March 16, 2008
Alexis de Tocqueville : Sus últimos años
En 1850, a causa de un serio ataque pulmonar, pasó con su esposa una temporada en Sorrento, buscando un clima más benigno, Después del golpe de 1851, Alexis se dedicó fundamentalmente a escribir.
Finalmente escribió “El antiguo régimen y la revolución”, un intento de descubrir no sólo las causas de la revolución, sino también de su espectacular estallido en Francia y precisamente a finales del siglo XVIII. Alexis observó que en Estados Unidos, el Estado estaba subordinado a la sociedad, mientras que en Francia la sociedad estaba subordinada al Estado. También que, a finales del siglo XVIII las condiciones en Alemania eran más cercanas al feudalismo que en Francia, pero allí no estalló ninguna revolución.
Alexis se convirtió en un conocedor de la revolución y los revolucionarios. Consideraba que las revoluciones podían ser algunas veces justas y necesarias, pero el espíritu revolucionario es siempre detestable y lleva a la tiranía. Todas las grandes revoluciones prometen lo que no pueden cumplir. Además, al principio, los mejores no pueden hacer nada, mientras que al final alguien mediocre puede hacerlo todo.
Con respecto a Francia, Alexis observó que, desde Luis XIV, el gobierno se centralizó más y más. Los parlamentos locales fueron perdiendo poder. El gobierno central acaparó el sistema de justicia. Los impuestos también fueron centralizados y recayeron principalmente sobre los agricultores. El servicio militar afectó más a los pobres.
Pero Alexis sabía que las leyes y las instituciones no eran suficientes para explicar el comportamiento de la gente, que depende también de los sentimientos, ideas y creencias. En este sentido, los hombres de letras influyeron tratando de sustituir las costumbres y tradición por la razón. Ellos se basaron en la razón abstracta y el odio a la tradición.
En la base de su programa estaba la idea de que la educación redimiría a todos, como si el conocimiento pudiera hacer buena a la gente. Los filósofos proclamaron su fe ilimitada en la razón y las acciones del gobierno, así como su desprecio a la religión como anti-razón.
Sin embargo, la Revolución Francesa se convirtió en una nueva religión. Y es que la religión de la política es una droga muy peligrosa.
El primer volumen del libro apareció en 1856 y fue muy bien recibido. Del segundo libro sólo pudo completar dos capítulos, hizo esquemas de siete, y dejó notas sobre el resto.
Hacia el final de su vida, Alexis se consideraba un tanto fracasado. Es cierto que la política no fue su campo. Pero sus libros fueron logros importantes desde cualquier ángulo. Pero él tenía sus dudas porque era un perfeccionista.
En la correspondencia de Alexis abundan la duda y la desesperanza, lo que sugiere una personalidad depresiva, al menos en sentido espiritual. Alexis tenía la capacidad de anticipar todas las posibles consecuencias negativas de cualquier acción.
Alexis tuvo una extraña amalgama de cualidades : ambicioso y pesimista, arrogante pero inseguro, valiente pero dubitativo, altamente moral pero con una baja visión de los motivos de la gente, buscador de la verdad pero consciente de que no estaba disponible para el hombre como verdad absoluta.
Alexis murió el 16 de abril de 1859. Desde entonces persiste la controversia de si lo hizo o no como católico convencido.
( Joseph Esptein, Alexis de Tocqueville, Pag. 161-198 )
En 1850, a causa de un serio ataque pulmonar, pasó con su esposa una temporada en Sorrento, buscando un clima más benigno, Después del golpe de 1851, Alexis se dedicó fundamentalmente a escribir.
Finalmente escribió “El antiguo régimen y la revolución”, un intento de descubrir no sólo las causas de la revolución, sino también de su espectacular estallido en Francia y precisamente a finales del siglo XVIII. Alexis observó que en Estados Unidos, el Estado estaba subordinado a la sociedad, mientras que en Francia la sociedad estaba subordinada al Estado. También que, a finales del siglo XVIII las condiciones en Alemania eran más cercanas al feudalismo que en Francia, pero allí no estalló ninguna revolución.
Alexis se convirtió en un conocedor de la revolución y los revolucionarios. Consideraba que las revoluciones podían ser algunas veces justas y necesarias, pero el espíritu revolucionario es siempre detestable y lleva a la tiranía. Todas las grandes revoluciones prometen lo que no pueden cumplir. Además, al principio, los mejores no pueden hacer nada, mientras que al final alguien mediocre puede hacerlo todo.
Con respecto a Francia, Alexis observó que, desde Luis XIV, el gobierno se centralizó más y más. Los parlamentos locales fueron perdiendo poder. El gobierno central acaparó el sistema de justicia. Los impuestos también fueron centralizados y recayeron principalmente sobre los agricultores. El servicio militar afectó más a los pobres.
Pero Alexis sabía que las leyes y las instituciones no eran suficientes para explicar el comportamiento de la gente, que depende también de los sentimientos, ideas y creencias. En este sentido, los hombres de letras influyeron tratando de sustituir las costumbres y tradición por la razón. Ellos se basaron en la razón abstracta y el odio a la tradición.
En la base de su programa estaba la idea de que la educación redimiría a todos, como si el conocimiento pudiera hacer buena a la gente. Los filósofos proclamaron su fe ilimitada en la razón y las acciones del gobierno, así como su desprecio a la religión como anti-razón.
Sin embargo, la Revolución Francesa se convirtió en una nueva religión. Y es que la religión de la política es una droga muy peligrosa.
El primer volumen del libro apareció en 1856 y fue muy bien recibido. Del segundo libro sólo pudo completar dos capítulos, hizo esquemas de siete, y dejó notas sobre el resto.
Hacia el final de su vida, Alexis se consideraba un tanto fracasado. Es cierto que la política no fue su campo. Pero sus libros fueron logros importantes desde cualquier ángulo. Pero él tenía sus dudas porque era un perfeccionista.
En la correspondencia de Alexis abundan la duda y la desesperanza, lo que sugiere una personalidad depresiva, al menos en sentido espiritual. Alexis tenía la capacidad de anticipar todas las posibles consecuencias negativas de cualquier acción.
Alexis tuvo una extraña amalgama de cualidades : ambicioso y pesimista, arrogante pero inseguro, valiente pero dubitativo, altamente moral pero con una baja visión de los motivos de la gente, buscador de la verdad pero consciente de que no estaba disponible para el hombre como verdad absoluta.
Alexis murió el 16 de abril de 1859. Desde entonces persiste la controversia de si lo hizo o no como católico convencido.
( Joseph Esptein, Alexis de Tocqueville, Pag. 161-198 )