January 13, 2008
Julian L. Simon: El sistema de subasta en la sobreventa de boletos aéreos
Hasta 1978, los viajeros que eran excluidos de los vuelos pese a tener reserva y boletos pagados constituían un gran problema para las líneas aéreas. Estas proclamaban que no vendían intencionalmente, pero a la vez circulaban entre sus empleados instrucciones detalladas para manejar los casos generados por las sobreventas.
El problema se alimentaba a sí mismo. Para asegurarse el vuelo, los viajeros comenzaron a hacer múltiples reservas en diferentes vuelos bajo diferentes nombres. Y esto llevó a las líneas aéreas a sobrevender cada vez más.
Simon cuenta que en 1965 o 1966, en una fiesta, escuchó el relato de alguien que había sido sacado del avión y que tuvo que aguantar una demora larga y costosa.
En los días siguientes, Simon ideó un sistema de solución al problema, que denominó como subasta invertida. En este esquema, la línea aérea debía pedir a cada dueño de boleto que escribiera la cantidad más baja que estaba dispuesto a aceptar por esperar el siguiente vuelo. La línea aérea entonces seleccionaría los viajeros suficientes para eliminar el efecto de la sobreventa, comenzando por quien hubiera ofrecido la cantidad más baja.
En 1966 y 1967 Simon escribió a todas las líneas aéreas sugiriendo su propuesta. El rango de repuestas incluyó la negativa educada, la negación de la sobreventa, la afirmación de que el sistema no funcionaría, y la burla pura y simple.
La Civil Aeronautic Board no mostró ningún interés. En 1968 Simon logró publicar su propuesta en el Journal of Transport Economics and Policy. Posteriormente ofreció evidencia empírica de que el sistema podía funcionar, utilizando la técnica de las preguntas hipotéticas.
En todas las discusiones, Simon insistió en que su idea no debía ser evaluada en abstracto, sino que había que llevar a cabo un experimento real. Pero no pudo convencer a ninguna aerolínea. Los ejecutivos le dijeron que nadie que no estuviera en el negocio podía comprender sus problemas.
Sin embargo, en 1977 Alfred Kahn fue nombrado para dirigir la CAB. Kahn estaba totalmente de acuerdo con la idea de Simon. En su primera conferencia de prensa anunció un plan muy similar. Las aerolíneas lo adoptaron con rapidez, e incluso desarrollaron diferentes versiones.
Desde 1978 las aerolíneas han ido aumentando las sobreventas, de 6.4 a 15.1 por cada 100,000 pasajeros. Esto les ha permitido mejorar su capacidad, aumentar la eficacia y reducir los costos. Nadie se ha quejado del sistema, ni siquiera Ralph Nader.
Este sistema ejemplifica cómo los mercados pueden mejorar la vida para todos los grupos e individuos relacionados.
( A life against the grain, Pag. 289-296 )
Hasta 1978, los viajeros que eran excluidos de los vuelos pese a tener reserva y boletos pagados constituían un gran problema para las líneas aéreas. Estas proclamaban que no vendían intencionalmente, pero a la vez circulaban entre sus empleados instrucciones detalladas para manejar los casos generados por las sobreventas.
El problema se alimentaba a sí mismo. Para asegurarse el vuelo, los viajeros comenzaron a hacer múltiples reservas en diferentes vuelos bajo diferentes nombres. Y esto llevó a las líneas aéreas a sobrevender cada vez más.
Simon cuenta que en 1965 o 1966, en una fiesta, escuchó el relato de alguien que había sido sacado del avión y que tuvo que aguantar una demora larga y costosa.
En los días siguientes, Simon ideó un sistema de solución al problema, que denominó como subasta invertida. En este esquema, la línea aérea debía pedir a cada dueño de boleto que escribiera la cantidad más baja que estaba dispuesto a aceptar por esperar el siguiente vuelo. La línea aérea entonces seleccionaría los viajeros suficientes para eliminar el efecto de la sobreventa, comenzando por quien hubiera ofrecido la cantidad más baja.
En 1966 y 1967 Simon escribió a todas las líneas aéreas sugiriendo su propuesta. El rango de repuestas incluyó la negativa educada, la negación de la sobreventa, la afirmación de que el sistema no funcionaría, y la burla pura y simple.
La Civil Aeronautic Board no mostró ningún interés. En 1968 Simon logró publicar su propuesta en el Journal of Transport Economics and Policy. Posteriormente ofreció evidencia empírica de que el sistema podía funcionar, utilizando la técnica de las preguntas hipotéticas.
En todas las discusiones, Simon insistió en que su idea no debía ser evaluada en abstracto, sino que había que llevar a cabo un experimento real. Pero no pudo convencer a ninguna aerolínea. Los ejecutivos le dijeron que nadie que no estuviera en el negocio podía comprender sus problemas.
Sin embargo, en 1977 Alfred Kahn fue nombrado para dirigir la CAB. Kahn estaba totalmente de acuerdo con la idea de Simon. En su primera conferencia de prensa anunció un plan muy similar. Las aerolíneas lo adoptaron con rapidez, e incluso desarrollaron diferentes versiones.
Desde 1978 las aerolíneas han ido aumentando las sobreventas, de 6.4 a 15.1 por cada 100,000 pasajeros. Esto les ha permitido mejorar su capacidad, aumentar la eficacia y reducir los costos. Nadie se ha quejado del sistema, ni siquiera Ralph Nader.
Este sistema ejemplifica cómo los mercados pueden mejorar la vida para todos los grupos e individuos relacionados.
( A life against the grain, Pag. 289-296 )