February 28, 2007

 
La envidia : Humanidad y envidia

( Comienzo la presentación de algunos capítulos del libro Envy : A Theory of Social Behaviour, de Helmut Schoeck )

A través de la historia, los hombres han reconocido como un problema importante el hecho de envidiar y ser envidiados. Toda la literatura fragmentaria que ha tratado la envidia ha destacado su carácter destructivo, inhibidor, fútil y doloroso. En todo los refranes y cuentos folklóricos la envidia es siempre condenada.

Considerando el rol importante que juega la envidia, es sorprendente la escasez de estudios sobre la misma. En mi libro pretendo demostrar que la envidia es mucho más universal y destructiva de lo que se cree.

Cierta predisposición a la envidia es algo natural, y su falta absoluta crearía serios problemas a una persona, en el sentido de que no sería capaz de prever reacciones envidiosas de parte de otros, lo que tendería a perjudicarle seriamente.

Un estudio exhaustivo de la envidia en sus roles activo y pasivo no sólo es importante porque la envidia es un elemento crucial en la vida individual. También es relevante desde el punto de vista político.

No es cierto, como sostienen algunos teóricos sociales, que la gente más afortunada es la que tiene interés en una ideología que inhiba la envidia. Dicha ideología es más importante para la persona propensa a la envidia, que necesita apartar la atención de la buena fortuna de otros y dedicar su energía al logro de objetivos dentro de su capacidad.

Una de las creencias capaz de reprimir la envidia es la de la buena suerte. Las culturas tribales más llenas de envidia, como los Dobuan y Navajo, ni siquiera tienen el concepto de suerte. Por ejemplo, en dichas culturas nadie piensa que si un rayo mata a alguien se deba a mala suerte. Ellos asumen que se debe a un vecino maligno que ha logrado que caiga el rayo.

Además de ser un problema personal, la envidia es un problema sociológico de primer orden. Hay culturas obsesionadas con la envidia, mientras que otras han tenido éxito en su represión.

La envidia puede ser institucionalizada más fácilmente que otras emociones. Tenemos días de fiesta y duelo nacional, pero no instituciones. Sin embargo tenemos instituciones basadas en la envidia, como el impuesto progresivo sobre la renta y el impuesto de sucesión.

Hasta los inicios del siglo XX, la mayoría de los autores estaban familiarizados con la envidia como un fenómeno claramente definido. Posteriormente, la tendencia ha sido reprimir el concepto de envidia, tanto en las ciencias sociales como en la filosofía moral. Tanto los teóricos políticos como los críticos sociales han considerado cada vez más la envidia como un concepto vergonzante para explicar los hechos sociales.

Por ejemplo, no hay una sola referencia a la envidia en las siguientes revistas científicas : American Sociological Review ( 1936 - 1960 ); American Journal of Sociology ( 1895 - 1947 ); Rural Sociology ( 1936 – 1955 ); The British Journal of Sociology ( 1949 – 1959 ); American Anthropologist ( 1949 –1958 ); Southwestern Journal of Anthropology ( 1945 – 1964 ).

¿Por qué durante más de una generación los escritores han evitado tratar el tema, a pesar de que afecta a todos los seres humanos? La psicología profunda nos indica que muy probablemente está actuando la represión.

( Helmut Schoeck, Envy, Pag. 3 – 16 )

Comments:
Francisco, te propongo que comencemos la práctica del intercambio (en comodato) de libros.

Este que has citado me suena muy interesante, y concuerdo en lo extraño que un fenómeno tan universal y trascendente para toda la fenomenología social, como lo es la envidia, no sea siquiera tratado por los "científicos sociales" (como se hacen llamar los sociólogos, que yo más bien llamo "teólogos sociales", porque de científicos no tienen mucho la gran mayoría).
 
Jaime Raúl:Tu propuesta me parece muy bien así que cuenta con mi apoyo.
 
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