July 15, 2007
Conversando con Isaiah Berlin : Oxford en los 1930s
· En Oxford no llegué a conocer al tipo de intelectual interesado en todo tipo de ideas o defensor apasionado de todo tipo de ideas políticas, sociales o estéticas, con seguidores y oponentes. Conocí a este tipo de personas después de terminar la universidad.
· Cuando era estudiante había socialistas, liberales y conservadores. Pero la mayoría éramos apolíticos. Posteriormente hubo radicales y comunistas. Pero nada parecido al París de la postguerra, con Merleau-Ponty o Sartre. Nosotros éramos liberales. Odiábamos a Mussolini, Franco, Stalin, Hitler, y otros dictadores menores.
· No quiero dar la impresión de que fuéramos políticamente pasivos. Éramos antifascistas. Pero no teníamos una visión política más allá de un apoyo general a los movimientos liberales y a las fuerzas progresivas.
· James Meade fue el más puro liberal que conocí. Era más o menos de mi edad. Siempre creí que en un caso de crisis, sí seguía su ejemplo, nunca haría nada inadecuado y siempre estaría en el campo moral correcto.
· No había en Inglaterra ningún filósofo que ejerciese una influencia general sobre el público similar a la de Bergson en Francia o Croce en Italia.
· Nunca me sentí atraído por el marxismo ni por el régimen soviético, pese a que mis padres no habían sido perseguidos. Pero tenía recuerdos del régimen que no eran agradables. Uno o dos conocidos nuestros fueron asesinados a inicios de 1918, y nunca supimos por qué. Mucha gente fue asesinada por razones que nunca fueron reveladas excepto en términos generales como “enemigos de la Unión Soviética”, “especuladores”, “contrarrevolucionarios”, “defensores de la burguesía”, y similares.
( Conversations with Isaiah Berlin, Charles Scribner´s Sons, 1991, Pag. 6-7 )
· En Oxford no llegué a conocer al tipo de intelectual interesado en todo tipo de ideas o defensor apasionado de todo tipo de ideas políticas, sociales o estéticas, con seguidores y oponentes. Conocí a este tipo de personas después de terminar la universidad.
· Cuando era estudiante había socialistas, liberales y conservadores. Pero la mayoría éramos apolíticos. Posteriormente hubo radicales y comunistas. Pero nada parecido al París de la postguerra, con Merleau-Ponty o Sartre. Nosotros éramos liberales. Odiábamos a Mussolini, Franco, Stalin, Hitler, y otros dictadores menores.
· No quiero dar la impresión de que fuéramos políticamente pasivos. Éramos antifascistas. Pero no teníamos una visión política más allá de un apoyo general a los movimientos liberales y a las fuerzas progresivas.
· James Meade fue el más puro liberal que conocí. Era más o menos de mi edad. Siempre creí que en un caso de crisis, sí seguía su ejemplo, nunca haría nada inadecuado y siempre estaría en el campo moral correcto.
· No había en Inglaterra ningún filósofo que ejerciese una influencia general sobre el público similar a la de Bergson en Francia o Croce en Italia.
· Nunca me sentí atraído por el marxismo ni por el régimen soviético, pese a que mis padres no habían sido perseguidos. Pero tenía recuerdos del régimen que no eran agradables. Uno o dos conocidos nuestros fueron asesinados a inicios de 1918, y nunca supimos por qué. Mucha gente fue asesinada por razones que nunca fueron reveladas excepto en términos generales como “enemigos de la Unión Soviética”, “especuladores”, “contrarrevolucionarios”, “defensores de la burguesía”, y similares.
( Conversations with Isaiah Berlin, Charles Scribner´s Sons, 1991, Pag. 6-7 )