June 15, 2008
Hayek’s Journey : Law, Legislation and Liberty
Esta es una de las grandes obras de filosofía política del siglo veinte. Su grandeza proviene de la concepción de la relación entre la libertad y la ley, el énfasis y descripción del orden espontáneo y el ideal de un orden universal de paz. Hayek la presentó como una nueva declaración de los principios liberales.
Intentó moverse más allá de los principios liberales del pasado y enunciar nuevas teorías e ideales que pudieran guiar al liberalismo en el futuro. El libro fue producto de los años 60 y 70, una época turbulenta.
Hayek pensaba que la preservación de una sociedad libre dependía de tres convicciones básicas :
1. El orden espontáneo es diferente de la organización.
2. Lo que hoy se llama “justicia social” pertenece al orden de la organización y es incompatible con el orden espontáneo.
3. El modelo predominante de instituciones democráticas lleva necesariamente a un sistema totalitario al servicio de alguna coalición de intereses organizados.
La obra fue publicada en tres volúmenes en los años 1973, 1976 y 1979. A lo largo de la misma prevalece una actitud pesimista sobre el futuro político de los países occidentales.
Hayek siempre consideró fundamental la diferencia entre una organización y el orden espontáneo. Las organizaciones son planeadas deliberadamente mientras que el orden espontáneo se desarrolla o evoluciona sin planeación. Una buena parte de la filosofía política, social y económica de Hayek descansa en la distinción entre el constructivismo y la evolución. Según el primero, las instituciones sólo sirven si han sido diseñadas deliberadamente. Según la segunda, las acciones espontáneas y no coordinadas deliberadamente conducen al progreso material y la libertad personal.
Hayek dedicó mucha atención a la fragmentación del conocimiento. Cada miembro de la sociedad posee sólo una mínima fracción del conocimiento total. Este hecho destruye el enfoque constructivista de la sociedad. Los seres humanos no pueden diseñar instituciones según sus deseos porque no suelen funcionar en la forma deseada.
Nadie puede organizar toda la sociedad. Si la sociedad se concibe como algo planeado, siempre habrá alguien que intentará planearla. Estos esfuerzos sólo traerán miseria y sufrimientos. Estos intentos siempre fracasan porque nadie es capaz de tomar en cuenta todas las variedades de la experiencia humana.
Hayek entendió la ley como algo que había evolucionado a lo largo de siglos y milenios. Esta es una concepción muy diferente a la que domina hoy día. Las mejores leyes son las que se van articulando a lo largo del tiempo según los acuerdos de la sociedad. La estabilidad de la ley limita el poder del gobierno y ayuda a crear patrones de expectativas para los individuos dentro de los cuales es posible la actividad racional.
Hay quienes han acusado a Hayek de defender posiciones cercanas al irracionalismo por sus concepciones del orden espontáneo, su énfasis en la evolución gradual de las instituciones y su oposición al constructivismo. Hayek defendió la razón entendiendo a la vez sus limitaciones. Siempre se pueden hacer cambios en las instituciones, pero no diseñarlas a partir de cero.
Hayek argumentó a favor de la humildad. Incluso el conocimiento es en parte tácito, inarticulado y no verbal. Se opuso a la reorganización total de la sociedad al estilo de Platón, Hegel y Marx. Por el contrario, favoreció el enfoque de ir logrando pequeñas y continuas mejoras.
Hayek concluyó su libro afirmando que el gobierno había crecido demasiado en el siglo veinte. La política se había hecho demasiado importante y a la vez había perdido el apoyo de los ciudadanos.
( Alan Ebenstein, Pag. 187- 204 )
Esta es una de las grandes obras de filosofía política del siglo veinte. Su grandeza proviene de la concepción de la relación entre la libertad y la ley, el énfasis y descripción del orden espontáneo y el ideal de un orden universal de paz. Hayek la presentó como una nueva declaración de los principios liberales.
Intentó moverse más allá de los principios liberales del pasado y enunciar nuevas teorías e ideales que pudieran guiar al liberalismo en el futuro. El libro fue producto de los años 60 y 70, una época turbulenta.
Hayek pensaba que la preservación de una sociedad libre dependía de tres convicciones básicas :
1. El orden espontáneo es diferente de la organización.
2. Lo que hoy se llama “justicia social” pertenece al orden de la organización y es incompatible con el orden espontáneo.
3. El modelo predominante de instituciones democráticas lleva necesariamente a un sistema totalitario al servicio de alguna coalición de intereses organizados.
La obra fue publicada en tres volúmenes en los años 1973, 1976 y 1979. A lo largo de la misma prevalece una actitud pesimista sobre el futuro político de los países occidentales.
Hayek siempre consideró fundamental la diferencia entre una organización y el orden espontáneo. Las organizaciones son planeadas deliberadamente mientras que el orden espontáneo se desarrolla o evoluciona sin planeación. Una buena parte de la filosofía política, social y económica de Hayek descansa en la distinción entre el constructivismo y la evolución. Según el primero, las instituciones sólo sirven si han sido diseñadas deliberadamente. Según la segunda, las acciones espontáneas y no coordinadas deliberadamente conducen al progreso material y la libertad personal.
Hayek dedicó mucha atención a la fragmentación del conocimiento. Cada miembro de la sociedad posee sólo una mínima fracción del conocimiento total. Este hecho destruye el enfoque constructivista de la sociedad. Los seres humanos no pueden diseñar instituciones según sus deseos porque no suelen funcionar en la forma deseada.
Nadie puede organizar toda la sociedad. Si la sociedad se concibe como algo planeado, siempre habrá alguien que intentará planearla. Estos esfuerzos sólo traerán miseria y sufrimientos. Estos intentos siempre fracasan porque nadie es capaz de tomar en cuenta todas las variedades de la experiencia humana.
Hayek entendió la ley como algo que había evolucionado a lo largo de siglos y milenios. Esta es una concepción muy diferente a la que domina hoy día. Las mejores leyes son las que se van articulando a lo largo del tiempo según los acuerdos de la sociedad. La estabilidad de la ley limita el poder del gobierno y ayuda a crear patrones de expectativas para los individuos dentro de los cuales es posible la actividad racional.
Hay quienes han acusado a Hayek de defender posiciones cercanas al irracionalismo por sus concepciones del orden espontáneo, su énfasis en la evolución gradual de las instituciones y su oposición al constructivismo. Hayek defendió la razón entendiendo a la vez sus limitaciones. Siempre se pueden hacer cambios en las instituciones, pero no diseñarlas a partir de cero.
Hayek argumentó a favor de la humildad. Incluso el conocimiento es en parte tácito, inarticulado y no verbal. Se opuso a la reorganización total de la sociedad al estilo de Platón, Hegel y Marx. Por el contrario, favoreció el enfoque de ir logrando pequeñas y continuas mejoras.
Hayek concluyó su libro afirmando que el gobierno había crecido demasiado en el siglo veinte. La política se había hecho demasiado importante y a la vez había perdido el apoyo de los ciudadanos.
( Alan Ebenstein, Pag. 187- 204 )