sistemáticamente a los agricultores.
La causa del hambre en África no es la sequía sino la opresión política. África sub-sahariana ha recibido más ayuda per capita que cualquier otra región del mundo. Según el Fraser Institute, 14 de la 20 economías menos libres del mundo están en África.
Zimbabwe fue un gran exportador de alimentos. Sin embargo, la producción de cereales ha caído a un tercio de lo que fue. Nigeria, a pesar de su riqueza de recursos, tiene una mayoría de personas abismalmente pobres.
Veamos el caso de países que han optado por economías libres. Bostwana ha tenido mercados abiertos, respeto a la propiedad, y nunca ha nacionalizado negocios. Entre 1970 y 1990 creció al 10% anual. La isla Mauricio ha protegido los derechos de propiedad, ha reducido impuestos, tiene mercados de capital libres, y fomenta la competencia. Mauricio ha venido creciendo 5% por año. Todo el mundo dispone de agua potable, y los servicios de educación y salud se están expandiendo.
Ghana empezó a liberalizar su economía en 1983, sobre todo la agricultura. Eliminó aranceles, controles de precios y subsidios. La producción ha crecido rápidamente. Los agricultores han prosperado y el resto del país también.
Estos ejemplos demuestran que la pobreza no viene impuesta por la naturaleza. África tiene un largo camino por delante, pero puede mejorar.
( Johan Norberg, Cato Institute, 2003, Pag. 64-111 )