May 15, 2008
Bill Gates no sabe que el capitalismo es creativo
Hace unos meses Gates abogó por un “capitalismo creativo” que utilice las fuerzas del mercado para atender las necesidades de los países pobres que él siente que están siendo ignorados. Gates se refería principalmente a África.
Resulta paradójico que sea precisamente Gates el que no se de cuenta de lo redundante que es el adjetivo “creativo” aplicado al capitalismo. Quizás sea porque Microsoft ya es una compañía madura que ha perdido buena parte de la creatividad que tuvo en sus comienzos.
O tal vez Gates, como muchos de los multimillonarios, quiera hacerse perdonar sus éxitos criticando de alguna manera al sistema dentro del cual hizo su fortuna.
Estrictamente hablando, el capitalismo no es ni creativo ni lo contrario. Quienes son creativas son las personas. El capitalismo lo único que hace es permitir que la creatividad fluya libremente. En este sentido, es instructivo comparar la historia del capitalismo con la del socialismo.
Si los países de África están como están no se debe a la falta de un “capitalismo creativo” que los atienda desde fuera, sino a la falta de capitalismo dentro de ellos.
Recordemos que, después de la independencia, la mayoría de ellos adoptaron regímenes socialistas con los resultados previsibles. Incluso hoy día los gobiernos intervienen excesivamente en la economía, sobre todo en la agricultura, obligando a los agricultores a venderles su producción a precios irrisorios. Y para colmo, los países más ricos ponen aranceles prohibitivos a los productos africanos.
No obstante, varios países que han liberado su economía y que han logrado crear instituciones eficaces, como por ejemplo, Mauricio y Mozambique, están logrando excelentes resultados.
Hace unos meses Gates abogó por un “capitalismo creativo” que utilice las fuerzas del mercado para atender las necesidades de los países pobres que él siente que están siendo ignorados. Gates se refería principalmente a África.
Resulta paradójico que sea precisamente Gates el que no se de cuenta de lo redundante que es el adjetivo “creativo” aplicado al capitalismo. Quizás sea porque Microsoft ya es una compañía madura que ha perdido buena parte de la creatividad que tuvo en sus comienzos.
O tal vez Gates, como muchos de los multimillonarios, quiera hacerse perdonar sus éxitos criticando de alguna manera al sistema dentro del cual hizo su fortuna.
Estrictamente hablando, el capitalismo no es ni creativo ni lo contrario. Quienes son creativas son las personas. El capitalismo lo único que hace es permitir que la creatividad fluya libremente. En este sentido, es instructivo comparar la historia del capitalismo con la del socialismo.
Si los países de África están como están no se debe a la falta de un “capitalismo creativo” que los atienda desde fuera, sino a la falta de capitalismo dentro de ellos.
Recordemos que, después de la independencia, la mayoría de ellos adoptaron regímenes socialistas con los resultados previsibles. Incluso hoy día los gobiernos intervienen excesivamente en la economía, sobre todo en la agricultura, obligando a los agricultores a venderles su producción a precios irrisorios. Y para colmo, los países más ricos ponen aranceles prohibitivos a los productos africanos.
No obstante, varios países que han liberado su economía y que han logrado crear instituciones eficaces, como por ejemplo, Mauricio y Mozambique, están logrando excelentes resultados.