March 04, 2007
Intelectuales en política : Martin Heidegger
( Comienzo la presentación de algunos capítulos del libro “The reckless mind : Intellectuals in politics”, de Mark Lilla )
Heidergger nació en 1889. A los veinte años entró al noviciado de los Jesuitas pero tuvo que abandonar por problemas de salud. Luego hizo algunos estudios de teología, y finalmente estudió filosofía con Husserl. Entre 1919 y 1923 fue su asistente.
Heidegger y Karl Jaspers se conocieron en 1920. Jaspers era seis años mayor y ya era conocido por sus escritos. Ambos desarrollaron una amistad filosófica un tanto extraña, pues se basaba en el reconocimiento de Heidegger como pensador superior. En su diario, Jaspers recogió reflexiones sobre Heidegger que van de 1928 a 1964, en las que oscila entre admiración, frustración y lealtad.
En 1923 Heidegger obtuvo una cátedra en Marburgo. Una de sus alumnas fue Hannah Arendt. Ambos desarrollaron una pasión que los llevó a ser amantes para 1925.
En 1927 Heidegger publicó Ser y Tiempo, con muy buenas críticas. En 1928 fue llamado a ocupar la cátedra de Husserl en Friburgo. En los siguientes años, cada uno de los tres trabajaron independientemente y publicaron bastante. Las cartas entre Heidegger y Jaspers revelan una genuina amistad, aunque Jaspers ya percibía en Heidegger cierta incapacidad para darse cuenta de las implicaciones de sus actos.
En 1933 Heidegger se afilió al Partido Nazi y fue nombrado rector en Friburgo. Ya era simpatizante de los nazis en 1931. En el rectorado siguió las directrices nazis para “revolucionar” la universidad. Además, recorrió el país dando conferencias a favor de Hitler. Cortó comunicación con todos sus colegas judíos, Husserl incluido. Incluso eliminó la dedicatoria en Ser y Tiempo. Denunció a su colega, y futuro premio Nóbel de química, Hermann Staundiger, y a su ex - alumno Eduard Baumgarter.
Arendt huyó de Alemania en 1933 y le envió una carta a Heidegger confrontándole sobre su antisemitismo. Jaspers se quedó y mantuvo comunicación con Heidegger hasta 1937, cuando perdió su puesto en la universidad.
Después de la guerra, Jaspers y Arendt se preguntaban si el problema estaba en Heidegger o en su filosofía. La interpretación típica indica que Ser y Tiempo es un escrito sobre ontología. Otros han visto en él una hostilidad profunda hacia el mundo moderno y un anhelo por una nueva época histórica más “auténtica”, que debe ser creada por la resolución de hombres decididos. Esto es lo que probablemente vió Heidegger en los nazis.
En 1945 Heidegger tuvo que presentarse ante la comisión de desnazificación. Jaspers envió a dicha comisión un escrito en el que, por un lado reconocía ciertos errores de Heidegger, y por otro lo disculpaba en los puntos esenciales. Heidegger salió bien librado, y sólo se le impidió enseñar hasta 1950.
Jaspers no confrontó a Heidegger sobre el tema del nazismo hasta 1950. Heidegger no sólo no reconoció ningún tipo de responsabilidad, sino que quiso presentarse como víctima. Jaspers concluyó que era un caso perdido y cortó totalmente la comunicación.
Sin embargo, Arendt siguió escribiendo y viendo a Heidegger. En 1951 Arendt viajó a Alemania y se reunió con él. Conforme fueron transcurriendo los años 50, Heidegger fue recuperando prestigio con sus nuevos escritos, y Arendt siguió visitándolo cada vez que viajaba de Estados Unidos a Europa.
A diferencia de Jaspers , Arendt nunca confrontó a Heidegger en relación con su apoyo al nazismo. Ella sabía que Heidegger era políticamente peligroso, pero creía que su peligrosidad estaba alimentada por la misma pasión que inspiraba su pensamiento filosófico. El problema de Heidegger era el mismo que el de otros filósofos. Su pensamiento debía mantenerse alejado de los asuntos políticos, que son propiamente el campo de los estadistas y hombres de acción.
Una lección práctica de la República de Platón es que, cuando los filósofos tratan de convertirse en reyes, se corrompe su filosofía, o la política, o ambas.
( Mark Lilla, The Reckless Mind, Pag. 1 – 46 )
( Comienzo la presentación de algunos capítulos del libro “The reckless mind : Intellectuals in politics”, de Mark Lilla )
Heidergger nació en 1889. A los veinte años entró al noviciado de los Jesuitas pero tuvo que abandonar por problemas de salud. Luego hizo algunos estudios de teología, y finalmente estudió filosofía con Husserl. Entre 1919 y 1923 fue su asistente.
Heidegger y Karl Jaspers se conocieron en 1920. Jaspers era seis años mayor y ya era conocido por sus escritos. Ambos desarrollaron una amistad filosófica un tanto extraña, pues se basaba en el reconocimiento de Heidegger como pensador superior. En su diario, Jaspers recogió reflexiones sobre Heidegger que van de 1928 a 1964, en las que oscila entre admiración, frustración y lealtad.
En 1923 Heidegger obtuvo una cátedra en Marburgo. Una de sus alumnas fue Hannah Arendt. Ambos desarrollaron una pasión que los llevó a ser amantes para 1925.
En 1927 Heidegger publicó Ser y Tiempo, con muy buenas críticas. En 1928 fue llamado a ocupar la cátedra de Husserl en Friburgo. En los siguientes años, cada uno de los tres trabajaron independientemente y publicaron bastante. Las cartas entre Heidegger y Jaspers revelan una genuina amistad, aunque Jaspers ya percibía en Heidegger cierta incapacidad para darse cuenta de las implicaciones de sus actos.
