January 17, 2007
Economics for Real People : El Gobierno Promotor de Negocios
El autor comienza con el ejemplo de los estadios de futbol americano. Entre 1997 y 2006 se habrán dedicado más de $7 billones de dinero “público” para estadios de equipos profesionales. ¿Cuál es la justificación de esta práctica? Que en el largo plazo impulsará la economía local y se pagará de sobra por sí misma. Esta explicación no pasa el criterio de Bastiat sobre lo que se ve y lo que no se ve.
Lo que se ve es la actividad relacionada con el estadio. La gente compra boletos, que a su vez tienen impuestos. Compra comida y bebida. Por otro lado, las compañías constructoras trabajan en la construcción y luego en el mantenimiento.
Lo que no se ve es que los recursos que se gastan en relación al estadio tienen que venir de otra parte. Si se construye un estadio, se deja de construir alguna otra obra. Si la gente come en el estadio o cerca, deja de comer en su vecindario. Y el dinero recogido mediante impuestos o préstamos por la administración local, hubiera sido gastado por otros en otras cosas.
Por tanto, la pregunta correcta es : ¿quién es mejor seleccionando proyectos de inversión, el gobierno o los inversionistas privados? La respuesta es clara. Los segundos tendrán ganancias o pérdidas personales según sea que acierten o no. Así que tienen un gran incentivo para usar los recursos según los deseos de los clientes. Sin embargo, el Gobernador de Connecticut no tiene esos incentivos. Es posible que los votantes no se den cuenta de que gastar $374 millones en el estadio fue un mal proyecto. O tal vez lleguen a esa conclusión cuando ya no sea Gobernador. Además, los políticos tienden a favorecer a los grupos de interés, que reciben los beneficios, porque los costos para cada individuo de la población son pequeños.
Vayamos a otro ejemplo. Newt Gingrich escribió que el gobierno aportó financiamiento e incentivos para el ferrocarril transcontinental de EU entre 1863 y 1869. Según él, sin las contribuciones del gobierno, el ferrocarril se hubiera demorado al menos una generación.
Lo cierto es que los recursos dedicados al ferrocarril no pudieron dedicarse a otros usos. ¿Eran estos más o menos valiosos que el ferrocarril? Si Gingrich tiene razón, eso indica que los empresarios creían que había otros proyectos que los consumidores demandaban con más urgencia. Gingrich simplemente asume que el ferrocarril era más importante que las alternativas que los empresarios hubieran creados con los mismos recursos.
Y ahora, un último ejemplo. Muchos países ayudan a sus exportadores otorgándoles subsidios. Estos suelen justificarse diciendo que crean puestos de trabajo. Puede ser. Esto es lo que se ve. Lo que no se ve es que los fondos vienen de otras personas, que los hubieran utilizado para crear otros puestos de trabajo. Podemos incluso suponer que, en la mayoría de los casos, los puestos que se pierden por los impuestos serían más valiosos que los creados por los subsidios. En efecto, si estos últimos fuesen realmente importantes, se hubieran creado sin subsidios.
Otra justificación es que EU necesita ayudar a sus exportadores porque otros países lo hacen. Pero ningún país puede subsidiar a todos sus productores. El beneficio para los subsidiados viene a través de mayores impuestos para los no subsidiados.
¿Quién se beneficia de estos programas proteccionistas? No es el pequeño agricultor o el granjero familiar, que no tienen recursos para hacer lobby en el Congreso. Son los grandes negocios.
( Gene Callahan, Mises Institute, 2004, Pag. 271 – 287 )
El autor comienza con el ejemplo de los estadios de futbol americano. Entre 1997 y 2006 se habrán dedicado más de $7 billones de dinero “público” para estadios de equipos profesionales. ¿Cuál es la justificación de esta práctica? Que en el largo plazo impulsará la economía local y se pagará de sobra por sí misma. Esta explicación no pasa el criterio de Bastiat sobre lo que se ve y lo que no se ve.
Lo que se ve es la actividad relacionada con el estadio. La gente compra boletos, que a su vez tienen impuestos. Compra comida y bebida. Por otro lado, las compañías constructoras trabajan en la construcción y luego en el mantenimiento.
Lo que no se ve es que los recursos que se gastan en relación al estadio tienen que venir de otra parte. Si se construye un estadio, se deja de construir alguna otra obra. Si la gente come en el estadio o cerca, deja de comer en su vecindario. Y el dinero recogido mediante impuestos o préstamos por la administración local, hubiera sido gastado por otros en otras cosas.
Por tanto, la pregunta correcta es : ¿quién es mejor seleccionando proyectos de inversión, el gobierno o los inversionistas privados? La respuesta es clara. Los segundos tendrán ganancias o pérdidas personales según sea que acierten o no. Así que tienen un gran incentivo para usar los recursos según los deseos de los clientes. Sin embargo, el Gobernador de Connecticut no tiene esos incentivos. Es posible que los votantes no se den cuenta de que gastar $374 millones en el estadio fue un mal proyecto. O tal vez lleguen a esa conclusión cuando ya no sea Gobernador. Además, los políticos tienden a favorecer a los grupos de interés, que reciben los beneficios, porque los costos para cada individuo de la población son pequeños.
Vayamos a otro ejemplo. Newt Gingrich escribió que el gobierno aportó financiamiento e incentivos para el ferrocarril transcontinental de EU entre 1863 y 1869. Según él, sin las contribuciones del gobierno, el ferrocarril se hubiera demorado al menos una generación.
Lo cierto es que los recursos dedicados al ferrocarril no pudieron dedicarse a otros usos. ¿Eran estos más o menos valiosos que el ferrocarril? Si Gingrich tiene razón, eso indica que los empresarios creían que había otros proyectos que los consumidores demandaban con más urgencia. Gingrich simplemente asume que el ferrocarril era más importante que las alternativas que los empresarios hubieran creados con los mismos recursos.
Y ahora, un último ejemplo. Muchos países ayudan a sus exportadores otorgándoles subsidios. Estos suelen justificarse diciendo que crean puestos de trabajo. Puede ser. Esto es lo que se ve. Lo que no se ve es que los fondos vienen de otras personas, que los hubieran utilizado para crear otros puestos de trabajo. Podemos incluso suponer que, en la mayoría de los casos, los puestos que se pierden por los impuestos serían más valiosos que los creados por los subsidios. En efecto, si estos últimos fuesen realmente importantes, se hubieran creado sin subsidios.
Otra justificación es que EU necesita ayudar a sus exportadores porque otros países lo hacen. Pero ningún país puede subsidiar a todos sus productores. El beneficio para los subsidiados viene a través de mayores impuestos para los no subsidiados.
¿Quién se beneficia de estos programas proteccionistas? No es el pequeño agricultor o el granjero familiar, que no tienen recursos para hacer lobby en el Congreso. Son los grandes negocios.
( Gene Callahan, Mises Institute, 2004, Pag. 271 – 287 )