April 10, 2007
Comentario : Buscando villanos
Cuando era más joven, la estupidez humana me irritaba. Ahora más bien me divierte. No sé si porque he crecido en sabiduría o en cinismo.
Me refiero a la manía de la gente de buscar villanos, sean o no culpables, cada vez que se enfrentan a una situación que no les gusta. Siempre tiene que haber un villano contra el cual descargar la ira. Después, podemos seguir con nuestra vida, aunque nada haya cambiado. Pondré dos ejemplos.
1. En Panamá se repite todos los años el mismo ritual por Cuaresma y Semana Santa. La gente se queja del alto precio del pescado. Parece que no se les ocurre pensar que si los compradores se multiplican por 100, ó 500, ó 1,000, y el pescado no aumenta en la misma proporción, los precios tienen que subir.
Yo estoy seguro de que cualquiera de los quejosos resolvería correctamente el siguiente problema. Supongamos que el quejoso está vendiendo una casa. ¿Cuándo obtendrá mejor precio, cuando tenga un solo comprador interesado o cuando tenga diez?
Entonces, ¿por qué no entiende el asunto del pescado? Yo pienso que probablemente lo entiende, pero como no le gusta, hay que ir a por el villano, que puede ser el vendedor, el pescador, o el gobierno. Si compra, es porque realmente no considera el precio demasiado alto. Las preferencias reales se manifiestan en las acciones, no en las palabras.
2. Otro ritual que se repite, este con más frecuencia, es cuando la gasolina alcanza ciertos precios. Hace unos días el precio promedio llegó más o menos a 3.15 dólares por galón. Yo estaba viendo un programa matinal de TV, y uno de los comentaristas, persona bastante acomodada, descargó su ira contra el villano Exxon Mobil, porque había ganado en 2006 38 billones de dólares, y eso era una barbaridad.
En realidad, ganó 39.5 billones, o un 10.15% de las ventas, un buen resultado para una compañía que en los últimos cinco años ganó un promedio de 5.34% de las ventas, lo que no es gran cosa. Supongamos que el precio promedio de la gasolina estuvo en 2.50 durante 2006. Esto significa, simplificando las cosas, que la compañía ganó 25 centavos por galón. Aunque redujéramos la ganancia a la mitad, sólo bajaríamos el precio de la gasolina en 12 centavos.
Otro punto interesante es que la compañía ganó 6.62 dólares por acción, pero sólo repartió dividendos por 1.40. Es decir, la compañía retuvo el 80% de las utilidades. ¿Por qué? Porque las necesita para desarrollar nuevas tecnologías petrolíferas y otras tecnologías para fuentes de energía alternativas.
Según el Instituto de Energía de Estados Unidos, el costo del petróleo explica el 85% del costo de la gasolina. Y da la casualidad que más del 90% del petróleo que se extrae es propiedad de compañías gubernamentales, no de las petroleras privadas. Por tanto, es una soberana estupidez culpar a estas últimas del alto precio de la gasolina. Sorprendentemente, nunca he escuchado a nadie culpar a la OPEP de nada.
Supongo que habrá alguien que pensará que no me importa pagar precios altos por la gasolina, o que tal vez soy accionista de Exxon Mobil. En cuanto a lo primero, prefiero pagar 1.50 que 3.00 dólares. En cuanto a lo segundo, no estoy loco para preferir un rendimiento del 2% en dividendos cuando puedo obtener 6% en mi banco. Pero no voy a
culpar a las petroleras privadas por la ineficiencia de las estatales.
Cuando era más joven, la estupidez humana me irritaba. Ahora más bien me divierte. No sé si porque he crecido en sabiduría o en cinismo.
Me refiero a la manía de la gente de buscar villanos, sean o no culpables, cada vez que se enfrentan a una situación que no les gusta. Siempre tiene que haber un villano contra el cual descargar la ira. Después, podemos seguir con nuestra vida, aunque nada haya cambiado. Pondré dos ejemplos.
1. En Panamá se repite todos los años el mismo ritual por Cuaresma y Semana Santa. La gente se queja del alto precio del pescado. Parece que no se les ocurre pensar que si los compradores se multiplican por 100, ó 500, ó 1,000, y el pescado no aumenta en la misma proporción, los precios tienen que subir.
Yo estoy seguro de que cualquiera de los quejosos resolvería correctamente el siguiente problema. Supongamos que el quejoso está vendiendo una casa. ¿Cuándo obtendrá mejor precio, cuando tenga un solo comprador interesado o cuando tenga diez?
Entonces, ¿por qué no entiende el asunto del pescado? Yo pienso que probablemente lo entiende, pero como no le gusta, hay que ir a por el villano, que puede ser el vendedor, el pescador, o el gobierno. Si compra, es porque realmente no considera el precio demasiado alto. Las preferencias reales se manifiestan en las acciones, no en las palabras.
2. Otro ritual que se repite, este con más frecuencia, es cuando la gasolina alcanza ciertos precios. Hace unos días el precio promedio llegó más o menos a 3.15 dólares por galón. Yo estaba viendo un programa matinal de TV, y uno de los comentaristas, persona bastante acomodada, descargó su ira contra el villano Exxon Mobil, porque había ganado en 2006 38 billones de dólares, y eso era una barbaridad.
En realidad, ganó 39.5 billones, o un 10.15% de las ventas, un buen resultado para una compañía que en los últimos cinco años ganó un promedio de 5.34% de las ventas, lo que no es gran cosa. Supongamos que el precio promedio de la gasolina estuvo en 2.50 durante 2006. Esto significa, simplificando las cosas, que la compañía ganó 25 centavos por galón. Aunque redujéramos la ganancia a la mitad, sólo bajaríamos el precio de la gasolina en 12 centavos.
Otro punto interesante es que la compañía ganó 6.62 dólares por acción, pero sólo repartió dividendos por 1.40. Es decir, la compañía retuvo el 80% de las utilidades. ¿Por qué? Porque las necesita para desarrollar nuevas tecnologías petrolíferas y otras tecnologías para fuentes de energía alternativas.
Según el Instituto de Energía de Estados Unidos, el costo del petróleo explica el 85% del costo de la gasolina. Y da la casualidad que más del 90% del petróleo que se extrae es propiedad de compañías gubernamentales, no de las petroleras privadas. Por tanto, es una soberana estupidez culpar a estas últimas del alto precio de la gasolina. Sorprendentemente, nunca he escuchado a nadie culpar a la OPEP de nada.
Supongo que habrá alguien que pensará que no me importa pagar precios altos por la gasolina, o que tal vez soy accionista de Exxon Mobil. En cuanto a lo primero, prefiero pagar 1.50 que 3.00 dólares. En cuanto a lo segundo, no estoy loco para preferir un rendimiento del 2% en dividendos cuando puedo obtener 6% en mi banco. Pero no voy a
culpar a las petroleras privadas por la ineficiencia de las estatales.
Comments:
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Mirá... en esta visita solo paso a saludarte, porque en cuanto a los argumentos no tengo nada que añadir. Son demoledores por todo lado.
Que estés bien.
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