June 01, 2007

 
Conversando con Mart Laar

Por Ramón Barreiro, de la Fundación Libertad de Panamá

Gracias a la invitación para hablar en el CADE ( Conferencia Anual de Ejecutivos de Empresa), tuvimos la dorada oportunidad de oír y departir con Mart Laar, quien fuera el primer presidente de la nueva Estonia, después de desintegrada la Unión Soviética. Con nada que perder, el nuevo gobierno optó por tomar medidas verdaderamente revolucionarias para salir adelante.
Entre esas reformas es más conocida la adopción de un sistema fiscal de tasa única (flat tax). Para oír más sobre el milagro de Estonia, el presidente de la Fundación Libertad, Roberto Brenes y Mart Laar conversaron frente a una cámara por 27 minutos. He aquí lo más importante de esa conversación.
¿Es Mart Laar un economista importante o un financista experto? La gran inspiración de las reformas estonianas vienen de la historia. Laar es un historiador y el estudio de las experiencias en materia fiscal del pasado distante y reciente le demostró que sistemas impositivos complejos y cundidos de excepciones nunca han funcionado, amén que son un foco importante de corrupción.
Estonia apostó a que un sistema simple no solo sería más fácil de administrar sino que incentivaría a la gente a pagar; y así sucedió. Lo más impactante del simple sistema estonio es que no da cabida a exoneraciones ni privilegios, con lo que eliminaron (o mejor dicho, nunca se pusieron) requisitos, permisos, licencias y certificaciones con que todo sistema de excepción se administra y con ello la burocracia que nos mata.
Esta desaparición de trámites y requisitos mayormente inútiles ha causado en Estonia una fuerza liberadora de las ambiciones y energías ciudadanas con lo que implícitamente se introducen actitudes pro-ciudadano, pro-competencia y pro-empresarialismo. En pocos años esta nación con un tercio del territorio de Panamá y con la mitad de los ciudadanos, pasó de ser un apéndice olvidado de la megamafia Soviética, a ser el país número 19 en calidad institucional en el mundo. De allí que no sorprende que Estonia sea la cuna de iniciativas empresariales como Skype -el sistema telefónico por Internet- y que sus empresarios navales, que hace poco no tenían nada, hoy controlen buena parte del comercio marítimo en el Báltico oriental.
Es difícil decir algo así de América Latina ni contando cien años para atrás.Mucho se dice ahora del éxito económico de Estonia pero poco sobre la transición política que hizo posible la plataforma de su programa de gobierno. Mart Laar nos conversa sobre el deplorable estado en que dejan los soviéticos el país y cómo la nueva nación se va vertebrando alrededor de un sistema jurídico que retoman de sus anteriores leyes.
Basados en el modelo alemán, el sistema legal y jurídico anterior a 1940 rápidamente se adecua a las necesidades del nuevo estado no solo garantizando e inspirando un respeto por los derechos, cosa nunca vista en la vieja Unión Soviética. Pero además un sistemático y pulcro proceso contra la corrupción y los corruptos, comunistas o no, el cual produjo muchas y ejemplares condenas dentro de procesos judiciales formales y transparentes.
A pesar del éxito y la importancia del Estado de Derecho, Mart Laar acepta que el pleno desarrollo de las instituciones jurídicas “no es una carrera corta”.Una de las grandes ironías del éxito de Estonia fue y ha sido la oposición abierta de las IFIS a las reformas. Más de una vez durante la conversación Mart reiteró la oposición abierta y deliberada del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial a su programa. A pesar de ello Estonia siguió adelante.
Por esa misma razón a Mart Laar no le preocupa hoy la posición de la Comunidad Económica Europea sobre sus bajos niveles de impuesto. Tampoco le preocupa, como a Roberto Brenes, los anhelos de la burocracia Comunitaria en Bruselas, quienes ven en subir los impuestos la venganza de la de los grandes gobiernos europeos, gordos e ineficientes. Mart Laar es optimista y afirma que la mayoría de los gobiernos creen en la competencia tributaria (tax competition) en buena parte inspirado por Estonia. Según él, muchos gobiernos ahora buscan adoptar sistemas simples y bajos, empezando por sus vecinos Finlandia y Georgia. Pronto el sistema de “flat tax” será realidad en la República Checa y Mart Laar no descarta que el nuevo gobierno francés se mueva en esa dirección.
Pareciera que la fórmula es optimismo, contagio y atacar a la gran burocracia en vez de defenderse de ella.¿Y qué dice Laar sobre la América Latina? Sonreído por el comentario de su interlocutor de que América Latina es el “continente del futuro… y siempre lo será” Laar ofrece un consejo y un comentario final. “He recorrido muchos países y visto personas distintas; todos somos iguales”. Lo que necesitamos son reglas simples y claras; si se privilegia la iniciativa privada, “se pueden tener nuevos Bill Gates en un garaje pronto”. Hasta aquí el consejo. El comentario, agudo y vergonzante, también es sencillo. “Ustedes latinos”, ya saben qué hacer, pero tienen que “bajarlo de su cabeza a su corazón”.

Comments:
Bachelet viajó a los países Escandinavos a recoger su experiencia, sim embargo a sus asesores no se les ocurrió recomendarle que visitara Estaonio o Irlanda. ¿Será porque esos países aplicaron la receta liberal que no les gusta a los socialistas: menos impuestos, estado chico, pero fuerte?
 
Javier. Seguro. Pero incluso en los países escandinavos se puede aprender algo, sobre todo qué es lo que no se debe hacer.

Yo he escrito varias veces sobre el mito de Suecia comparado con la realidad. Lo malo es que los mitos, una vez creados, suelen tener una notable longevidad.
 
Pienso que es pura negligencia dolosa de nuestros gobernantes saber cómo en otros países progresan mientras nos entretienen con estériles luchas políticas.

Y esa negligencia debe ser desenmascarada y denunciada como tal. Debería ser delito por incumplimiento de labores a la patria. De hecho yo los veo como una especie de traidores.

Otra cosa: ¿cuando pones etiquetas? Me cuesta muchísimo encontrar post viejos viejos... pero buenos buenos... : ).

Saludos.
 
Rigo: El problema en AL es que la gran mayoría de la población piensa igual que los políticos. Todo el mundo piensa que el Estado debe meterse en todo. Si observas el lenguaje corporal y el tono de voz cuando se pronuncia la palabra "Estado", verás que se hace como si fuera un ser sobrenatural. Así que los liberales tenemos tarea para rato.

En el otro asunto, pense en utilizar etiquetas, pero no sé por qué la tarea se me está quedando sin hacer. Probablemnte porque la búsqueda por palabra clave me ha funcionado bien hasta ahora. Pero no dudo que las etiquetas son una mejora interesante.
 
Desmitificar...

Sería interesante hacer un programa como el que tiene Discovery Channel que se llama "Mithbusters", pero dedicado a desmitificar al estado. Hay que hacerlo de manera que todo el mundo entienda y hay que pasarlo por internet.

¿No te parece?
 
Rigo: Me parece una excelente idea. Hasta donde sé, Alberto Mansuetti y su grupo están preparando documentos multimedia, así como historietas ilustradas de contenido libertario. Efectivamente, esta es la forma de llegar a la población en general.
 
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