November 21, 2007

 
Grandes economistas austriacos : Carl Menger

Menger fue el fundador de la Escuela Austriaca de economía, como ha sido reconocido por Schumpeter, Mises, Hayek y Rothbard.

Menger estudió derecho, pero luego se inclinó por la economía. En 1871 publicó su famoso libro “Principios de economía”. En 1879 fue nombrado profesor de Economía Política en Viena. En 1883 publicó “Investigaciones sobre el método de las ciencias sociales”. Menger atrajo una buena cantidad de brillantes discípulos, entre los que destacan Böhm-Bawerk y Wieser.

Menger se retiró de su cátedra en 1903, y no público nada realmente importante hasta su muerte en 1921.

Menger se propuso reconstruir la economía clásica sobre bases firmes, haciendo descansar la teoría del precio y la teoría monetaria sobre la elección de los consumidores; además se propuso reparar la superestructura solucionando la contradicción entre la teoría del precio y la de la distribución.

Menger reconoció que en el centro de una teoría del precio basada en la realidad está la acción humana; por ello, estudió dicha acción en la medida que trata de satisfacer sus deseos, y dedujo las implicaciones correspondientes.

Para Menger, los bienes son los elementos del mundo externo necesarios para la satisfacción de las necesidades y sobre los que opera la acción humana. Estableció una especie de pirámide con diferentes niveles, en cuya base están los bienes de consumo. Si tomamos el ejemplo del pan, tendríamos lo siguiente. Primer nivel: el pan. Segundo nivel: harina, hornos y panaderos. Tercer nivel: trigo, molino y molineros. Y así sucesivamente.

El análisis de Menger acaba con la teoría clásica de los costos de producción. El carácter económico de los bienes de primer nivel no se explica por el de los niveles siguientes sino al revés. Es obvio que con los bienes de nivel alto se puede producir cosas totalmente inútiles para el consumidor.

Los economistas clásicos no se dieron cuenta de que el objetivo de la acción humana no son las clases enteras de bienes sino cantidades específicas de los mismos. Por ello, eliminaron de su análisis el valor de uso. Pero Menger reconoció fácilmente el significado profundo del concepto de la unidad marginal para la teoría económica.

Menger demostró que el deseo de un bien es una serie de deseos de una unidad definida del bien, a los que el individuo asigna diferentes grados de importancia dado que está afectado por la escasez. Sólo las unidades específicas de un bien son relevantes para la elección humana. Por tanto, el valor de los bienes es, por naturaleza, enteramente subjetivo.

Menger analizó la bifurcación efectuada por los economistas clásicos entre la teoría del precio y la de la distribución, es decir, entre el precio de los bienes de consumo y el de los factores de producción. Como Menger explicó : “Si el valor de los bienes de nivel más alto depende del valor esperado de los bienes del nivel más bajo que ayudan a producir”, entonces el costo de producción no puede determinar los precios de los bienes de consumo, porque los costos están determinados en última instancia por dichos precios.

Menger observó que el proceso de producción está sujeto a la incertidumbre debido al tiempo que transcurre entre la producción y la venta. Para él, la función más importante del emprendedor es anticipar las necesidades futuras, estimar su importancia relativa y adquirir el conocimiento tecnológico necesario. Sin la anticipación y el conocimiento tecnológico sería imposible la distribución racional de recursos.

Otras funciones del emprendedor incluyen el “cálculo económico”, que comprende los cálculos necesarios para asegurar la eficacia técnica del proceso de producción. Además, la asignación de los bienes de producción al proceso productivo. Finalmente, la supervisión de la ejecución del plan de producción de modo que se lleve a cabo en la forma más económica posible.


Los economistas clásicos atribuyeron los intercambios a una innata proclividad de los seres humanos. Por su parte, Menger argumentó que las personas intercambiarían bienes en la medida en que el valor que uno recibe sea superior al que uno entrega, es decir, en la medida en que las dos partes que intercambian valoran los bienes que intercambian en orden inverso.

El cese del intercambio implica que ambas partes han agotado los beneficios mutuos del comercio. Estos beneficios consisten en la oportunidad de cada uno de satisfacer necesidades más importantes después del intercambio en relación con las que podían satisfacer en el estado inicial.

La explicación de Menger sobre cómo se determinan los precios se deriva naturalmente de su teoría del intercambio. La emergencia del precio coincide no sólo con la consumación del proceso de intercambio sino con el logro de un momentáneo estado de descanso por las partes envueltas en el intercambio. El estado de descanso cambiará tarde o temprano en la medida en que compradores y vendedores valoren los bienes en forma inversa.

Menger escribió los “Principios” como la primera parte de un tratado que nunca llegó a completar. Por ello, no incluye una descripción explícita y detallada de los precios de los factores de producción. Esta es una tarea que fue completada por Böhm-Bawerk, quien explicó los precios de los factores en forma consistente con la explicación de Menger de los precios de los bienes de consumo por la ley de la utilidad marginal.

Al completar la teoría mengeriana del proceso de los precios, la teoría del emprendedor y el cálculo monetario se integran finalmente con la elección del consumidor en una teoría general de la acción humana.

( 15 Great Austrian Economists, Pag. 71-100. El capítulo sobre Menger se debe a Joseph T. Salerno )

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