March 31, 2007
Cita : El pobre, el progre y la moral
“¿Cómo denominarlos? Me refiero a aquellos que articulan su discurso ideológico a través de una defensa rabiosa de los pobres (así, en bloque), de los desposeídos, los oprimidos, los miserables, los descamisados, los parias de la Tierra, un baluarte que en su rabia y violencia acaba revelándose, a la postre, como un profundo aborrecimiento, una inocultable repugnancia, un odio traidor a todos aquellos que dicen proteger.
El presumido afecto y desprendimiento hacia el desventurado y el menesteroso que exhiben tales individuos no llega nunca, con todo, hasta el punto práctico de “ponerse en su lugar”.
Así, sin ir más lejos, para cubrir las apariencias y salir en las revistas, muchos de estos ricos y famosos amigos de los pobres suelen organizar, con regularidad muy estudiada, giras solidarias (o sea, publicitarias: siempre en viajes de ida y vuelta) en las que escenifican un contacto fraterno y filántropo con el desheredado de tomo y lomo, a quien dan de paso, con dudosa intención, enérgicas palmadas en la espalda y algún presente adquirido por su representante o agente, haciéndose la foto sonriente con el sufriente para desaparecer a continuación con la conciencia tranquila”.
( Fernando Rodríguez Genovés )
“¿Cómo denominarlos? Me refiero a aquellos que articulan su discurso ideológico a través de una defensa rabiosa de los pobres (así, en bloque), de los desposeídos, los oprimidos, los miserables, los descamisados, los parias de la Tierra, un baluarte que en su rabia y violencia acaba revelándose, a la postre, como un profundo aborrecimiento, una inocultable repugnancia, un odio traidor a todos aquellos que dicen proteger.
El presumido afecto y desprendimiento hacia el desventurado y el menesteroso que exhiben tales individuos no llega nunca, con todo, hasta el punto práctico de “ponerse en su lugar”.
Así, sin ir más lejos, para cubrir las apariencias y salir en las revistas, muchos de estos ricos y famosos amigos de los pobres suelen organizar, con regularidad muy estudiada, giras solidarias (o sea, publicitarias: siempre en viajes de ida y vuelta) en las que escenifican un contacto fraterno y filántropo con el desheredado de tomo y lomo, a quien dan de paso, con dudosa intención, enérgicas palmadas en la espalda y algún presente adquirido por su representante o agente, haciéndose la foto sonriente con el sufriente para desaparecer a continuación con la conciencia tranquila”.
( Fernando Rodríguez Genovés )