July 29, 2007
Conversando con Isaiah Berlin : Filosofía e historia de las ideas
· Hay historias de la filosofía que arrojan poca luz sobre el tema porque se limitan a exponer que Descartes dijo esto, Spinoza dijo aquello, y Hume pensó que ambos estaban equivocados. Esto es bastante aburrido. A menos que usted haya dedicado bastante tiempo a los problemas filosóficos, probablemente no pueda afirmar ni siquiera que existe la filosofía.
· Para escribir una buena e iluminadora historia de la filosofía, uno debe tratar, en la medida de lo posible, de ver dichos problemas “desde dentro”. Uno debe entrar imaginativamente dentro del mundo mental de los filósofos que está discutiendo.
· Mi interés no ha estado centrado principalmente en las ideas filosóficas, sino en las políticas, sociales y artísticas.
· Un intelectual es una persona que quiere que las ideas sean lo más interesantes posible. A menos que las ideas que usted discute sean interesantes para usted, la historia de las ideas será un catálogo mecánico de doctrinas no examinadas, terriblemente aburrido e irreal. Yo estoy interesado en ciertas ideas. Si usted está interesado en las ideas, y estas le importan, se interesará también en la historia de dichas ideas, porque las ideas no son mónadas, no nacen en el vacío, se relacionan con otras ideas, creencias y formas de vida, y son parte de lo que se llama el “clima intelectual”.
· Hay ciertas materias que avanzan por acumulación; esto es progreso. Si usted es químico, no necesita estudiar a Lavoisier. La filosofía es diferente. No avanza en ese sentido. No podemos decir que hemos avanzado más allá de Platón y Aristóteles y que ya no necesitamos leerlos. Las preguntas que se hizo Platón todavía nos las hacemos hoy. Las preguntas que se hacían Herder y Vico todavía son debatidas en la actualidad.
· Las grandes ideas, teorías e instituciones han permanecido como las ideas centrales de la filosofía. Tienen cierta vida propia que es transhistórica. Algunos no están de acuerdo. Dicen que sólo podemos entender las ideas en términos del ambiente histórico en que nacieron. Hay cierta verdad en esto, pero sólo parcialmente.
· ¿Cuánto sabemos sobre Atenas, la mentalidad o forma de vida, en los días de Sócrates, Platón o Jenofonte? No sabemos cómo eran las calles, qué alimentos les gustaban, cómo sonaba su lenguaje, qué apariencia tenían. No conocemos detalles de la vida familiar, las relaciones de los libres con los esclavos, de los ricos con los pobres; en comparación con lo que sabemos de los siglos más recientes, somos realmente ignorantes. Y sin embargo, las ideas de Platón significan algo, o mucho, para nosotros.
· Las grandes ideas sobreviven a pesar de nuestra ignorancia sobre detalles materiales e históricos del mundo en que nacieron. Sin embargo, también hay ideas políticas, morales y sociales que perecen junto con las sociedades que las crearon.
(Conversations with Isaiah Berlin, Charles Scribner’s Sons, 1991, Pag. 23-26 )
· Hay historias de la filosofía que arrojan poca luz sobre el tema porque se limitan a exponer que Descartes dijo esto, Spinoza dijo aquello, y Hume pensó que ambos estaban equivocados. Esto es bastante aburrido. A menos que usted haya dedicado bastante tiempo a los problemas filosóficos, probablemente no pueda afirmar ni siquiera que existe la filosofía.
· Para escribir una buena e iluminadora historia de la filosofía, uno debe tratar, en la medida de lo posible, de ver dichos problemas “desde dentro”. Uno debe entrar imaginativamente dentro del mundo mental de los filósofos que está discutiendo.
· Mi interés no ha estado centrado principalmente en las ideas filosóficas, sino en las políticas, sociales y artísticas.
· Un intelectual es una persona que quiere que las ideas sean lo más interesantes posible. A menos que las ideas que usted discute sean interesantes para usted, la historia de las ideas será un catálogo mecánico de doctrinas no examinadas, terriblemente aburrido e irreal. Yo estoy interesado en ciertas ideas. Si usted está interesado en las ideas, y estas le importan, se interesará también en la historia de dichas ideas, porque las ideas no son mónadas, no nacen en el vacío, se relacionan con otras ideas, creencias y formas de vida, y son parte de lo que se llama el “clima intelectual”.
· Hay ciertas materias que avanzan por acumulación; esto es progreso. Si usted es químico, no necesita estudiar a Lavoisier. La filosofía es diferente. No avanza en ese sentido. No podemos decir que hemos avanzado más allá de Platón y Aristóteles y que ya no necesitamos leerlos. Las preguntas que se hizo Platón todavía nos las hacemos hoy. Las preguntas que se hacían Herder y Vico todavía son debatidas en la actualidad.
· Las grandes ideas, teorías e instituciones han permanecido como las ideas centrales de la filosofía. Tienen cierta vida propia que es transhistórica. Algunos no están de acuerdo. Dicen que sólo podemos entender las ideas en términos del ambiente histórico en que nacieron. Hay cierta verdad en esto, pero sólo parcialmente.
· ¿Cuánto sabemos sobre Atenas, la mentalidad o forma de vida, en los días de Sócrates, Platón o Jenofonte? No sabemos cómo eran las calles, qué alimentos les gustaban, cómo sonaba su lenguaje, qué apariencia tenían. No conocemos detalles de la vida familiar, las relaciones de los libres con los esclavos, de los ricos con los pobres; en comparación con lo que sabemos de los siglos más recientes, somos realmente ignorantes. Y sin embargo, las ideas de Platón significan algo, o mucho, para nosotros.
· Las grandes ideas sobreviven a pesar de nuestra ignorancia sobre detalles materiales e históricos del mundo en que nacieron. Sin embargo, también hay ideas políticas, morales y sociales que perecen junto con las sociedades que las crearon.
(Conversations with Isaiah Berlin, Charles Scribner’s Sons, 1991, Pag. 23-26 )