En 1933 Heidegger se afilió al Partido Nazi y fue nombrado rector en Friburgo. Ya era simpatizante de los nazis en 1931. En el rectorado siguió las directrices nazis para “revolucionar” la universidad. Además, recorrió el país dando conferencias a favor de Hitler. Cortó comunicación con todos sus colegas judíos, Husserl incluido. Incluso eliminó la dedicatoria en Ser y Tiempo. Denunció a su colega, y futuro premio Nóbel de química, Hermann Staundiger, y a su ex - alumno Eduard Baumgarter.
Arendt huyó de Alemania en 1933 y le envió una carta a Heidegger confrontándole sobre su antisemitismo. Jaspers se quedó y mantuvo comunicación con Heidegger hasta 1937, cuando perdió su puesto en la universidad.
Después de la guerra, Jaspers y Arendt se preguntaban si el problema estaba en Heidegger o en su filosofía. La interpretación típica indica que Ser y Tiempo es un escrito sobre ontología. Otros han visto en él una hostilidad profunda hacia el mundo moderno y un anhelo por una nueva época histórica más “auténtica”, que debe ser creada por la resolución de hombres decididos. Esto es lo que probablemente vió Heidegger en los nazis.
En 1945 Heidegger tuvo que presentarse ante la comisión de desnazificación. Jaspers envió a dicha comisión un escrito en el que, por un lado reconocía ciertos errores de Heidegger, y por otro lo disculpaba en los puntos esenciales. Heidegger salió bien librado, y sólo se le impidió enseñar hasta 1950.
Jaspers no confrontó a Heidegger sobre el tema del nazismo hasta 1950. Heidegger no sólo no reconoció ningún tipo de responsabilidad, sino que quiso presentarse como víctima. Jaspers concluyó que era un caso perdido y cortó totalmente la comunicación.
Sin embargo, Arendt siguió escribiendo y viendo a Heidegger. En 1951 Arendt viajó a Alemania y se reunió con él. Conforme fueron transcurriendo los años 50, Heidegger fue recuperando prestigio con sus nuevos escritos, y Arendt siguió visitándolo cada vez que viajaba de Estados Unidos a Europa.
A diferencia de Jaspers , Arendt nunca confrontó a Heidegger en relación con su apoyo al nazismo. Ella sabía que Heidegger era políticamente peligroso, pero creía que su peligrosidad estaba alimentada por la misma pasión que inspiraba su pensamiento filosófico. El problema de Heidegger era el mismo que el de otros filósofos. Su pensamiento debía mantenerse alejado de los asuntos políticos, que son propiamente el campo de los estadistas y hombres de acción.
Una lección práctica de la República de Platón es que, cuando los filósofos tratan de convertirse en reyes, se corrompe su filosofía, o la política, o ambas.
( Mark Lilla, The Reckless Mind, Pag. 1 – 46 )
Comments:
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Un magnífico análisis sobre la filosofía de Heiddeger, su filo nazismo y su personalidad oscura, esta retratado en el libro de juan José Sebrelli "El olvido de la razón".
Dentro de mi ranking de filosofos ocupa un lugar privilegiado entre los charlatanes que mas ideas retrogradas le han aportado a nuestra época.
Celebro que lo denuncies. Un abrazo.
Dentro de mi ranking de filosofos ocupa un lugar privilegiado entre los charlatanes que mas ideas retrogradas le han aportado a nuestra época.
Celebro que lo denuncies. Un abrazo.
Gracias por el dato sobre el libro de Sebrelli.Para mí Heidegger es un logópata tautológico.Saludos.
El papel de estos charlatanes es dar un aura de respetabilidad a las ideas criminales. El nazismo recibió el respaldo de muchos intelectuales, igual que el comunismo.
Los reyes (tiranos) filósofos que se aprestan a reformar totalmente una sociedad, sus costumbres y hasta su religión, son los más tiránicos de todos. Las peores tiranías son las que se hacen en nombre del Bien Común.
Los reyes (tiranos) filósofos que se aprestan a reformar totalmente una sociedad, sus costumbres y hasta su religión, son los más tiránicos de todos. Las peores tiranías son las que se hacen en nombre del Bien Común.
El sueño del filósofo rey temporalmente a naúfragado. Con todo, el caso inverso del político que quiere convertirse en filósofo, que cree combinar acción y política. El representante más elocuente es Lenin.
Será todavía difícil sacar a Heidegger de su estatus de Santo en las escuelas de filosofía.
Será todavía difícil sacar a Heidegger de su estatus de Santo en las escuelas de filosofía.
Javier:Interesante lo de Lenin.Todavía peor es el caso de Stalin,que dirimía las controversias filosóficas y científicas en la URSS,supongo que lanzando una moneda.
Quise decir:
acción y contemplación.
De hecho, te has dado cuenta que los políticos 'progresistas' (cristianos o laicos' escriben más libros que sus colegas de Derecha.
El típico cristiano 'progresista' es Eduardo Frei padre, allá en la década del 60 y sus libros.
El político de derecha a lo más lo que escribe son memorias de su experiencia política. Él no pretende convertirse en un Marco Aurelio, como le gusta a Lagos, Cardoso y Gonzalez, respectivamente.
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acción y contemplación.
De hecho, te has dado cuenta que los políticos 'progresistas' (cristianos o laicos' escriben más libros que sus colegas de Derecha.
El típico cristiano 'progresista' es Eduardo Frei padre, allá en la década del 60 y sus libros.
El político de derecha a lo más lo que escribe son memorias de su experiencia política. Él no pretende convertirse en un Marco Aurelio, como le gusta a Lagos, Cardoso y Gonzalez, respectivamente.
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