February 24, 2007

 
Una cuestión de lógica. Parte 1 : El problema, Por Alberto Mansueti

( Hace algunas semanas, Alberto me envió este artículo en dos partes. Lo recomiendo por su claridad y por la forma directa de enfocar el tema )


# ¿Qué es el “Neo” liberalismo?

Nada de liberal tiene el mal llamado “neo” liberalismo de los ’90, liderado en América latina por caudillos muy poco o nada liberales como el priísta Carlos Salinas en México; el peronista Carlos Menem en Argentina; el populista Alberto Fujimori en Perú; el adeísta (demócrata socialista) Carlos Andrés Pérez en Venezuela; y todos sus pares ideológicos y políticos en otros países.

Estos Presidentes no retiraron masivamente a los Gobiernos de todas sus funciones impropias como educación, deporte, medicina, bellas artes y ciencias, medios informativos, etc.; y por eso no redujeron masivamente el gasto estatal ni las cargas fiscales, que por el contrario aumentaron. Tampoco eliminaron sino que incrementaron las regulaciones -disfrazadas de leyes-; y no privatizaron para capitalizar a la gente sino para allegarle aún más dinero el Estado. Y en el comercio exterior practicaron un intervencionismo de nuevo cuño, con privilegios ahora para las empresas exportadoras y no ya para las sustitutivas de importaciones como recetaba la antigua ortodoxia “cepalista”.

¿Qué tiene esto de liberal? El “neo” liberalismo es un estatismo sofisticado. Término tan desafortunado fue acuñado originalmente en los ’50 por los políticos alemanes del llamado “milagro” de la República Federal. Y en Latinoamérica las izquierdas lo emplean ahora como insulto; aunque no obstante sirve para describir las políticas “de mercado” fracasadas de los ’90. Ese fracaso es responsable del nuevo giro a la izquierda de América latina.


# ¿Y el liberalismo “social”?

Es la socialdemocracia de unos partidos mal llamados “liberales” -y agrupados en la Internacional mal llamada “Liberal”- p. ej. de Nicaragua y otros países, que pretenden competir con las izquierdas adoptando posiciones de izquierda.


# Socialistas practicantes y no practicantes

Se nos dice que hay dos socialismos: el “malo” (se supone antiguo y autoritario) tipo Castro y Chávez, y el “bueno” (se supone moderno y democrático) tipo Lula y Bachelet. No es así; lo que hay son socialistas practicantes y no practicantes, que los hay, como también hay católicos practicantes y no practicantes.

Los socialistas practicantes -Castro y Chávez- ponen por obra el socialismo, con los resultados conocidos; en cambio los no practicantes permiten cierto grado de respiro a la economía, a los empresarios e inversionistas, y cierto nivel de vida a las gentes, en tanto NO aplican las políticas y medidas socialistas. Por eso a diferencia del catolicismo, en el socialismo es obviamente mejor el socialista no practicante que el otro. Pero si el socialismo es malo cuando se aplica y bueno cuando NO se aplica, ¿no es esa la más rotunda y fehaciente prueba en su contra?

No hay socialismo bueno; hay quien aplica el socialismo, y quien lo deja en suspenso, como bomba de tiempo, sin agravar los males existentes, pero sin darles el remedio apropiado: el capitalismo liberal. Así entonces en cualquier momento surge un socialista practicante, que levanta la suspensión al socialismo y lo aplica, como Chávez en Venezuela, y Correa en Ecuador. ¡Y la bomba explota!


# Una cuestión de lógica

Latinoamérica ha girado otra vez a la izquierda; aunque ahora es la Nueva Izquierda ecofemilitarindigenista, New Age, posmoderna y “políticamente correcta” comandada por Hugo Chávez. Eso es accidental: en lo sustancial la izquierda es siempre la misma; pero sus nuevas vestiduras le sirven para avanzar y ganar elecciones.

¿Por qué otro giro a la izquierda? Por una simple cuestión de lógica.

1) A la Nueva Izquierda la enfrentan dos alternativas incapaces: la Vieja Derecha y la Vieja Izquierda.
-- La Vieja Derecha se hace “neo” liberal, o sigue como siempre abrazada al proteccionismo mercantilista tradicional del nacionalismo económico. Pero siempre dispuesta a adoptar cuantas medidas y programas “sociales” crea necesario para competir electoralmente con las izquierdas; o para pactar con ellas, siendo estas medidas digeribles y conciliables hasta con el “neo” liberalismo. Sin embargo la Vieja Derecha no va a adoptar un programa pro capitalismo de libre mercado; eso jamás.

-- La Vieja Izquierda se resiste a transformarse en la Nueva Izquierda chavista, e insiste en el viejo socialismo democrático (o cristiano). Pero para competir o para pactar electoralmente con la Vieja Derecha está dispuesta a adoptar políticas “neo” liberales, aunque con mala conciencia y sin dar explicaciones. Sin embargo la Vieja Izquierda tampoco va a adoptar un programa pro capitalismo de libre mercado; eso jamás.

2) No hay por ahora una Nueva Derecha que levante orgullosa las tres banderas del capitalismo liberal: Gobiernos limitados; mercados libres; instituciones privadas separadas del Estado. Ni que las explique, sobre todo a los más pobres.

-- Las viejas Derecha e Izquierda se ubican ambas en “el centro”, en pro de “la tercera vía”, que es la economía mixta de siempre, mezcla de mercantilista y socialista -mitad y mitad aproximadamente-, pero siempre colectivista y estatista. Y así entre las dos le pasan al votante latinoamericano el siguiente mensaje: “El capitalismo es malo. En todo caso, hay que mezclarlo con un poco de socialismo para que resulte; pero no demasiado.”
-- Y de ese mensaje el elector -sobre todo si es pobre- saca esta conclusión: “Si el capitalismo es malo, entonces no quiero nada; ni la mitad. Y si el socialismo es bueno, entonces lo quiero todo; ¿por qué la mitad? Además mi situación es muy crítica, necesito una cura radical.” Y entonces vota masivamente por Hugo Chávez, Evo Morales, Ollanta Humala, AMLO y Rafael Correa. O Cristina Kirchner.

3) Y lo peor es que la Vieja Derecha y la Vieja Izquierda, cuando pierden las elecciones -o la calle- no aciertan a proponer un claro Programa pro capitalismo de libre mercado, y son una oposición puramente “anti”, negativa.
-- La Vieja Derecha le repite una y otra vez al elector que “El socialismo es malo; malísimo … ” Pero no le dice: “El capitalismo es bueno”. Y entonces el público -sobre todo el pobre- se pregunta: “Pero si el socialismo es malo ¿por qué Uds. me ofrecen la mitad?”

-- La Vieja Izquierda le dice al público: “El capitalismo es malo siempre; en cambio el socialismo es bueno cuando es por la mitad, y malo cuando es completo.” A lo que responde el público -y sobre todo el pobre-: “Por la mitad será malo para ti que estás lleno; pero yo estoy vacío, no tengo nada, así que, ¡venga completo!”

Comments:
Nosotros decimos que "la mona, aunque se vista de ceda, mona se queda". No importa como usted organiza su utopía socialista, no importa dónde la acomode, derecha o izquierda, los métodos y las consecuencias son las mismas.

Por dicha el mundo se mueve para adelante, lento pero hacia cada vez más libertad.
 
En AL vamos un paso adelante y dos atrás.Quizás habrá que tocar fondo antes de que la gente comprenda ciertas cosas.
 
Post a Comment

<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?