December 05, 2007

 
Grandes economistas austriacos : Ludwig von Mises

Mises inició estudios en la universidad de Viena comenzando el siglo XX. En sus primeros años fue izquierdista e intervencionista, aunque rechazó el marxismo rápidamente. En 1903 leyó los “Principios de economía” de Carl Menger, y en 1906 recibió su doctorado. Pero no pudo conseguir una posición de profesor universitario.

La posición más importante de Mises, entre 1909 y 1934, fue la de economista en la Cámara de Comercio de Viena. Desde esta posición asesoró a los gobiernos y ganó varias batallas a favor del libre mercado.

En 1903 el economista Karl Helfferich presentó un reto a la Escuela Austriaca. Para todos los bienes y servicios, el valor y la demanda lógicamente preceden y determinan el precio. Pero el valor del dinero, aunque determinado por la demanda, también es anterior a ella. De hecho, la demanda de dinero presupone que ya tiene un valor y un precio. La explicación causal del valor del dinero parece fundamentarse en un razonamiento circular.

Mises comenzó a atacar el problema en 1906. Finalmente lo resolvió a través del teorema de la regresión. Mises se basó en el origen del dinero a través del intercambio. El círculo consiste en que en un día N, el valor del dinero se determina por la oferta y demanda de dinero. Pero la demanda depende del poder de compra en el día N-1. Mises demostró que la regresión no es infinita. Siempre hay un primer día en que una mercancía es utilizada como dinero, mientras que el día anterior era utilizada como cualquier otra mercancía. Así se rompe el círculo.

En 1912 Mises públicó su primera obra importante, “Teoría del dinero y el crédito”. Basando su análisis en la acción individual, mostró las falacias de la teoría cuantitativa ortodoxa. Un aumento en la cantidad de dinero reduce el poder de compra de la unidad monetaria, pero lo hace cambiando los ingresos y precios relativos. Mises no sólo integró la teoría del dinero con la teoría austriaca del valor, sino que transformó la teoría monetaria, de una concentración poco realista sobre relaciones mecánicas entre agregados a una consistente con la teoría de la elección individual.

Además Mises retomó la idea de Ricardo de que, pese a que el dinero es una mercancía sujeta a la determinación del valor por la oferta y la demanda, se diferencia en un aspecto crucial. En principio, un aumento de oferta de bienes de consumo eleva los niveles de vida. Pero un aumento en la cantidad de dinero no los eleva. Los primeros que reciben el nuevo dinero se benefician a expensas de quienes lo reciben más tarde y de quienes no lo reciben en absoluto, que son quienes viven de ingresos fijos. La inflación monetaria es un impuesto a favor del gobierno y los grupos favorecidos, y en contra del resto. Cualquier aumento del dinero, estimulado por el gobierno, es pernicioso.

Mises desarrolló una idea del economista checo Franz Cuhel, según la cual, dado que la utilidad marginal es enteramente subjetiva, es de carácter ordinal, y por tanto no se puede sumar, restar, medir, ni comparar con entre personas. Mises concluyó que el concepto de “utilidad total” no tiene sentido.

Si esta teoría hubiera sido comprendida por los economistas nos hubiéramos ahorrado la discusión de los textos de Microeconomía sobre las “utilidades”, entidades inexistentes sujetas a la medición y manipulación matemática.

Sobre la base de su teoría del dinero y la banca, Mises comenzó a desarrollar la que sería su famosa teoría del ciclo. Mises se basó en tres elementos preexistentes: el modelo expansión-contracción de la Currency School, la diferenciación entre las tasa de interés “natural” y bancaria de Knut Wicksell, y la teoría del capital e interés de Böhm-Bawerk.

Mises integró los diversos análisis y mostró que cualquier crédito bancario inflacionario, al inyectar más dinero a la economía y reducir las tasas de interés de los préstamos a negocios por debajo del nivel del libre mercado, inevitablemente causa inversiones equivocadas en las industrias de bienes de capital. Cuanto mayor sea el período de expansión, mayores serán las malas inversiones, y mayor la necesidad de liquidarlas.

Cuando termina o se reduce significativamente la expansión del crédito, queda claro que se realizaron inversiones equivocadas. Para Mises la recesión es el proceso natural y necesario que liquida las inversiones equivocadas y devuelve la salud a la economía. La intervención del gobierno para combatir la recesión sólo logra prolongarla.

En 1919 Mises defendió que los planificadores socialistas, al no tener un sistema de precios para los medios de producción, no podrían calcular los costos, rentabilidad o productividad de los mismos y tampoco podrían asignarlos racionalmente. Por consiguiente, tampoco podrían satisfacer las necesidades de los consumidores.

La polémica se desarrolló en los siguientes veinte años. A finales de los años 30, economistas socialistas como Oskar Lange y Abba P. Lerner creyeron haber solucionado el problema, primero a través de la economía matemática, y luego instruyendo a las unidades económicas socialistas a funcionar “como si” existiera el mercado.

Mises amplió su doctrina en su libro “Socialismo” de 1922 y en “Acción humana” de 1949. En los años 40 la opinión convencional era que Lange y Lerner tenían razón. Sin embargo, al final quedó en evidencia que el que estaba en lo correcto era Mises.

Otro tema que estudió Mises en los 1920s fue el de la intervención estatal en la economía. Según Mises el Estado, no sólo no resuelve ningún problema, sino que agrava los ya existentes. La única política económica apropiada es el liberalismo, que Mises explicó en su libro “Liberalismo” de 1927.

En 1933 publicó “Los problemas epistemológicos de la economía”. Mises defendió un método axiomático o apodíctico, partiendo de principios evidentes. Según él, los eventos históricos son heterogéneos, no repetibles, y son el resultado de causas complejas.

Entre 1920 y 1934 Mises dirigió un seminario privado sobre economía, dos viernes al mes, de siete a diez de la noche. El seminario se convirtió en un evento extraordinario en Europa, y se consideraba como un gran honor el que alguien fuera invitado a participar.

En 1934 Mises se trasladó a Ginebra para ser profesor de Relaciones Económicas Internacionales, puesto que ocupó hasta 1940. Fueron años muy productivos y en 1940 publicó su tratado “Economía”, que fue el germen de “La acción humana”.

En 1940 se trasladó a New York. Entre 1941 y 1944 recibió apoyo económico del National Bureau of Economic Research y publicó dos libros, “Gobierno omnipotente” y “Burocracia”.

En 1949 la universidad de New York lo contrató como profesor visitante permanente. Allí dirigió su famoso seminario los jueves por la noche, hasta que se retiró a los 87 años. El mismo año publicó su gran obra “La acción humana: Un tratado de economía”.

En 1957 público su última gran obra “Teoría e historia”. En ella explica la relación entre la teoría económica y la historia humana, y critica el marxismo, el historicismo y otras formas del cientifismo.

Mises jugó un papel importante en la Mont Pelerin Society en sus primeros años. Luego se desilusionó por su estatismo y sus errores económicos. Y aunque Mises y Hayek mantuvieron relaciones cordiales hasta el final, Mises no estuvo feliz con el cambio de Hayek hacia posiciones cercanas al empirismo lógico y el neopositivismo, y su alejamiento de la praxeología y el individualismo metodológico. Mises nunca aceptó la posición de Hayek de que el “Welfare state” es compatible con la libertad.

Después de dos años en que su salud se fue deteriorando, Mises, uno de los gigantes del siglo XX, murió en 1973 a los 92 años.

( 15 Great Austrian Economists, Pag. 143-165. Capitulo redactado por Murray N. Rothbard )

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