March 19, 2008
Public choice theory : Federalismo
El federalismo se asocia normalmente con EU o Suiza, pero hay muchos otros ejemplos. Básicamente, significa la división del gobierno entre funciones centralizadas y otras que funcionan más eficientemente a nivel local.
Hay que reconocer que los votantes tienen diversas preferencias y que lo que quieren es un gobierno que responda a los deseos de la gente y que provea los servicios eficientemente. Cuanto más diversas sean las preferencias de la gente más difícil será que el gobierno pueda complacer a todos.
El argumento básico a favor del federalismo es simplemente que muchas de las actividades del gobierno no necesitan una política nacional. Por ejemplo, sólo los habitantes de una determinada ciudad son los interesados en la conveniencia o inconveniencia de una determinada carretera.
En los EU, y todavía más en Suiza, existe el voto popular directo para muchos asuntos locales. La construcción de nuevas escuelas y nuevas carreteras son dos ejemplos típicos. Esto tiene más sentido que delegar el poder al gobierno central para que este lo redelegue a sus representantes en la localidad.
Hay un argumento más teórico a favor del federalismo. En los EU, cuando se elige presidente, cada votante es uno entre muchos millones, y por tanto su influencia es mínima. En la medida que bajamos a unidades más pequeñas, cada votante o grupo de votantes adquiere más importancia.
Hay otras dos ventajas del federalismo. Primera, como las personas y las empresas pueden elegir dónde localizarse, los gobiernos locales compiten entre sí. Segunda, permite el desarrollo de estructuras y servicios para atraer a determinado grupo de personas.
La competencia es un elemento clave del federalismo. Para los ciudadanos es bueno que los estados y ciudades compitan. Sin embargo, esto no suele gustar a quienes adversan los procesos de mercado y tampoco a los funcionarios públicos.
Mucha gente cree que gobiernos relativamente pequeños no pueden obtener las economías de escala disponibles para el gran gobierno. Esto sería cierto si la pequeña comunidad tratase de hacer todo por sí misma; pero no lo es si contrata por fuera determinados servicios.
Por ejemplo, el gobierno de la ciudad de Lakewood, un suburbio de Los Ángeles, incluye el ayuntamiento, un ingeniero y una secretaria; casi todas las funciones están externalizadas. Por ejemplo, Lakewood contrató con Los Ángeles los servicios de policía. Curiosamente, Los Ángeles cobra a Lakewood menos que a sus propios ciudadanos por el servicio de auto patrulla. Lakewood es un caso extraño, pero hay muchos ejemplos más o menos parecidos.
La mayor parte de las actividades del gobierno pueden ser manejadas por contratistas privados. La disposición de la basura puede ser el ejemplo más típico, pero hay muchos otros, como la administración de prisiones. En general, la razón de que no se contraten más servicios es que muchos funcionarios no quieren perder sus puestos.
(Gordon Tullock, Government Failure : A primer in public choice, Pag. 71-79)
El federalismo se asocia normalmente con EU o Suiza, pero hay muchos otros ejemplos. Básicamente, significa la división del gobierno entre funciones centralizadas y otras que funcionan más eficientemente a nivel local.
Hay que reconocer que los votantes tienen diversas preferencias y que lo que quieren es un gobierno que responda a los deseos de la gente y que provea los servicios eficientemente. Cuanto más diversas sean las preferencias de la gente más difícil será que el gobierno pueda complacer a todos.
El argumento básico a favor del federalismo es simplemente que muchas de las actividades del gobierno no necesitan una política nacional. Por ejemplo, sólo los habitantes de una determinada ciudad son los interesados en la conveniencia o inconveniencia de una determinada carretera.
En los EU, y todavía más en Suiza, existe el voto popular directo para muchos asuntos locales. La construcción de nuevas escuelas y nuevas carreteras son dos ejemplos típicos. Esto tiene más sentido que delegar el poder al gobierno central para que este lo redelegue a sus representantes en la localidad.
Hay un argumento más teórico a favor del federalismo. En los EU, cuando se elige presidente, cada votante es uno entre muchos millones, y por tanto su influencia es mínima. En la medida que bajamos a unidades más pequeñas, cada votante o grupo de votantes adquiere más importancia.
Hay otras dos ventajas del federalismo. Primera, como las personas y las empresas pueden elegir dónde localizarse, los gobiernos locales compiten entre sí. Segunda, permite el desarrollo de estructuras y servicios para atraer a determinado grupo de personas.
La competencia es un elemento clave del federalismo. Para los ciudadanos es bueno que los estados y ciudades compitan. Sin embargo, esto no suele gustar a quienes adversan los procesos de mercado y tampoco a los funcionarios públicos.
Mucha gente cree que gobiernos relativamente pequeños no pueden obtener las economías de escala disponibles para el gran gobierno. Esto sería cierto si la pequeña comunidad tratase de hacer todo por sí misma; pero no lo es si contrata por fuera determinados servicios.
Por ejemplo, el gobierno de la ciudad de Lakewood, un suburbio de Los Ángeles, incluye el ayuntamiento, un ingeniero y una secretaria; casi todas las funciones están externalizadas. Por ejemplo, Lakewood contrató con Los Ángeles los servicios de policía. Curiosamente, Los Ángeles cobra a Lakewood menos que a sus propios ciudadanos por el servicio de auto patrulla. Lakewood es un caso extraño, pero hay muchos ejemplos más o menos parecidos.
La mayor parte de las actividades del gobierno pueden ser manejadas por contratistas privados. La disposición de la basura puede ser el ejemplo más típico, pero hay muchos otros, como la administración de prisiones. En general, la razón de que no se contraten más servicios es que muchos funcionarios no quieren perder sus puestos.
(Gordon Tullock, Government Failure : A primer in public choice, Pag. 71-79)