October 19, 2007

 
La rebelión de Atlas

Por Marissa Krienert, de la Fundación Libertad de Panamá

( Artículo publicado recientemente en el diario La Prensa)

El 10 de octubre de 1957 se publicó La rebelión de Atlas, una glorificación del derecho de los individuos a vivir por completo en función de sus propios intereses, obra creada por Ayn Rand. Acabamos entonces de conmemorar los 50 años de esta influyente obra.

Para muchos La rebelión de Atlas es un homenaje a la avaricia. La obra fue rechazada tanto por izquierdistas como por conservadores, la derecha vio una ausencia de Dios y la izquierda un claro mensaje, "la avaricia es buena". Para otros, la obra les muestra que no hay conflicto entre la ambición privada y el beneficio público.
Para Alan Greenspan, ex presidente de la Reserva Federal, La rebelión de Atlas "es una celebración de la vida y la felicidad. La justicia es perseverante. Los individuos creativos y el propósito firme y la racionalidad permiten alcanzar la felicidad y la realización. Los parásitos que evitan persistentemente tener propósitos firmes o cultivar la razón perecen, tal como deberían".

En la obra, Ayn Rand expresa su filosofía: "Mi filosofía, en esencia, es el concepto del hombre como un ser heroico, con su propia felicidad como el propósito moral de su vida, con la productiva realización como su más noble actividad, y con la razón como su único absoluto".

El concepto del hombre como ser heroico, es una visión de la capacidad de los hombres por alcanzar grandes cosas. Rand sostiene que la felicidad es un estado emocional que resulta de alcanzar valores y bienes objetivos. Esos valores cuyos significados solo pueden ser identificados por la razón, el motivo, y que no pueden ser alcanzados sin virtudes como la independencia, integridad, honestidad, justicia, productividad y orgullo.

Ayn Rand sostiene que el concepto "valor" depende del concepto "vida" y sólo tiene significado en el contexto de que la vida sea el más alto valor. Lo que nos diferencia de los animales, es que el hombre es un ser racional, pero la racionalidad es cuestión de elección y la alternativa que la naturaleza nos ofrece es ser un ser racional o un animal suicida.
El hombre tiene que ser hombre por elección; él debe llevar su vida como un valor, por elección; él debe aprender a mantenerla, por elección; el debe descubrir los valores que requiere y practicar sus virtudes, por elección.

Cada persona debe adoptar su vida como su más preciado valor y escoger el descubrir el camino para alcanzarlo. Alguien que no persiga la vida de esta forma, no tiene valores.

La autora identifica tres valores básicos: la razón, propósito y autoestima con las correspondientes virtudes de racionalidad, productividad y orgullo. La razón, es nuestro motivo de supervivencia, la racionalidad es la aceptación del motivo como la única fuente de conocimiento y guía a la acción. La racionalidad requiere que la persona actúe con independencia y se mantenga firme en sus actos (integridad).

La filosofía desarrollada por Rand, el objetivismo, rechaza el sacrificio personal y la renuncia. Ella promueve que el hombre debe vivir por sí mismo y vivir sus vidas como sus máximos valores y vivirla por medio de la libertad individual, confianza en sí mismo, integridad, racionalidad y productividad.

Rand sostiene que los individuos son libres de perseguir sus metas. Esta libertad requiere que todas las relaciones humanas se den de manera voluntaria, que el consentimiento mutuo defina las características de una sociedad. Económicamente, las personas son libres de producir e intercambiar como así lo consideren las partes, con una completa separación del Estado como ente regulador.

La supervivencia requiere un compás lleno de propósitos, con todos los objetivos de cada uno integrados en un propósito central productivo. La productividad es la aplicación del motivo para la creación de bienes y servicios necesarios para vivir. Para definir y alcanzar propósitos racionales, una persona debe contar con ciertas competencias, además debe tener autoestima. Se requiere de la virtud del orgullo, un compromiso de vivir con los más altos estándares racionales, que es lo que Ayn Rand llamó la "ambición moral".

Los bienes que cada individuo busca de la sociedad son valiosos sólo en la medida que signifiquen algo para su propia realización y estos bienes existen sólo porque alguien los ha creado para mejorar su propia vida. La sociedad debe organizarse de tal forma que deje a cada hombre ser libre para crear y disfrutar los bienes que su vida requiere. Para eso se necesita de la identificación de derechos y el derecho fundamental del hombre es el derecho de vivir. El derecho de vivir su propia vida, el derecho de la libertad y el derecho de la propiedad.
Rand incluye dentro de su filosofía que el sistema político económico ideal es el capitalismo laissez faire (dejar hacer). Este es un sistema donde los hombres se relacionan entre ellos, no como víctimas, no como amos y esclavos, sino como comerciantes, por su propia voluntad de intercambiar bienes y servicios en beneficio mutuo. La función del Gobierno debe ser proteger estos derechos e intercambios justos por medio de la eliminación de las barreras que prohíban su libre ejercicio.

Ayn Rand fue una gran promotora de los derechos de los individuos, los cuales protegen la soberanía del individuo como la finalidad del ser; y el capitalismo, como el único sistema que permite a las personas vivir juntas en paz, como personas independientes e iguales, por medio del intercambio voluntario de bienes y servicios.

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